No
solo es el artista quien habla, sino sobre todo un ser humano
comprometido con principios éticos e identificado con ideales de
justicia. Es más, siente que si su potencial artístico ha podido
desarrollarse plenamente en nuestra sociedad es porque otros muchos,
antes y ahora, han desbrozado esos caminos de ética y justicia por
los que transita la Patria. Y entre ellos reconoce de manera muy
especial a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González,
Ramón Labañino y René González, los Cinco cubanos luchadores
antiterroristas que permanecen injustamente encarcelados desde hace
once años en Estados Unidos.
Por tales razones Alexis Leyva Machado, Kcho, junto a colegas
suyos y otros artistas e intelectuales, ha estado desde la madrugada
de este sábado en vigilia en el Monte de las Banderas, frente a la
sede de la Oficina de Intereses de los EE.UU. en La Habana, para
exigir que se ponga fin al arbitrario encierro.
"Estamos obligados a no olvidar ni un minuto lo que están pasando
los Cinco Héroes, Fidel lo ha dicho muchas veces, que cuando alguien
piense que es imposible hacer algo, piense en los Cinco", dijo a
Granma poco antes de emprender la acción.
"Hacemos y seguiremos haciendo —precisó—, sin desmayar hasta que
cumplamos nuestro objetivo, un llamado a la atención al mundo,
porque contamos con todos los argumentos para evidenciar la
necesidad de reafirmarnos con las ideas de la Revolución. Desde la
cultura y con la Revolución rendimos homenaje a nuestros Cinco
hermanos. Exigimos a Barack Obama la puesta en libertad de nuestros
compatriotas. Es hora de que sepa que son héroes antiterroristas y
no villanos como los presenta la prensa de la mafia cubanoamericana".
En diciembre del 2005, Kcho aportó cinco calcografías de su serie
La jungla a la campaña internacional por la liberación de los
luchadores antiterroristas. Al preguntársele acerca de cómo uno y
otro acto se engarzan con su actitud ciudadana y proyección
profesional, comentó:
"Soy un artista político, mi lealtad es con mi pueblo y creo
demostrarlo unido a la gente de mi país. La obra de arte más
maravillosa es la que hace la gente en su vida cotidiana. El que
escucha las voces de la tierra, incluso un campesino que conoce lo
que siembra, es un artista. Esta vigilia se nutre con la fuerza de
nuestra tierra, con la energía benéfica latente en nuestro país".