5
de mayo del 2004
Encuestas que no
debieron ser ignoradas
Rafael Hojas Martínez
El psicólogo
norteamericano Kendra H. Brennan, presidente de la KHB
Consulting Inc., firma encargada de hacer investigaciones
estadísticas y ofrecer consultoría legal, demostró científicamente
que el sentimiento de animosidad de la comunidad de
Miami Dade contra los cinco luchadores antiterroristas
cubanos, presos injustamente en Estados Unidos, era más que
suficiente para que las autoridades de la Corte accedieran a
las reiteradas solicitudes de cambio de sede hechas por los
abogados de la defensa en interés de la justicia.
Brennan
-contratado por la defensa de Los Cinco para examinar un cúmulo
de estudios sobre las actitudes de los habitantes de Miami
Dade con respecto a la Isla- refirió en declaración jurada
los resultados obtenidos en dos encuestas sobre el tema de
Cuba, realizadas por el Instituto para la Investigación de la
Opinión Pública de la Universidad Internacional de la
Florida durante varios años.
Las dos
respuestas a las preguntas de la Encuesta Cuba del año 2000,
una de las investigaciones de Brennan, llevada a cabo un mes
antes de la selección del jurado en el caso de Los Cinco,
muestran una marcada diferencia entre las actitudes hacia Cuba
de los ciudadanos que residen en el Condado de Miami Dade y
las del resto del país.
Al
preguntar a los encuestados si estaban totalmente a favor de
apoyar una acción militar directa de Estados Unidos contra la
Isla, los porcentajes se expresaron de la manera siguiente:
- Muestra
local cubana (Miami Dade)
49,7
%
- Muestra
local no cubana (Miami Dade)
26,0 %
- Muestra
nacional (EE.UU.) 08,1
%
Cuando la
encuesta se interesó por conocer si los consultados apoyaban
una acción militar por parte de la comunidad cubana de Miami,
los resultados se desglosaron así:
- Muestra
local cubana (Miami Dade)
55,8 %
- Muestra
local no cubana (Miami Dade)
27,6 %
- Muestra
nacional (EE.UU.) 05,8
%
Las estadísticas
permitieron a Brennan concluir que en la comunidad cubana de
Miami Dade existía una actitud de estado de guerra contra el
gobierno de La Habana.
La Encuesta
Florida, otro estudio referido por Brennan -aplicado sólo en
este Estado-, indagó si la política de Estados Unidos
hacia Cuba debía promover el mejoramiento de las relaciones,
intensificar la oposición contra la Isla o mantener el estado
actual.
El
porcentaje de personas en cada una de las muestras que
respondieron que Estados Unidos debía intensificar su
hostilidad contra Cuba, se comportó de la siguiente forma:
- Condado
de Broward
26,5%
- Condado
de Miami Dade
74,5%
Los
estudios hechos por Brennan demostraron que en la medida que
uno se aleja del distrito de Miami Dade las actitudes
anticubanas son menos dominantes.
Pero,
lamentablemente, los resultados de estas encuestas fueron
desestimados por el Tribunal. La complicidad contra los cinco
acusados era total. Las probabilidades de administrar con
justicia en Miami un caso relacionado directamente con Cuba
son prácticamente nulas.
El
prejuicio existente contra el gobierno de La Habana y los
cinco presos políticos cubanos en el sur de la Florida no
obedece a una coyuntura específica, son actitudes que tienen
una larga data, enraizadas desde el mismo triunfo de la
Revolución y enarboladas aún por una minoría económica y
políticamente poderosa, que por más de cuatro décadas ha
sido protegida y amparada por las diferentes administraciones
norteamericanas.
De ahí que
el tono de predisposición miamense hacia el proyecto
socialista cubano, lejos de disminuir, se acrecienta.
Nadie podrá
olvidar que cuando la humanidad entera se manifestaba contra
la guerra en Iraq, vísperas de la invasión norteamericana,
Miami fue la única ciudad en el mundo que favoreció el
pretexto de la acción militar de EE.UU. y sus aliados, bajo
el lema “Iraq ahora, Cuba después”.
Nadie podrá
olvidar las recientes maniobras realizadas por las autoridades
de Miami para boicotear la presencia de los artistas de la
Isla, como parte de la política de bloqueo al intercambio
cultural entre ambos pueblos.
Recordemos
cómo en los últimos meses, el connotado terrorista Orlando
Bosch y el congresista cubanoamericano Lincoln Díaz Balart,
este último con estrechos vínculos con la mafia anticubana,
aprovecharon su presencia en las televisoras del sur de la
Florida para convocar a acciones violentas contra Cuba, y para
colmo de impunidad convocar al asesinato del Presidente Fidel
Castro.
El pasado
seis de mayo la administración Bush, como tradicionalmente
acostumbra en fecha cercana a los 20 de mayo, anunció nuevas
medidas para recrudecer aún más su política agresiva y
hostil contra Cuba. Como es natural, estas acciones de
Washington –fraguadas en complicidad con la ultraderecha
miamense- responden únicamente a las presiones de esta última
como condición para apoyar la reelección del actual
inquilino de la Casa Blanca.
Y aun así,
todavía algunos se empeñan en sostener que Miami Dade es un
“centro urbano extremadamente heterogéneo”, “políticamente
no monolítico” y con “gran diversidad”, y por
consiguiente inmune a las “influencias externas”. Allá
quienes insistan en tapar el sol con un dedo.
Tomado de www.trabajadores.cubaweb.cu
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