Un
panel de tres jueces del Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta
ratificó este miércoles los veredictos de culpabilidad de los Cinco
antiterroristas cubanos, prisioneros en cárceles de Estados Unidos
desde 1998, y anuló las sentencias de tres de ellos que deberán ser
sentenciados nuevamente en Miami. Se ratificaron a su vez las
sentencias de René González (15 años) y Gerardo Hernández (dos
cadenas perpetuas más 15 años). En este último caso la decisión del
panel fue 2-1. En una opinión de 16 páginas la jueza Phyllis
Kravitch afirma que el Gobierno no había presentado evidencias
suficientes para probar que Gerardo era culpable del Cargo de
Conspiración para cometer asesinato.
Los casos de Ramón Labañino (cadena perpetua más 18 años),
Fernando González (19 años) y Antonio Guerrero (cadena perpetua más
10 años) fueron enviados para que la jueza del Tribunal de la
Florida proceda a re-sentenciarlos. Será la jueza Joan Lenard quien
deba convocar una audiencia para emitir el próximo fallo. Lenard fue
quien dictó en el 2001 las desproporcionadas condenas impuestas a
los Cinco. La decisión de 99 páginas de la Corte de Atlanta,
redactada con un lenguaje politizado ajeno a un texto legal que
favorece explícitamente la posición del gobierno, dictaminó que
"carecían de mérito" los argumentos de la defensa referidos a los
cargos en apelación.
Por la trascendencia del tema, Cubadebate ofrece la
transcripción literal de la entrevista que Arleen Rodríguez le
realizara a Leonard Weinglass, abogado de Antonio Guerrero y miembro
del equipo de juristas que lleva la defensa de los Cinco cubanos
presos en Estados Unidos. El diálogo fue transmitido originalmente
en la Mesa Redonda, programa estelar de la Televisión Cubana, el
jueves 5 de junio 2008.
Arleen Rodríguez.- Weinglass ayúdenos a entender ¿Qué dicen
en síntesis las 99 páginas del fallo de la Corte de Apelaciones de
Atlanta?
Leonard Weinglass.- Lo que significan, en breve, es que las
cadenas perpetuas de dos, las de Antonio y de Ramón, fueron quitadas
y hay un programa para su resentencia nuevamente en Miami ante la
jueza Lenard.
La sentencia de Fernando va a reducirse.
Arleen Rodríguez.- Pero Ramón y Antonio tienen cargos
diferentes de Fernando. ¿Qué significa que sean devueltos los tres a
Miami y qué podría esperarse?
Leonard Weinglass.- Cuando fueron arrestados los Cinco en
1998, el Pentágono y el Ministerio de Justicia hicieron una
declaración diciendo que la seguridad nacional de Estados Unidos no
había sido dañada. Ahora, después de estar 10 años en prisión,
tenemos una afirmación por una corte de alto nivel de que no hubo
espionaje y que ninguna información muy secreta había sido obtenida
ni trasmitida. Eso lo encontró así la Corte, y aun así regresan a
una resentencia y no estamos seguros de cuál sería la nueva
sentencia; pero no sería, en este caso, cadena perpetua, y ellos
pudieran, incluso, regresar a casa.
Arleen Rodríguez.- ¿Por qué Gerardo no está incluido en esa
revisión?
Leonard Weinglass.- El caso de Gerardo era el caso más fácil,
de acuerdo con todos los abogados, y pudo haber sido retirado. Sin
embargo, aunque su caso es fácil desde el punto de vista legal,
desde el punto de vista político es el caso más difícil, debido al
clima político existente en Miami. La Corte no tuvo el coraje de
dejar a un lado una condena por conspiración para cometer asesinato
cuando cuatro residentes de Miami fueron las víctimas.
Arleen Rodríguez.- El hecho de que la Corte de Apelaciones de
Atlanta haya decidido reenviar a Miami, en el caso de Ramón, de
Fernando y de Antonio, significa que se exageraron las condenas, ya
eso es una prueba de mala conducta, ¿no es absurdo entonces que se
le devuelva a la propia jueza que impuso esas condenas tan elevadas?
Leonard Weinglass.- Es desafortunado.
En esta decisión de 99 páginas, encuentran que la jueza Lenard
cometió errores al sentenciar a Fernando; cometió errores al
sentenciar a Antonio; cometió errores al sentenciar a Ramón; cometió
errores en las instrucciones que le dio al jurado sobre Gerardo, y,
de acuerdo con dos de nuestros tres jueces, cometió errores al negar
el cambio de sede.
A pesar de estos seis o siete errores serios, la Corte devuelve
el caso a la jueza Lenard.
Arleen Rodríguez.- ¿Qué recursos judiciales quedan?
Leonard Weinglass.- Sí tenemos aún recursos disponibles. En
primer lugar, podemos, inmediatamente, el 24 de junio, pedirles a
estos tres jueces que reconsideren su decisión a la luz de muchos de
los errores que cometieron en esta decisión que dieron, y vamos a
hacer eso.
Si ellos no reconsideran este razonamiento, entonces tenemos el
derecho de ir a la Corte Suprema de Estados Unidos para reconsiderar
todos o algunos de los asuntos que hemos presentado, incluyendo la
sede, la mala conducta de la Fiscalía, la insuficiencia de la
evidencia en contra de Gerardo y otros asuntos que esta Corte ha
decidido, incluyendo el uso de un procedimiento secreto en contra de
los Cinco entre la jueza y la Fiscalía, y también de mantener
evidencias secretas, que pudieron haber sido entregadas a la
defensa.
