29 de agosto
de 2008 El Olimpo
de los Cinco
MARTA ROJAS
marta.rr@granma.cip.cu
El Olimpo de los Cinco es una
metáfora. Ellos, según José Rodríguez Fúster, no son dioses
mitológicos, sino terrenales. Se trata de una escultura
elevada, espléndida, que el ceramista y pintor ideó y creó
para contribuir, desde el arte volumétrico, en el estilo que
lo caracteriza, optimista y alegre, a la libertad de los
Cinco combatientes antiterroristas condenados injustamente
—algunos más allá de la vida humana posible— en los Estados
Unidos.
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El
monumento a los Cinco ya puede divisarse en
Jaimanitas. |
Detalle simbólico de la escultura:
los colores de la Bandera patria.
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Nos sorprendió hace unas horas descubrir la
escultura. Sabía, por el propio autor, que trabajaba en una
cerámica sobre Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón
Labañino, Gerardo Hernández y René González, mas el
monumento rebasa lo que había imaginado Fúster y ha hecho
realidad en su espacio de Jaimanitas, en el litoral oeste de
La Habana.
""La mano, en lo alto, es el elemento
anatómico de referencia en la escultura —precisó Fúster—,
asociada a la Bandera cubana. De los miembros del cuerpo
humano, la mano hizo al hombre racional, una mano abierta,
con el pulgar oponible, capaz de construir los instrumentos
que los primates no pudieron lograr pues sus extremidades
superiores no estaban completas. La mano como símbolo
aparece en varios carteles de la campaña por la libertad de
nuestros hermanos.
"En el espacio —explica el escultor— yo hice
coincidir este proyecto con mi homenaje a Cinco Palmas, ese
lugar histórico de la Sierra Maestra, la síntesis más
elocuente del optimismo y la seguridad en el triunfo.
Siempre me impresionó desde que, muy joven, como
alfabetizador, escuché la historia de Cinco Palmas donde
Fidel, luego de una azarosa caminata, azotado por los
bombardeos del Ejército batistiano, pudo reunirse con sus
compañeros y sumar un puñadito de armas. Eran siete fusiles
que no alcanzaban para todos sus compañeros, pero aseguró
que con ellos ganaba la guerra."
Esa obra, dedicada al histórico episodio de
la gesta de liberación, se yergue en galería al aire libre
de la residencia del artista en Jaimanitas. Mientras
contrasta ambas obras, la ya terminada y la que está en fase
final de construcción, Fúster reflexiona en voz alta: "Es
una constante de la Revolución convertir el revés en
victoria. El monumento a los Cinco, a punto de inaugurarse
—será muy pronto, pues estamos en el décimo aniversario del
encierro cruel-—, no es un ofrecimiento individual de mi
parte. Quisiera que la gente lo tomara como una contribución
simbólica de la comunidad de Jaimanitas y de todos los que
se han solidarizado con la obra, pues está realizada sobre
una estructura de acero y cemento que podía equivaler a la
altura de un edificio de más de una planta, revestida, a mi
antojo de artista, con azulejos de muchos colores, y erigida
en un punto alto, de manera que tiene el mar al frente,
porque el mar es lo único que nos separa de esos Cinco
patriotas. Ellos, representados en los cinco dedos de la
mano abierta, dicen: Aquí estamos, irreductibles. Dejaré un
espacio libre para algo que pienso hacer cuando ellos
regresen".
Es difícil interrumpir la palabra de Fúster,
dado el entusiasmo que vuelca en su trabajo. Pero le
preguntamos cuándo lo inició. Su respuesta, sin dejar de
trabajar en los andamios, aun a expensas del dolor, secuela
de un accidente que sufrió hace unos años. Explica: "Los
Cinco hermanos son patriotas e intelectuales. Uno escribe
hermosas cartas de amor, otro pinta, hacen versos, ensayos;
leo y veo su obra intelectual en situaciones extremas y se
me ocurrió rendirles un homenaje en vísperas del reciente
Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, pero
fue imposible, no tenía el tiempo que requiere una obra así;
sin embargo, no me amilané. Y vino bien, pues se hizo más
concreta y amplia la solidaridad, no solo de los
trabajadores y de quienes podían hacer aportes, sino por
parte de artistas como Vicente Feliú y Roberto Chile; de un
lado el trovador, del otro el fotógrafo que comenzó
fotografiando cada secuencia".
Al lado del monumento, Fúster ha concebido
un espacio recreativo para los niños del barrio. Una parte
de la realización, que aún no puede verse, está inspirada en
La Edad De Oro, de Martí.
"Quería guardar el secreto pero a ti, Marta,
no te lo puedo escamotear", confiesa. "El parque debe estar
listo en el ámbito del Aniversario 50 de la Revolución. Un
parque con juguetes inamovibles, con caballos y otros
animales y enseres de cerámica. Dedicado a un compatriota
muy especial y universal. Trabajamos para que esté listo el
28 de enero del 2009."
El desprendimiento del artista emociona.
"Ellos, bajo encierro, predican la alegría de vivir. Eso
merece un enorme respeto". |
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