13
de
mayo de 2009
Mientras los Cinco siguen
encarcelados
EE.UU. retira los cargos a
dos espías israelíes
JEAN-GUY ALLARD
Los dos agentes israelíes que
se apropiaron de "una biblioteca de documentos del
Pentágono", según la investigación del FBI, no tendrán que
enfrentar ante el tribunal cargos de espionaje en Estados
Unidos.
Los
dos espías: Steve Rosen y Keith Weissman.
La decisión altamente política —y
necesariamente consultada al más alto nivel— ha sido
anunciada por Dana Boente, fiscal interina del distrito Este
de Virginia.
Boente sostuvo en una moción presentada ante
una corte de Alejandría que el caso estaba "abandonado por
previas decisiones de la corte". De acuerdo con la
funcionaria federal estas decisiones "generaron dudas de que
el gobierno ganaría el caso en contra de los dos presuntos
espías".
Steve Rosen y Keith Weissman, dos ex
dirigentes del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense
Israelí (más conocido por sus siglas AIPAC), fueron acusados
de conspiración por pasar información secreta de Defensa a
un diplomático de la embajada de Israel entre abril de 1999
y agosto del 2004.
El AIPAC, el multimillonario lobby israelí
que subsidia a la mayoría de los políticos norteamericanos,
mantiene en la capital norteamericana a miles de
"representantes" que están en contacto permanente con
políticos y funcionarios.
En su libro The Israel Lobby and U.S.
Foreign Policy, un best-seller del New York Times,
publicado en septiembre del 2007, el investigador John
Mearsheimer afirma que el AIPAC "es un agente de facto de un
gobierno extranjero".
Rosen, Weissman y un oficial del
Departamento de Defensa que les regaló miles de documentos
secretos, Lawrence Franklin, fueron acusados en el 2005 bajo
el Acta de Espionaje luego de una investigación del FBI.
Franklin se declaró culpable y fue
sentenciado en el 2006 a más de 12 años de prisión. A pesar
de la gravedad del crimen, se encuentra en libertad
condicional.
HAN CONTINUADO LIBRES
Franklin no era un funcionario cualquiera:
trabajó directamente con el Subsecretario Douglas Feith,
entonces descrito como "el Número Tres" del Pentágono, que
asesoraba sobre los temas del Oriente Medio e Irán.
Más aún, Franklin declaró ante el tribunal
que "ocasionalmente" se reunía con el secretario de Defensa,
Donald Rumsfeld, y el ex asesor del Pentágono, Paul
Wolfovitz, para orientarlos.
El material de Inteligencia entregado a los
dos agentes se refería al Oriente Medio y Al-Qaeda, temas
extremadamente sensibles.
El caso de Rosen y Weissman volvió a los
titulares hace poco cuando se reveló que la representante
demócrata por California, Jane Harman, había acordado buscar
un trato complaciente para ambos.
Mientras tanto, cinco cubanos arrestados por
el FBI en Miami cuando infiltraban grupos terroristas de esa
ciudad y luego acusados de conspiración para espiar cuando
nunca se acercaron ni a la sombra de un documento secreto,
fueron condenados a largas, injustas y desproporcionadas
sentencias, y esperan en prisión una decisión de la Corte
Suprema.
Debido a un amañado juicio, René González,
Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y
Fernando González siguen encarcelados hace más de diez años
en cinco prisiones distintas del inmenso territorio
norteamericano con contactos severamente restringidos con
sus familiares.
|