25 de Junio de 2001
"O rectifican
o el costo político será impagable"
Expresó el
Presidente Castro al referirse al amañado y manipulado proceso judicial llevado a cabo en
los Estados Unidos contra los jóvenes cubanos René González, Ramón Labañino, Fernando
González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, presos en una cárcel de Miami
FELIX LOPEZ
Dos días después de la denuncia del
Presidente Castro, la inocencia de los cinco compatriotas detenidos injustamente en Miami
y la certeza de que volverán a la Patria sigue cobrando fuerzas, credibilidad y almas a
favor en Cuba, los Estados Unidos y el mundo. No podía ser de otra manera ante el arsenal
de pruebas, evidencias y la moral de la Revolución.
"O rectifican o el costo político
será impagable", advirtió Fidel este sábado a los gobernantes del imperio, en un
discurso donde explicó todos los entresijos de un proceso judicial que ha sido amañado y
manipulado por los cabecillas de la mafia anticubana, apoyada una vez más por
la administración y el sistema judicial norteamericano.
En contraposición a los elementos
terroristas y contrarrevolucionarios que urdieron la más reciente infamia anticubana,
Fidel exaltó la dignidad, las convicciones patrióticas, la inteligencia y el espíritu
indoblegable de los cinco jóvenes cubanos que han sabido enfrentar las peores presiones y
el rigor extremo en que fueron encarcelados.
En presencia de sus familiares más
cercanos y queridos, justo en el mismo lugar por donde el 8 de enero de 1959 entró el
Ejército Rebelde a la capital, el líder de la Revolución dijo que "el imperio se
enfrenta a una prueba difícil, no quiere rectificar, pero no le queda otra alternativa
que hacerlo, porque no podrá pagar el costo político y moral si se empeña en sostener
sus imputaciones".
Tras advertir que el imperio perderá
menos si no se deja arrastrar por la soberbia y la arrogancia, Fidel explicó que nuestra
batalla será difícil, larga, ordenada y precisa: "Cada cosa en su tiempo, cada
argumento y prueba se darán a conocer en el minuto oportuno, pero su inocencia
dijoserá demostrada".
"SOLO LES DIGO UNA COSA: VOLVERAN"
Con la certeza de que nuestros
compatriotas volverán, Fidel reflexionó sobre las maniobras de la mafia alrededor del
proceso: "Hay una acusación, la efectuada ocho meses después de las primeras
imputaciones, la de conspirar para asesinar, que es algo que les vino a sus mentes
pérfidas para hacerlos acreedores de una falta que también es capaz de sensibilizar las
opiniones de muchas personas en el mundo, incluso muchos norteamericanos".
"Esa acusación la haremos
polvo", aseveró Fidel. Y agregó que la inocencia de esos jóvenes con relación a
esa imputación asociada al derribo de aquellos aviones, en un incidente provocado ciento
por ciento por ellos, es total y podemos probarla.
Con relación a ese tema, argumentó que
ante las conspiraciones terroristas fraguadas en Miami el país debía defenderse con la
inteligencia, con las ideas, con el espíritu de sacrificio de los jóvenes, en acto de
legítima e irrenunciable defensa.
Recordó que el gobierno de Estados
Unidos, con la mafia como autora intelectual de la perfidia, fue añadiendo (en la medida
que no podía probar nada) nuevas acusaciones en el proceso judicial de los cinco cubanos,
hasta inventar lo de conspiración para asesinar. Luego de calificar la imputación de
grosera y repugnante, puntualizó que el imperio tendrá que meditar mucho cada acusación
porque el país cuenta con verdades irrebatibles.
Al comentar el veredicto del jurado que
calificó de muy grave los delitos de los cinco cubanos, el Comandante en Jefe señaló
que existe aún un período de varias semanas en el que la jueza podrá tomar decisiones,
aunque, dijo, no nos hagamos ilusiones porque las presiones sobre ella serán terribles.
Cuba, aseguró, estará al tanto de cada
cosa que digan, hagan y decidan. Tendrán que meditar cada una de ellas. Sabemos unas
cuantas cosas que son irrebatibles. Cometerán decenas de errores. Y en cada uno irán
perdiendo terreno...
