Tal vez fue por mis pocos años, por mi falta de
experiencia, o porque preferí aferrarme a la idea martiana de
confiar en el mejoramiento humano, que realmente, esperé un poco de
justicia de la corte suprema y al enterarme el lunes 15 de su
negativa a revisar el caso de los 5, me quedé totalmente abrumada
ante la falta de coherencia de tal decisión.
Retumbaban en mis oídos las palabras de Obama en el
Cairo donde alentaba, nuevamente, a olvidar un pasado, lleno de
abusos de poder y de ingerencia, para poder construir un presente de
respeto y justicia; retumbaban en mis oídos sus palabras porque el
lunes 15 no fue parte del pasado, porque hoy mismo no es pasado y la
injusticia, y la aplicación arbitraria de la ley continua siendo la
realidad que nos presenta el gobierno norteamericano. Indudablemente
nunca cometeremos el error de olvidar nuestro pasado. Obama en el
Cairo también dijo que tenía la convicción inquebrantable de que
todas las personas anhelaban ciertas cosas y cito entre ellas "la
confianza en el estado de derecho e imparcialidad de la justicia",
expresó también que esto era un derecho humano". Si su discurso se
revierte en acciones concretas, si se libarán inmediatamente a
nuestros 5 hermanos, si la manipulación de la mafia y la impunidad
de los terroristas dejan de desacreditar la justicia norteamericana,
entonces, celebrando el regreso de nuestros hermanos a la patria,
veremos en las palabras de Obama, algo más, que un discurso
totalmente vacío.
Mientras esto no ocurra no tenemos ningún argumento
para confiar, ¿cómo hacerlo?, si se mantienen prisioneros a hombres
que arriesgaron la posibilidad de ver crecer a sus hijos o de
tenerlos, par hacerle un servicio a la humanidad, por combatir el
crimen, por proteger a niñas y niños cubanos y norteamericanos.
¿Cómo creer?, si terroristas confesos como Orlando Bosch andan
libremente, si se permite que Posada Carriles siga riéndose y
planificando nuevos crímenes, si despreciando la imparcialidad de la
justicia se libera a agentes israelíes, acusados de robar
información clasificada.
Mientras la justicia norteamericana se mueva según
le convenga a unos pocos, mientras parezca propia de un mundo al
revés y no del real, mientras no sea referente de rectitud, de
imparcialidad y salvaguarda de los derechos de todos por igual.
Mientras sea el sistema judicial norteamericano, cualquier cosa,
menos justo; seguiremos luchando por el regreso de nuestros 5 héroes
a casa, con sus familiares y amigos, seguiremos defendiendo su causa
en cualquier tribuna o escenario porque la sabemos justa y porque
estamos convencidos de que la verdad se impondrá sobre tantas
mentirás, de que ellos regresarán y que lo harán con la cabeza bien
alta y con la certeza de haber sido dignos herederos de la estirpe
de Maceo, Mella y Martí.