17 de Julio de 2002 Los compinches ensangrentados de los
Bush
La reciente denuncia del periodista
norteamericano Jack McCarthy vuelve a colocar a la Florida en el centro del terrorismo
anticubano
POR FÉLIX LÓPEZ --del diario Granma--
"Florida no es solo un santuario
para jubilados y turistas. También es un refugio de terroristas, algunos retirados y
otros aún activos. Ahora bien, Florida no alberga el tipo de terroristas que
interesarían a nuestro torpe inspector de 'Seguridad Interior', Tom Ridge... Se trata de
la clase bienvenida en el patio trasero organizado por esos sopranos blancos, anglosajones
y protestantes de la familia Bush".
Así comienza un artículo del colega
norteamericano Jack McCarthy, que vive en Tallahassee y es corresponsal en Florida de Counterpunch.
Tras terminar la lectura de esta fresca acusación escrita el 8 de julio del 2002,
lo primero que se me ocurre es que la Corte de Apelaciones donde continúa dirimiéndose
la suerte de Cinco Patriotas cubanos, debería tomar nota de las declaraciones de este
periodista, disponibles en la mencionada publicación, o contactándolo a través de su
correo personal: jackm32301@yahoo.com.
McCarthy llama la atención sobre la
residencia en Miami de quienes él considera "compinches ensangrentados de la familia
Bush". Esa legión de mafiosos y terroristas, los mismos que obligaron a Cuba atendiendo
a un indiscutible estado de necesidad a infiltrar esos grupos y estar al
tanto de sus planes y acciones contra nuestro país, no dejan de ser noticia. Pero las
autoridades, "concentradas" en una lucha contra el mal, ignoran el peligro que
cobijan al Sur de la nación norteamericana.
El pasado 2 de julio, un editorial del St.
Petersburg Times denunció brevemente la conexión Bush-Bosch-Cantero, y advirtió
al hermano menor del presidente que considerara las repercusiones internacionales del
nombramiento de un terrorista impenitente al tribunal superior de Florida. Para entender
qué une a estos tres hombres, propone McCarthy, es necesario el repaso de una mínima,
pero monstruosa historia:
Orlando Bosch, fanático terrorista, hizo
estallar un avión civil comercial cubano en 1976, asesinando a los 73 pasajeros a bordo.
Tras calificar el incidente de "acto legítimo de guerra", pasó diez años en
una cárcel venezolana y regresó "victorioso" a los Estados Unidos, provocando
el choque y el horror de muchos. Sin visa, fue arrestado por violar su libertad
condicional y aparecer vinculado a otro atentado terrorista contra un barco polaco
atracado en Miami.
El entonces secretario de Justicia, Dick
Thornburgh, instó enérgicamente al presidente Bush (padre) a que sacara a Bosch a
patadas mediante una orden de deportación. Pero gracias a algunos influyentes de peso
pesado, Bosch no solo no fue deportado, sino que se le indultó. Anótese este
"éxito" al Gobernador de Florida, Jeb Bush, y a Raúl Cantero III, este
último, abogado de Bosch.
Por aquellos años, Jeb Bush era el jefe de
la campaña de Ileana Ros-Lehtinen, una candidata para el antiguo escaño parlamentario de
Claude Pepper y partidaria del terrorista Orlando Bosch. Ahora, Jeb ha terminado
presionado por la mafia anticubana para que nombre a Raúl Cantero como el primer miembro
latino de la corte suprema del estado de Florida. Entre las múltiples reacciones en
contra está la de un conocido presentador de la radio de Miami, que ha implorado a los
oyentes que envíen correos electrónicos a Bush expresando sus objeciones.
El círculo ha vuelto a cerrarse. Lo que
denuncia McCarthy es algo más que peligroso. Con Raúl Cantero en la Corte Suprema, Bosch
y los demás matones anticubanos cobijados en Florida, encontrarían una nueva grieta para
continuar atentando contra la Isla... Todos los días aparecen más elementos que
demuestran la importancia del trabajo que realizaban los Cinco jóvenes cubanos en las
entrañas de esos grupos mafiosos y terroristas.
Por estos días en medio del silencio
cómplice de los medios pagados por la mafia se realiza en West Palm Beach un juicio
civil contra "los gemelos del terror", los antiguos generales salvadoreños
José Guillermo García y Carlos Vides Casanova, dos favoritos de Jeb Bush que
"tienen las manos más manchadas con sangre que un carnicero de Chicago y han vivido
una vida confortable en Miami durante cerca de una década", según McCarthy.
Existe la opinión generalizada de que
fueron ellos quienes aprobaron los asesinatos de las seis monjas estadounidenses. Por ese
motivo los gemelos debieron abandonar El Salvador, y fueron acogidos con los brazos
abiertos por sus patrocinadores en el estado de Florida. Desde entonces Miami es su hogar
y el gobernador los tiene entre sus más frecuentes invitados. Ya se sabe, de antemano,
qué ocurrirá en el juicio y es perfectamente previsible el veredicto del jurado.
Los responsables de impartir justicia en la
Corte de Miami que injustamente mandó a prisión a Cinco cubanos que combatían el
terrorismo, deja sueltos en las calles a los autores de numerosos crímenes. Esta vez no
lo decimos nosotros. Por favor, contacten a McCarthy.
|