Insistió en que la batalla por el
regreso podría tomarnos años, pero los cinco cubanos detenidos desde hace 33 meses en
Estados Unidos bajo supuestos cargos de espionaje y otros delitos volverán a la Isla:
"No saben el enredo en que se han metido (EE.UU.) al hacer estos planteamientos
ridículos sobre cuestiones de seguridad y sobre supuestos delitos de nuestros
compatriotas, que desde las entrañas del monstruo, y con riesgo diario de sus vidas,
protegen a su pueblo".
LA MAS PERFIDA CONJURA
En una parte de su intervención, Fidel
argumentó en detalles su afirmación inicial de que el país había pasado las últimas
semanas luchando contra los demonios: tras comentar sobre las acusaciones hechas a Cuba
por una supuesta agresión cibernética contra los Estados Unidos y la mentirosa campaña
acerca de la compra de armas a China, expresó que esta tercera conjura es mas pérfida,
pues actúa sobre los reflejos condicionados de millones de personas, al hablar de
supuestas redes de espías que ponían en peligro la seguridad de Estados Unidos.
Con evidente indignación, el Comandante
en Jefe señaló que se referían a los patriotas apresados con desdén, con desprecio,
como quienes cometían un gran crimen, cuando lo que se perseguía era penetrar las filas
de los grupos terroristas miamenses, quienes gozan de la complicidad y la tolerancia de
aquel gobierno.
En ese sentido, recordó los hechos
terroristas fundamentales de la guerra abierta llevada contra Cuba por la Casa Blanca, la
ultraderecha estadounidense y la mafia cubano-americana, motivo más que suficiente para
que nuestro país adopte legítimas e irrenunciables medidas que garanticen la paz y el
desarrollo económico, político y espiritual de nuestro país.
UN QUINTETO DE GIGANTES
El momento histórico, explicó Fidel,
nos obliga a recordar la batalla librada por el regreso a su Patria del niño secuestrado
Elián González, la preocupación fundamental por la salud de ese pequeño, la vida
física y mental de ese extraordinario niño. Ahora, precisó, no se trata de un niño de
cinco años, sino de cinco hombres jóvenes, fuertes, heroicos, con muy profundas
convicciones, cuyas mentes e ideas no pudieron cambiar, a los que no pudieron hacerles
vacilar ni un segundo.
Son un quinteto de gigantes,
inteligentes y cultos, calificó el líder de la Revolución, para luego destacar,
especialmente, el alto nivel profesional con que cuentan, hecho del que poco han hablado
en el imperio porque sería reconocer la cultura y dignidad que la Revolución ha llevado
al pueblo.
Anunció que la opinión pública
nacional y del mundo conocerá quiénes son esos cinco jóvenes, cómo piensan y actúan,
y cuánto valor hay en ellos: "Y se convertirán en ejemplos no solo para los
jóvenes y el pueblo de Cuba, sino también para la juventud y los pueblos del orbe".
PRESOS POLITICOS, PRISIONEROS DEL IMPERIO
"Sostenemos y estamos dispuestos a
probar que son presos políticos, prisioneros del imperio", comentó Fidel para
ratificar la inocencia de René, Fernando, Gerardo, Ramón y Antonio, cinco compatriotas
que se han jugado la vida no solo para proteger a su pueblo, sino también para salvar a
otras personas, incluso norteamericanas.
Indicó que esos puntos de vista los
puede sostener sólidamente, "porque esos compañeros no han cometido ningún
delito".
Recordó, en especial, cómo la
información que hizo llegar la Isla a Washington, suministrada por patriotas desde la
propia ciudad floridana durante los días previos al rescate del niño Elián González en
Miami, contribuyó a evitar tragedias.
Indicó que esta comunicación alertaba
cómo los terroristas que aupaban el secuestro, planeaban disparar a las piernas de los
policías estadounidenses y a las cámaras de televisión, para impedir que las
autoridades norteamericanas sacaran al menor de la casa de la parentela.
En otra oportunidad, reseñó Fidel, en
junio de 1998, se produjo otro intercambio de información entre el FBI y nuestro
Departamento de Seguridad del Estado, a propósito de una carta enviada por él a Bill
Clinton, entonces presidente norteamericano, sobre los planes de grupos terroristas con
base en territorio de los Estados Unidos, para derribar aviones en el aire.
