19 de noviembre del 2005
Juristas exigen liberación de los Cinco
Lourdes
Pérez Navarro
lourdes.p@granma.cip.cu
Con
la aprobación de una declaración final en la que 150 juristas
provenientes de una decena de países exigen la inmediata
liberación de los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en
cárceles estadounidenses, y el otorgamiento de visas a Adriana
Pérez y Olga Salanueva para que puedan visitar a sus respectivos
esposos, Gerardo y René, concluyó ayer el V Encuentro
Internacional sobre Protección Jurídica de los Derechos de la
Familia y el Menor.
En el evento, que
se desarrolló durante cuatro días en el Palacio de las
Convenciones de La Habana, se informó que el pasado 15 de noviembre
el Secretario de la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de
Atlanta dio a conocer que la Audiencia Pública, en la que la
defensa y la fiscalía expondrán sus argumentos ante el Pleno
integrado por 12 magistrados, tendrá lugar un día aún no
determinado de la tercera semana de febrero del 2006.
Al intervenir en
una mesa redonda efectuada en la mañana, Olga Salanueva y Elizabeth
Palmeiro (esposa de Ramón) denunciaron las reiteradas violaciones
ocurridas en el dilatado proceso de nuestros Cinco compatriotas por
parte del Gobierno estadounidense, entre ellas, las referidas al
incumplimiento de los derechos de los reclusos y sus familiares.
Mencionaron cómo
las autoridades de Estados Unidos han tratado de utilizar a la
familia para presionar y debilitar la firme voluntad de René,
Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando, ejerciendo constante tortura
psicológica sobre ellos, sus madres, esposas e hijos.
Comentaron los
graves problemas que persisten en relación con las visitas. Adriana
lleva siete años sin ver a su esposo; se le ha denegado seis veces
la visa que le permitiría viajar a los Estados Unidos, donde se
encuentra recluido Gerardo. En una ocasión le fue otorgada, "viajó
con su maleta llena de ilusiones" y fue detenida en el aeropuerto de
Houston por más de 11 horas y luego devuelta a Cuba, sin llegar a
cumplir su objetivo.
Olga la ha
solicitado en siete ocasiones: en cinco se la negaron, en una,
después de otorgada se la revocaron; ahora está en espera de una
respuesta que debe llegar de Washington. Con tales negativas impiden
que la pequeña Ivette, hija de René, pueda conocer a su padre,
pues a este encuentro es aconsejable que acuda acompañada por su
madre. En los últimos cinco años, después de que Olga fuera
deportada a Cuba el 22 de noviembre del 2000, ellos no se han podido
reunir.
Los familiares que
han recibido la autorización de entrada a los EE.UU. han sufrido
engorrosos y demorados trámites. Luego de la entrevista no reciben
una respuesta inmediata, como ocurre con otras personas; deben
esperar meses y hasta más de un año. Este es el caso de Mirta, la
madre de Antonio, a quien le otorgaron la visa 15 meses después de
entrevistada; en ese periodo tuvo que acudir a la Sección de
Intereses de EE.UU. en La Habana cuatro veces para que le tomaran
las huellas dactilares. Esto motivó que Tony no recibiera visita de
sus familiares durante todo el año 2004.
A pesar de la
avanzada edad de las madres de nuestros compatriotas y de la barrera
del idioma, les prohíben llevar acompañante en el viaje, el que
casi siempre coincide con la etapa invernal, lo que implica
enfrentarse a desacostumbradas bajas temperaturas.
Como reclusos,
nuestros Cinco compatriotas requieren de una lista de visitantes.
Fernando no tiene aprobada ninguna, por lo que a los obstáculos
mencionados se agrega la obligación de sus familiares de solicitar
una autorización especial que debe otorgar la prisión donde está
recluido, trámite que dificulta aún más la visita.
Según explicó el
doctor Rodolfo Dávalos, profesor titular de la Facultad de Derecho
de la Universidad de La Habana, estos son actos de crueldad,
ensañamiento y brutal perversidad que violan los principios del
Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, además
de los contenidos en el Derecho de los EE.UU. La Octava Enmienda de
la Constitución de ese país, ejemplificó, prohíbe la aplicación
de tratos crueles y degradantes. |