14
de Enero del 2004
Declaración del
Ministerio de Relaciones Exteriores
El pasado 23 de
diciembre de 2003, la Sección de Intereses de los Estados Unidos en
La Habana entregó al Ministerio de Relaciones Exteriores una Nota
Diplomática a través de la cual devolvían los pasaportes y las
solicitudes de visas de Olga Salanueva Arango y Adriana Pérez
O'Connor, esposas de René González Sehwerert y Gerardo Hernández
Nordelo respectivamente, señalando que no aceptarían más estas
solicitudes a través de los mecanismos del Ministerio y que ambas
compañeras tendrían, en lo adelante, que hacer sus trámites de
forma personal.
La nueva solicitud de
visa había sido realizada el 7 de diciembre de 2003 después de que
a mediados de noviembre la Sección de Intereses norteamericana
había informado que, una vez más, sus autoridades habían decidido
negar las visas a ambas compañeras.
¿Qué excusa fue
utilizada por el gobierno norteamericano para interponer estos
nuevos obstáculos y negarse a aceptar que las visas de Olga y
Adriana se solicitaran por los mecanismos habituales del Ministerio
de Relaciones Exteriores?
Con un cinismo
increíble, funcionarios norteamericanos argumentaron que las
declaraciones tanto de Olga como de Adriana contra la constante
negativa a sus solicitudes de visa y en defensa de sus esposos, les
hacía pensar que los motivos por los que desean viajar a los
Estados Unidos "han dejado de ser humanitarios", en tanto se han
involucrado activamente en una "campaña política" contra el
gobierno de los Estados Unidos.
Es imposible imaginar un
absurdo mayor.
Acciones como estas
prueban cuán despiadadas han sido las autoridades norteamericanas,
al negarles las visas a Olga y Adriana en tres ocasiones durante los
últimos dos años y, de hecho, limitar el elemental derecho a
mantener relaciones con sus esposos, aún en las duras condiciones
que impone su confinamiento injusto e ilegal en cárceles
norteamericanas.
Con esta nueva
decisión, el gobierno de los Estados Unidos continúa violando los
derechos humanos de René y Gerardo y los de sus familiares. Se
trata vanamente, mediante acciones de una crueldad sin límites, de
castigar la gallardía demostrada por nuestros Cinco Compañeros y
sus familias a lo largo de todo este amañado proceso.
A Olga y Adriana les
asiste tanto el derecho de reclamar justicia para sus esposos como
el de visitarlos. Cualquier negativa constituye una violación del
derecho internacional y de la propia legislación norteamericana.
Esta decisión de las
autoridades norteamericanas viola sus obligaciones internacionales
refrendadas en la Declaración sobre la Protección de todas las
personas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes; los Principios para la protección de todas
las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión;
y las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos,
entre otros.
El Gobierno de los
Estados Unidos ha intentado justificar estas negativas con el
ridículo argumento de que Olga y Adriana "constituyen una amenaza a
la seguridad nacional de los Estados Unidos".
El Ministerio de
Relaciones Exteriores ha demandado continuamente a las autoridades
norteamericanas que reconsideren estas arbitrarias negativas, y que,
en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, permitan que
Olga y Adriana puedan ejercer el derecho inalienable a visitar a sus
esposos, y la pequeña Ivette pueda ver a su padre.
Por otra parte, los
familiares que han podido visitar a nuestros Cinco Héroes han
tenido que esperar meses para recibir sus visas, lo cual ha traído
como consecuencia que nuestros compañeros no hayan recibido visitas
de sus familias durante largos períodos de tiempo.
En estos momentos varios
familiares de nuestros compañeros esperan aún sus visas, a pesar
de que las mismas se solicitaron a la Sección de Intereses de los
Estados Unidos en los meses de agosto y septiembre de 2003. Han
transcurrido ya muchas más de las ocho semanas que las autoridades
norteamericanas plantean que son necesarias para el procesamiento de
las visas para viajar a los EE.UU.
Por otro lado, en
violación a las obligaciones y deberes establecidos en la
Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, el Departamento de
Estado ha continuado poniendo obstáculos para que los funcionarios
consulares cubanos cumplan con su deber y su derecho de brindar
asistencia consular a estos ciudadanos cubanos. Incluso, llegaron a
negar en dos ocasiones los permisos de viaje a nuestros funcionarios
para la realización de visitas consulares a Gerardo Hernández y
Fernando González en el año 2003. Todo apunta a que en el presente
año aumentarán la presión e incrementarán dichos obstáculos.
Adicionalmente, el
Departamento de Estado ha comenzado a cuestionar, condicionar y
negar la posibilidad de que los funcionarios de la Sección de
Intereses de Cuba en Washington acompañen a los familiares de
nuestros Cinco Héroes durante sus visitas a los Estados Unidos.
Los familiares tienen
que recorrer largas distancias para llegar a los lugares donde se
encuentran las prisiones de sus seres queridos, y tienen que
permanecer en ambientes que les son ajenos durante sus visitas.
Merecen, por un elemental sentido de humanidad, todo el apoyo
necesario. Y es este apoyo, precisamente, el que las autoridades
norteamericanas están cuestionando y obstaculizando.
Bastaría con citar
algunos ejemplos:
-El 17 de junio del
pasado año el Departamento de Estado comunicó a la Sección de
Intereses que no autorizaba el viaje de un funcionario cubano
durante toda la estancia en Colorado de la madre y el hijo de
Antonio Guerrero, debiendo regresar a Washington durante los días
en que no hubiera visita a la prisión.
-El 27 de julio y el 6
de agosto se comunicó similar decisión con relación al
funcionario que debía acompañar a la familia de Ramón Labañino a
Beaumont, Texas, y a la de Fernando González a Wisconsin,
respectivamente.
-El 8 de agosto se negó
el permiso para que un funcionario de la Sección de Intereses de
Cuba acompañara a la hija de René González en su viaje por
carretera desde Miami, Florida, a Edgefield, Carolina del Sur.
- El 17 de diciembre
negaron el permiso de viaje a Lompoc, California, para un
diplomático cubano que debía acompañar a familiares de Gerardo
Hernández.
Resulta evidente que las
autoridades norteamericanas intentan, en violación del derecho
internacional, incrementar sus acciones para impedir o bloquear el
acceso consular a nuestros Cinco Héroes y el apoyo a sus
familiares. Se pretende castigar el ejemplo de heroísmo y
patriotismo que ellos irradian, en un evidente intento de satisfacer
los más irracionales caprichos de la mafia cubana de Miami.
Cuba demanda del
gobierno de los Estados Unidos el cese de las agresiones y la
hostilidad que se ejercen contra nuestros Cinco Héroes y sus
familiares, el cese de las manipulaciones en torno a los legítimos
derechos de nuestros compañeros y el cumplimiento más estricto de
sus responsabilidades internacionales, legales y morales.
La Habana, 13 de
enero de 2004
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