Santiago de Cuba, 18 de abril de 2012
Año 54 de la Revolución
Hermano René,
Sí, ¿cómo no llamarte Hermano, si todos los cubanos te
sentimos así?, a ti va dirigida ésta carta de una cubana que ha
sentido en lo más profundo de su corazón no poder verte sonriente en
la calle o en la TV como siempre te imaginamos, pero…ésta, no era
una visita, ni de placer, ni de favor, era una visita por una causa
que ninguno hubiéramos querido que tú experimentaras, la enfermedad
de un familiar es algo que no merece ninguna familia, menos, en las
circunstancias en que te encuentras.
En ningún momento los cubanos que te amamos y los que seguimos la
legalidad que nos ha guiado siempre, dudamos de la seriedad de tu
estancia en la Patria, de las condiciones en que estarías, de las
presiones humanas a las que estarías sometido, por los absurdos,
aún en nuestra tierra, no dudamos jamás de tu firme posición ante la
palabra empeñada, de tu paso firme por cada lugar que transitaras.
Confiamos siempre en la discreción de los que te guiarían en
estos 14 días y tu poca exposición a la palestra pública, no nos
sorprendió, al menos, a los que entendemos las condiciones en que
viajaste.
Muchas hubieran sido las festividades en las que te hubieras
visto involucrado, muchas hubieran sido las muestras de amor que te
hubiéramos profesado, muchos hubieran sido los momentos inolvidables
en tu memoria, si no hubiera sido por la naturaleza de tu visita.
Decirte…… ¿qué decirte?...tantas cosas quisiéramos expresarte que
ésta insignificante hoja de papel quedaría empequeñecida ante la
grandeza del hombre que la recibirá, se me achican las letras del
alfabeto, ante la posibilidad de que esto que escribo lo pueda leer
alguien a quien admiro y respeto desde siempre y por sobre
todas las cosas. Es impresionante, pero nunca dudado, tu valor, tu
convicción revolucionaria, tu firme resistencia ante las
limitaciones que te ha impuesto la vida, poner por encima de todo
tus firmes ideas ha sido un ejemplo que nos has legado, tú y tus
hermanos, que no son solo 4, sino muchos más. Ustedes nos enseñan
que debemos seguir luchando por lo que hemos defendido siempre, por
nuestra libertad, por nuestra soberanía, por nuestro espacio limpio
y puro.
Sí, fue un alivio, como bien dices en tu bello mensaje,
fechado 14 de abril de 2012, fue un gran alivio saberte entre
nosotros esos 14 días, ¿no sabes, ó sí?, que en cada día que pasaba
te imaginábamos en cada lugar donde estarías?, lo sabes, te
imaginabas cada cosa que te hubiéramos querido decir, expresar,
demostrar, brindar, entregar, nada hubiera sido tan convincente como
la muestra viva de expresión de amor que te hubiéramos entregado.
Regresa hermano, te esperaremos por siempre, te acogeremos como
merecen los hombres que aceptan con entereza y serenidad las tareas
encomendadas.
Un abrazo.
Para René
Querido hermano, ni siquiera tenias que hacer esas líneas de
agradecimiento, por los años de sacrificios que ustedes han tenido
por nuestro pueblo ya es bastante ejemplo, los que los queremos no
necesitamos más nada, son ustedes los que necesitan que sigamos
luchando, gritando la injusticia que se ha cometido y las que
cometen día a día con otras naciones, espero que América despierte
alguna vez y los que lo merecen paguen con creces los daños que han
producido tanto en sus familias, que vemos las canas poblando poco a
poco sus cabellos, solo quiero, y es lo que queremos todos los seres
humanos, es que se haga justicia, mientras tanto, nosotros que al
solicitar el regreso de los 5 no estamos haciendo nada comparado con
el sacrificio de ustedes seguiremos la lucha, estamos acostumbrados
a luchar y a vencer.
!Ojala! recibiera respuesta de algunos de ustedes, me sentiría,
más comprometida aun.
Con muchos besos