8 de Junio de 2002 NEGACION DE LA MOCION DE CAMBIO DE
JURIDISCCION
Miami vs. supuestos espías
Encuesta realizada por el Profesor de la
Universidad de la Florida, señor Gary Moran, puso de relieve la existencia de un
sentimiento público contra los cinco acusados cubanos y revelaba que de hecho todos eran
ya convictos, en la opinión pública y en los medios masivos de comunicación dentro de
Miami, de ser agentes del Gobierno cubano y de todos los cargos que se les imputaban
Una de las irregularidades más importantes y trascendentales que ha tenido
el proceso seguido contra los Cinco Patriotas cubanos sancionados por la Corte del
Distrito de Miami como supuestos espías, ha sido, sin duda, la negativa a cambiar la
jurisdicción de dicho Distrito para otro admisible.
La causa principal se centraba en el alto
nivel de prejuicio y el violento clima de animosidad que existe en la opinión pública y
en los medios influyentes en la vida social en Miami, entre ellos los medios masivos de
comunicación, que impiden que cualquier jurado pueda desempeñar sus deberes de manera
verdaderamente imparcial.
Dicha irregularidad no se circunscribe a un
momento o un incidente del proceso, sino que lo afecta todo; lo vicia de nulidad, porque
orgánicamente impide el justo proceso y las bases legales de la administración de
justicia en EE.UU.
La negativa al cambio de jurisdicción,
debidamente solicitada por los abogados defensores de los cinco cubanos, constituyó,
además, una flagrante violación de las Enmiendas V y VI de la Constitución
norteamericana, por lo cual hacen del resto del proceso un conjunto de acciones
absolutamente inconstitucionales. Es posible afirmar que desde ese momento, todo el
proceso fue realmente ilegal e inconstitucional.
En la primera semana de febrero del 2000,
los abogados de la Defensa presentaron dos mociones solicitando que el juicio fuera
trasladado a Fort Lauderdale. Para ello argumentaron que en Miami estaba el núcleo
básico de lo que ellos llaman el anticastrismo, que no es otra cosa sino los elementos
terroristas y de la ultraderecha; también ampararon su pedido en una encuesta a la que
enseguida me refiero, que arrojó la existencia de prejuicios en Miami hacia los acusados.
El 27 de julio la Jueza rechazó esa solicitud.
En consecuencia, en el momento procesal
oportuno, los abogados defensores de los cinco acusados cubanos: Gerardo Hernández, René
González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González, solicitaron a la Corte
Distrital el cambio de jurisdicción, al amparo de las Enmiendas V y VI de la
Constitución de los Estados Unidos, que garantizan en la Regla 21 de la Reglamentación
de las pruebas, el derecho de los acusados a un cambio de jurisdicción siempre y cuando
el Distrito no satisfaga las garantías básicas para la celebración de un juicio justo e
imparcial.
Estas mociones, como ya dijimos, fueron
denegadas el 27 de julio del 2000 y, con ello, se violaron las Enmiendas V y VI de la
Constitución norteamericana y el juicio quedó afectado de nulidad por carecer del
mínimo de garantías para ser imparcial y justo. De ese modo, además, se violaron los
principios jurídicos procesales universales sobre el llamado justo proceso.
Las diez primeras enmiendas a la
Constitución norteamericana fueron hechas en 1791 y constituyen el grupo especial que se
conoce como el Bill of Rights, es decir, la Declaración de Derechos. Si
bien todas las enmiendas forman parte orgánica de la Constitución norteamericana, estas
diez tienen una connotación especial en general, y particularmente en lo referido al
pleno goce de los derechos y garantías civiles.
La V Enmienda establece, entre otros
derechos esenciales de toda persona, que no podrá ser "privado de su vida, de su
libertad o de su propiedad, sin el debido procedimiento de Ley". La VI Enmienda, de
forma más directa y específica, regula que "En todas las causas criminales, el
acusado gozará del derecho a un juicio rápido y público, ante un jurado imparcial del
estado y distrito en que el delito haya sido cometido, distrito que será previamente
fijado por la Ley..."
El sistema judicial norteamericano ha
prestado extraordinaria importancia a este elemento del proceso. Comoquiera que el
veredicto sobre los hechos que se juzgan depende de ese Jurado, es indispensable que el
mismo sea absolutamente imparcial y actúe guiado por los más altos intereses de la
verdad y la justicia.
En los Estados Unidos se ha acumulado una
copiosa cantidad de precedentes judiciales, con plena validez jurídica y vinculatoria
dentro del sistema legal anglosajón, sobre este particular esencial.
La esencia del principio ha sido reiterada,
pero vale la pena recordar la doctrina legal sentada por el precedente establecido en el
caso Irwin vs. Dowd en el cual se dijo que:
"El derecho a un juicio mediante jurado
le garantiza al acusado un juicio justo mediante un panel imparcial e indiferente de
jurados. Un fallo (error) en el establecimiento de una audiencia justa viola incluso las
más mínimas reglamentaciones de un proceso. Un juicio justo, con un tribunal justo, es
un requisito básico de un buen proceso judicial."
En las mociones presentadas solicitando el
cambio de jurisdicción, se hizo énfasis en la actitud prejuiciada que mantiene contra el
régimen cubano una parte influyente de la comunidad cubana residente en Miami, muy activa
en el Condado de Dade, en la Florida. Se aludió a la oposición política de esos
individuos contra la Revolución, fundada en razones histórico-políticas, y se sostuvo
que en esas condiciones existía un clima de prejuicio y de toma de posición inicial
dentro del Condado y el Distrito, en los cuales, en consecuencia, ningún jurado podía
realizar su mandato de manera imparcial.
Cuando se pretendió sustanciar la evidencia
de esos prejuicios se hizo uso de la encuesta realizada por el Profesor de la Universidad
de la Florida, señor Gary Moran, que puso de relieve la existencia de un sentimiento
público contra los cinco acusados cubanos y revelaba que de hecho todos eran ya
convictos, en la opinión pública y en los medios masivos de comunicación dentro de
Miami, de ser agentes del Gobierno cubano y de todos los cargos que se les imputaban.
La encuesta realizada por el Profesor Gary
Moran probaba la existencia en el Condado Dade de Miami, de un sentimiento público en
contra de los acusados a los que se consideraba "agentes del gobierno comunista de
Fidel Castro."
Estas conclusiones de la encuesta realizada
por el Profesor Moran se patentizaron desde el proceso de selección del Jurado que
comenzó el 27 de noviembre del 2000. En el largo proceso de exclusión de más de 200
posibles miembros del Jurado se constató, de un lado, el alto número de personas que
estaban vinculadas, conocían o incluso dependían laboralmente de importantes personeros
de la emigración anticubana activa en Miami.
*JULIO FERNANDEZ BULTE, Profesor Titular de
la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana
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