Entrevista con leonard
Weinglass
¡Cuán afortunado soy de defender a los
Cinco!
DEISY FRANCIS MEXIDOR
Leonard
Weinglass, jurista de Nueva York, es toda una cátedra en el
ejercicio del derecho. Mantiene una vitalidad profesional envidiable
a más de 40 años de práctica como abogado defensor. Su máxima ha
sido —y es— el perenne compromiso por la justicia, razón por la
cual ha representado a acusados que no han recibido un trato legal
justo.
Renombrados litigios como el de
Ángela Davis, los Ocho de Chicago, los Papeles del Pentágono, el
de la actriz Jane Fonda o el de Mumia Abu Jamal se suman a su aval
en estas lides; "pero quizá solo los más viejos los
recuerden", dijo con sencillez, durante su intervención en el
encuentro celebrado en La Habana entre un grupo de la Asociación
Latina de Abogados de Estados Unidos con homólogos en la Isla.
Hace casi cuatro años forma parte
del equipo de la defensa de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero,
Ramón Labañino, Fernando González y René González, los Cinco
cubanos arrestados desde el 12 de septiembre de 1998, quienes
infiltraron las organizaciones terroristas asentadas en el sur de la
Florida para impedir actos criminales contra la Isla.
EL JUICIO MÁS LARGO
Durante el diálogo con Granma,
Weinglass sostiene que el proceso seguido contra los Cinco en Miami
es "el juicio más largo ocurrido en Estados Unidos", pues
duró casi siete meses y en el mismo se cuentan 119 volúmenes de
transcripciones, más de 200 comparecencias con una gran cantidad de
testigos, entre ellos varios generales estadounidenses y Richard
Nuccio, asesor de Asuntos Cubanos en la Casa Blanca durante dos
años de la administración de William Clinton (1992-2000).
El Gobierno cubano recopiló una
copiosa información sobre las actividades terroristas planificadas
contra la Isla y las incluyó en cuatro volúmenes, de conjunto con
cintas grabadas, entregados a las autoridades norteamericanas en
junio de 1998. "Les dieron ese material donde documentaban
residencias, ubicaciones de campamentos y actividades de esos grupos
que violaban las leyes estadounidenses, sobre todo la de
neutralidad, pues por los planes que proyectaban pensaban ejecutar
acciones militares contra una nación con la cual Estados Unidos no
estaba en guerra.
"Todo eso se lo facilitaron a
Washington y Cuba no recibió respuesta, no ocurrió nada. Nuestro
prestigioso periódico The New York Times, también recibió esa
valiosa información y no publicó nada. Se ha permitido con total
impunidad que los mercenarios operen en la Florida y no se ha
actuado en consecuencia, fue esa la razón que motivó a Cuba el
envío a mi país de un grupo de patriotas para que monitorearan las
actividades de las fuerzas mercenarias que creaban violencia contra
Cuba. Lo único que hizo el Gobierno de Estados Unidos, sin embargo,
es historia conocida: apresaron a los posibles mensajeros."
"Ellos fueron a Estados Unidos
sin armas, el gobierno no las encontró, no lastimaron ninguna
propiedad, se infiltraron en los grupos que operaban contra Cuba y
lo hicieron con éxito. No cometieron ningún crimen contra los
estadounidenses, no lastimaron a nadie y reportaban sobre las
actividades de esas organizaciones."
NO SON CULPABLES
A los Cinco cubanos los culparon de
26 cargos, tras un proceso irregular, pleno de violaciones, durante
el cual los abogados no tuvieron acceso a buena parte de la
evidencia, porque esta fue puesta bajo la llamada ley de
información clasificada. "Hay documentos que nosotros no hemos
podido ver ni siquiera", refiere Weinglass; sin embargo, se
sabe que no eran documentos del gobierno.
Por eso comenta que "este es el
primer caso en la historia de Estados Unidos en que el tribunal ha
dicho: aunque este es un caso de espionaje, señoras y señores del
jurado, no tenemos documentos específicos, ni siquiera una página
que acuse por espionaje. No dieron ni una página de información
clasificada".
Pero "Miami es diferente a
cualquier ciudad de Estados Unidos, es la única que tiene su propia
política exterior, que ha sido investigada por un grupo
estadounidense por las violaciones de los derechos humanos, y de la
que se ha dicho que no es una ciudad segura y nada se puede resolver
ahí respecto a Cuba. Por ejemplo, el caso de Oklahoma fue sacado
para Denver, a 200 millas, para evitar prejuicios del jurado y
nosotros solicitamos mover el de los Cinco a unas escasas 25 millas
de Miami, a Fort Lauderdale y no se concedió, no pudo ser
trasladado".
