6
de junio del 2006
¿Fin del silencio?
Por primera
vez, desde que fueron arrestados los Cinco luchadores
antiterroristas cubanos el 12 de septiembre de 1998, uno de
los principales diarios de Estados Unidos publica un análisis
del caso
DEISY FRANCIS
MEXIDOR
La publicación
el pasado sábado de un extenso artículo en el periódico The
Washington Post sobre el caso de los Cinco antiterroristas
cubanos confinados en cárceles estadounidenses, podría ser
el principio del fin de lo que hasta hoy se ha erigido como un
muro de silencio en torno a esta causa, apoyada por miles de
amigos en el mundo y aún desconocida por la mayoría del
pueblo norteamericano.
Solo cuando
dentro de Estados Unidos se sepa la verdad sobre los Cinco,
estará más cerca el día de su liberación, ha reiterado en
más de una oportunidad Ricardo Alarcón, presidente de la
Asamblea Nacional, quien considera que hasta este minuto "los
grandes medios, con su disciplinada uniformidad, han preferido
no informar sobre este tema".
Tal uniformidad
ha sido una de las manifestaciones más curiosas de la "globalización"
en cuanto a qué asunto es noticia y cuál no lo es para el
poder mediático. Con insólita tranquilidad ignoraron el
proceso seguido contra los antiterroristas cubanos, el cual
tuvo todos los ingredientes para que fuese seguido con
interés; sin embargo, más allá de la ciudad de Miami, donde
informaron los medios locales —léase medios al servicio de
la ultraderecha cubano-americana—, no se supo nada.
Transcurridos
casi ocho años del arresto de Antonio Guerrero, Fernando
González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández y René
González, el Washington Post saca a la luz un análisis del
caso con una aproximación a esa verdad que se reclama.
El autor del
artículo, Manuel Roig-Franzia, fecha su trabajo en La Habana.
"Los europeos envían a sus casas desde aquí tarjetas
turísticas con estampillas que tienen las imágenes de cinco
caras, conocidas simplemente como `los muchachos' o `los
Cinco'. Las caras enormes, rodeadas por oleadas de banderas
cubanas, miran fijamente desde las paredes de las fábricas,
de los edificios de apartamentos y de las vallas", dice en su
reporte.
A partir de ahí
destaca denuncias sustentadas por la Isla respecto a la lucha
contra el terrorismo y el derecho de una nación soberana a
defenderse; además, señala que el arresto se produjo poco
después que las autoridades cubanas le facilitaran a sus
homólogas estadounidenses una abundante información que
contenía planes de acciones criminales de los grupos
asentados en el sur de la Florida. Entrevistado vía correo
electrónico por Granma, el abogado cubano-americano José
Pertierra es del criterio que si bien es cierto que es la
primera ocasión "que uno de los grandes periódicos de
Estados Unidos le dedica tanto espacio al caso de los Cinco,
ojalá decida darle seguimiento y que su cobertura no se
limite a un solo trabajo, pues este es un caso que merece
aquí una investigación periodística seria".
"El
artículo del Post es una buena introducción al tema para la
audiencia estadounidense, pero es un análisis muy
superficial. Por ejemplo, debería examinar `la perfecta
tormenta' de prejuicios en Miami durante el juicio de los
Cinco; explorar acerca de la relación entre la campaña de
terror de Luis Posada Carriles y el hecho de que Estados
Unidos no arrestó a los terroristas que financiaban y
planeaban la campaña criminal contra Cuba desde Miami y
Centroamérica; examinar los vínculos del presidente Bush
padrecon algunos de los terroristas cubanos más conocidos:
Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, y otros", explica.
"Todavía
falta mucho para que esta causa llegue a la opinión pública
estadounidense. El silencio tiene que romperse en los medios
de televisión, donde la gran mayoría de los estadounidenses
se enteran de las noticias.El hecho que haya salido en el Post
es muy importante. Es un paso afirmativo, pero falta mucho por
hacer", precisó.
¿Se rompió el
silencio?Lo cierto es que, por primera vez, desde que los
Cinco fueron encarcelados el 12 de septiembre de 1998, estamos
ante el hecho consumado de que uno de los principales
periódicos de la gran prensa norteamericana enfrente el
análisis del caso y lo haya hecho en su primera página, a
dos columnas, pues la historia de los Cinco fue hasta hoy
convenientemente ignorada por las grandes corporaciones que
tratan de monopolizar la información.
La publicación
en el Post podría develar lo que al pueblo norteamericano se
le prohíbe saber: que su gobierno protege al terrorismo en su
propio territorio y castiga con inusitada crueldad a quienes
allá lo combatan. Un espacio se ha abierto, y cito a
Alarcón: "Ojalá que el mensaje pudiera multiplicarse hasta
llegar a millones de personas a las que se ha negado el
derecho a la información y aunque el muro sigue en pie y
sólido, al decir de Pertierra, `ahora tiene un
pequeñoagujero por el cual entra un rayito de luz y con él
la verdad'".
|