26
de Junio del 2003
Continúa negativa de visa para familiares de Gerardo y René
Interviene Ricardo
Alarcón, en encuentro de académicos cubanos y norteamericanos
María
Julia Mayoral
Las
esposas de Gerardo Hernández Nordelo y de René González, dos
cubanos prisioneros políticos en Estados Unidos por combatir el
terrorismo, continúan sin recibir la visa para poder visitar a sus
cónyuges. Igual castigo sigue recibiendo Ivette González, la hija
menor de René de apenas cinco años de edad.
Con tal actitud, el
Gobierno norteamericano desconoce por completo las normas
internacionales respecto al tratamiento de los prisioneros y
detenidos, y las que se refieren a los derechos humanos, de familia
y de la infancia.
Denunciar dichas
arbitrariedades y sus causas fue el propósito fundamental del
diálogo que sostuvo ayer Ricardo Alarcón, presidente de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, con los participantes en la XV
Conferencia de filósofos y científicos sociales cubanos y
norteamericanos, la cual sesiona desde el pasado lunes en la
Universidad de La Habana, con la participación de más de 60
académicos y estudiantes estadounidenses.
Desgraciadamente, según
manifestó Alarcón, estas violaciones son ignoradas por muchas
personas en el mundo y fundamentalmente dentro de EE.UU. debido a la
muralla de silencio levantada por los grandes medios de
comunicación, los cuales en cambio sí han puesto extremado
énfasis en presentar a la administración norteamericana como el
paradigma de la lucha contra el terrorismo en el mundo.
Gerardo Hernández,
recordó, está cumpliendo sentencia de dos cadenas perpetuas más
15 años, y a su esposa Adriana Pérez se le ha impedido verlo. En
julio del año pasado la joven recibió la visa; pero el saldo fue
otro flagrante abuso. Al llegar al aeropuerto internacional de
Houston resultó detenida, interrogada durante 12 horas, fichada,
fotografiada y finalmente enviada de regreso a Cuba sin poder ver a
su esposo.
En el caso de René,
condenado a 15 años de prisión, tampoco su cónyuge y su hija
menor han podido ejercer sus derechos, aun cuando la niña y René
son por nacimiento ciudadanos norteamericanos. Alarcón informó que
se están esperando respuestas a las nuevas solicitudes de visa para
ambas; de ahí, la importancia de dar a conocer las injusticias que
siguen cometiéndose contra estas familias.
El Presidente del
Parlamento ofreció a los profesores y estudiantes norteamericanos
explicación pormenorizada del juicio amañado y sobre las severas
condenas que recibieron los Cinco Héroes cubanos, quienes
defendían a nuestro pueblo y al estadounidense de las acciones
terroristas.
No podemos pasarnos los
15 años de condena de René y las dos vidas y media que deberá
cumplir Gerardo en prisión (si eso fuera humanamente posible),
enviando solicitudes de visa, señaló el Presidente de la Asamblea
Nacional. Para el Gobierno norteamericano, consideró, hasta ahora
ha sido muy fácil negarlas por la sencilla razón de que nadie o
casi nadie sabe lo que está ocurriendo.
Las preguntas hechas por
los delegados estadounidenses acerca de la situación de la hija de
René, las sanciones impuestas a los Cinco y el estado del proceso
judicial, fueron muestras de cómo la administración Bush mantiene
total silencio sobre el caso, para impedir que sus ciudadanos
lleguen a la verdad, se sumen a la creciente lucha internacional por
la liberación de nuestros compatriotas y comprendan que dentro de
EE.UU. verdaderos terroristas reciben el mayor respaldo
gubernamental, mientras —en nombre del combate contra ese flagelo—
son coartados, incluso, los propios derechos civiles de los
ciudadanos norteamericanos.
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