Clinton, reconoció el Comandante en
Jefe, tomó aquello muy en serio, pero también publicó la carta, algo con lo cual
nosotros no estábamos de acuerdo. Esos intercambios de información sirvieron para poner
en sus manos un grupo de evidencias que les interesaba: cuatro carpetas con 320 páginas
sobre actividades terroristas contra Cuba; ocho casetes con conversaciones telefónicas
entre terroristas y 2:40 horas de filmaciones de video.
Rememoró que después de mostrarse
impresionados, los funcionarios norteamericanos incumplieron su promesa de dar respuesta
en dos semanas: "Tres meses después llegó la respuesta: la detención de nuestros
cinco compañeros y otros cinco colaboradores".
Ante estos inexplicables hechos se
preguntó: "¿Por qué tantas casualidades? ¿Por qué se inventó lo de la guerra
electrónica y casi inmediatamente lo de las armas clandestinas procedentes de China?
¿Por qué a menos de tres meses de recibir el FBI la información de la parte cubana se
produjo la detención?".
Las respuestas, subrayó, explican
también cómo se fraguó un juicio enteramente político contra los cinco compatriotas
detenidos. "Ellos no han cometido un solo acto de violencia. Planteamos, sostenemos y
estamos dispuestos a probar que son presos políticos, prisioneros del imperio",
reafirmó.
Agregó que los Estados Unidos nunca han
reconocido tener presos políticos y, sin embargo, es un término que intentan
aplicárselo, invariablemente, a los contrarrevolucionarios sancionados en Cuba. Añadió
que a los independentistas puertorriqueños no los han considerado nunca presos
políticos, y solo han cometido el crimen de amar a su patria, a su nación, a su cultura
y aspirar a regir sus propios destinos, por lo que han luchado muchos años.
UNA TIERRA QUE PARE PATRIOTAS
Casi al término de su intervención,
Fidel volvió a defender el derecho del pueblo cubano a enviar patriotas a Estados Unidos,
donde se ha hecho la guerra contra la Isla durante 42 años, fomentando invasiones,
atentados y acciones terroristas en las que han muerto y quedado inválidos miles de
cubanos.
Dijo que en el mundo hay muchos a
quienes les repugnan esas acciones "y son capaces de correr un grave riesgo por
nuestro país sin haber nacido en Cuba". Acotó que esas personas son más que
revolucionarias y patriotas, porque tienen la dignidad y el honor de apoyar a esta nación
contra crímenes, amenazas y bloqueos de toda clase.
Gracias a los patriotas cubanos,
agradeció, se conocen el pensamiento y las ilusiones de la mafia, el pensamiento de la
actual administración en cuanto a la Revolución cubana con la cual están bien
equivocados. Explicó que la mafia se ha envalentonado con los métodos del gobierno de
George W. Bush, y una prueba de ello es el acto terrorista que planearon desde Miami para
realizar en Tropicana, denunciado esta semana por Cuba.
Entre otros ejemplos, se refirió a las
presiones ejercidas para evitar la extradición del connotado terrorista Luis Posada
Carriles y las personas que lo visitan en la cárcel.
Al analizar los acontecimientos y las
campañas lanzadas contra Cuba en los últimos meses, Fidel confesó que ha reafirmado su
más absoluta convicción de que es poco todo lo que se desconfíe.
El imperio, acusó, no considera que sea
genocidio matar a un pueblo por bloqueo o lanzar la bomba atómica sobre las ciudades
japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y solo tiene en cuenta como un crimen el asesinar a
alguien.
Antes de despedirse en la Mesa Redonda
Especial de la noche del sábado, el Comandante en Jefe dio las gracias a quienes se
preocuparon por su salud, luego de la indisposición que tuvo durante su discurso en la
Tribuna Abierta del Cotorro, el sábado en la mañana. Sobre los mafiosos de Miami,
ironizó que se lamentaba de que no se hayan podido tomar todas las botellas de ron o de
whisky...
Un último mensaje estuvo dedicado a los cinco heroicos compatriotas, a
quienes recomendó aprovechar el tiempo en la cárcel para desarrollar sus extraordinarias
cualidades. Terminaba así, ENTERO, las importantes reflexiones y acusaciones contra el
imperio que seguirán presentes hasta el final de la batalla. |