Arleen Rodríguez.- Este fallo se produce en un momento en que
el pueblo norteamericano está concentrado en el tema electoral y
quizás no tiene atención hacia otros asuntos como, junto con el de
los Cinco, otro que ha llamado la atención, el posible indulto a
Luis Posada Carriles, que ya está libre en las calles de Miami, y
uno se pregunta si el equipo de abogados ha tenido en cuenta la
doble moral del gobierno norteamericano en relación con el
terrorismo, que se hace visible tanto en el tratamiento del caso de
los Cinco, que son luchadores antiterroristas y están presos y no
hay fallo absolutorio, y la liberación de un terrorista confeso como
Luis Posada Carriles. ¿Eso se toma en cuenta en las apelaciones de
los abogados?
Leonard Weinglass.- En realidad esta contradicción, la cual
es muy clara en los hechos que usted citó, no está disponible a
nosotros en las escrituras legales del caso; sin embargo, en la
opinión original del primer panel al cual nosotros apelamos, ellos
sí escribieron una nota al pie, especial, en la cual se refieren a
Carriles y entonces lo nombran como terrorista. Desafortunadamente,
en esta opinión de 99 páginas, no hay esas referencias.
Arleen Rodríguez.- Este fallo también se produce un 4 de
junio, cumpleaños de Gerardo. El hecho de que se confirma por el
Tribunal de Apelaciones la condena para uno de los cargos más
frágiles que tiene todo este proceso, que es la conspiración para el
asesinato y, en general, los cargos contra Gerardo, parece un acto
deliberado de crueldad contra este joven luchador antiterrorista.
¿Cómo lo ve usted?
Leonard Weinglass.- Esto quizás pudo no haber sido un
accidente. Las personas, incluso, lo toman en cuenta como una
intención insensible contra un hombre que sirvió honorablemente a su
país. Sin embargo, cuando usted lee toda la opinión que dieron, en
particular las primeras 40 páginas, para nosotros, como abogados,
está bien claro que hay prejuicio ideológico en la escritura. Y el
hecho de dar la decisión el día del cumpleaños de Gerardo, puede ser
visto como usted sugiere: un acto intencional.
Arleen Rodríguez.- ¿Qué razones podría darnos un abogado como
Leonard Weinglass para que podamos seguir creyendo que hay alguna
posibilidad de que triunfe la justicia en el sistema legal
norteamericano, en el caso de los Cinco?
Leonard Weinglass.- Lamentablemente, este caso es una de esas
situaciones donde creo que el gobierno de Estados Unidos está
utilizando su sistema de justicia para lograr un objetivo de
política exterior. Es por eso la diferencia con el caso de Posada
Carriles, y entre el caso de Posada Carriles y este caso.
Cuando esto sucede históricamente y se revela esta existencia de
prejuicio político, los norteamericanos sienten un gran sentimiento
de vergüenza en las leyes y en la confianza del sistema de justicia,
en los tribunales de justicia.
Arleen Rodríguez.- Si tuviera que decir en una frase qué
opinión le merece este fallo del 4 de junio...
Leonard Weinglass.- Al menos, Gerardo debió haber sido
liberado de todas las condenas y todas las cadenas perpetuas
debieron haber sido revocadas.
O sea, ganamos una parte pequeña del caso en estos momentos, pero
el asunto de la sede está aún vivo y lo vamos a presentar nuevamente
ante la Corte Suprema, y, afortunadamente, vamos a comenzar el
trabajo de base para que los Cinco regresen a casa.
Estamos preparados para seguir luchando y, con suerte vamos a
lograrlo, como lo hicimos anteriormente, y como vamos a hacerlo y
debemos hacerlo en el futuro.
Nosotros ganamos la revocación de las cadenas perpetuas, y esto
es una victoria bastante significativa; pero estamos, realmente, muy
defraudados al no haber ganado la parte más débil del caso que
presentó la Fiscalía, y debíamos haberla ganado.
Arleen Rodríguez.- Que es el cargo tres, ¿no?
Leonard Weinglass.- Sí, el cargo tres.
Cualquier abogado que revise ese cargo, incluyendo a los
fiscales, han concluido que no se pudo haber hecho una condena sobre
la base de la evidencia que se presentó; y uno de los jueces
escribió una opinión de 16 páginas, y muy claramente y de una forma
muy fuerte dijo que Gerardo no era culpable de esos cargos. Esta es
una declaración fuerte y poco usual, por una jueza de 85 años, que
ha sido una jueza federal de apelaciones casi un cuarto de siglo.
Este es un acto o una acción histórica realizada por una jueza,
incluso, en el cargo que incluye la conspiración para cometer
asesinato, que, incluso, su posición es por debajo de la Corte
Suprema; ella es una de las líderes más reconocidas del sistema de
tribunales en Estados Unidos.
Arleen Rodríguez.- Esa es la jueza Kravitch.
Leonard Weinglass.- Sí, Kravitch.
Ella fue nombrada por Carter, un hombre que cree más en los
derechos humanos que muchos de los otros líderes nacionales. Él la
escogió de una corte o un tribunal muy pequeño, en Georgia donde
ella practicaba el derecho, a pesar de haberse graduado por encima
de sus compañeros de clases, en uno de los colegios de derecho más
prestigiosos en Estados Unidos; pero ella no encontraba trabajo en
ninguna firma de abogados grande porque era mujer. Entonces, ella
entiende claramente el precio que las personas tienen que pagar
cuando son víctimas de un prejuicio, y creo que ella aporta esto a
su trabajo como jueza.
Arleen Rodríguez.- Muchas gracias por sus palabras para
nuestra Mesa Redonda.