Cuando la defensa presentó su
apelación en el Onceno Circuito de Atlanta, un panel de tres
jueces, que se tardó 16 meses para dar el veredicto, "dio un
dictamen de 93 páginas, el más extenso de la historia de Estados
Unidos, en el que por primera vez también dijeron de manera
unánime que el proceso seguido en Miami había sido un error y
anularon todas las sentencias.
"Explicaron que este caso
presentaba la tormenta perfecta de prejuicios contra Cuba, por tanto
esto había que revertirlo y en la última página del dictamen
escribieron algo que yo nunca había visto en una Corte de
Apelación: una declaración de esta a la comunidad de Miami
pidiéndole que entendieran que los jueces federales lo primero que
debían hacer era aplicar los preceptos constitucionales de manera
justa y que debía haber una disculpa por esa mala aplicación de
los procedimientos de un juicio justo."
"Fue una decisión sin
precedentes", expresó Weinglass, pero el gobierno
norteamericano inconforme y a través de la Fiscalía, solicitó la
reconsideración del veredicto por todos los miembros del panel del
Circuito, lo cual se concedió y la audiencia oral se efectuó en
Atlanta el pasado 14 de febrero. "Estamos esperando el
fallo".
Aunque hay confianza y seguridad en
todos los argumentos presentados, pues se sabe que la verdad está
de nuestro lado, no se puede obviar que el caso de los Cinco es un
proceso político desde el comienzo, la propia solicitud de
reconsideración del veredicto del 9 de agosto lo confirma. Los
obstáculos no son pocos, por ejemplo, en los últimos 25 años el
Onceno Circuito de Atlanta nunca ha otorgado una victoria a un
abogado de la defensa.
"A la historia de este caso, le
encuentro un paralelo con la de las relaciones entre los dos
países. Nuestro sistema legal ha sido afectado por las exigencias
de la política exterior hacia Cuba."
Usted integra el equipo de la
defensa, pero representa a Antonio Guerrero. ¿Ha tenido contacto
reciente con su cliente?
"Mantengo contacto por teléfono
con Tony. Se encuentra bien, a pesar de estar en una prisión de
máxima seguridad, que tiene la reputación de ser una de las peores
de Estados Unidos. Cuando su madre lo va a visitar nunca se le
permite que lo pueda ver todo el tiempo, debido a una razón u otra
siempre le recortan el tiempo de la visita."
Se cumplirán tres meses de la
celebración de la vista oral ante el pleno de la Corte de
Apelaciones de Atlanta. ¿Alguna novedad?
"No se ha recibido ninguna
noticia del tribunal de Atlanta, pero los más recientes
acontecimientos a nivel nacional deberían ser favorables para el
caso de los Cinco, me refiero a las maniobras que intentan proteger
al terrorista Luis Posada Carriles en Estados Unidos; además, hay
otros dos casos pendientes en la Florida, el de Santiago Álvarez
Fernández- Magriñá y Osvaldo Mitat, a quienes se les iniciará un
proceso judicial próximamente, y por último, el arresto de Robert
Ferro, en Los Ángeles, que le encontraron un número importante de
armas y declaró ser de Alpha 66. Todos son terroristas
confesos.
"Ello muestra aún más que Cuba
ha sido víctima de una agresión que ha procedido de Estados Unidos
y esta ha sido la posición fundamental que hemos defendido en
nuestro caso. Los acontecimientos recientes nos hacen sentir un
poquito más optimistas respecto a la decisión que pudiera tomar la
Corte de Atlanta."
Hace alrededor de cuatro años que
usted forma parte del equipo de la Defensa de los Cinco
antiterroristas cubanos, ¿qué le ha aportado esta
posibilidad?
"He aprendido cuán afortunado
soy de estar defendiendo a estos Cinco jóvenes como abogado
estadounidense. En persona he podido apreciar su coraje, valentía,
su fortaleza de principios, y para mí ha sido un privilegio. Puedo
afirmar que como yo, todos los abogados del equipo sienten lo
mismo."
Si el veredicto que esperamos de
Atlanta fuera el mismo que se produjo con el panel de los tres
jueces el pasado 9 de agosto, ¿qué pasaría con los Cinco?
"Entonces el caso volvería al
punto de inicio: la Florida, y a partir de ahí nosotros
presentaríamos el argumento de que deben ser liberados ya y, por
supuesto, que regresen junto a sus familias aquí en Cuba." |