9
de Julio del 2003
EL SECUESTRO
DE LOS CINCO DE MIAMI
Weinglass:
"La orden vino de Washington"
POR JEAN-GUY
ALLARD —especial para Granma Internacional—
¿QUIEN dio la
directiva de secuestrar a Los Cinco en los "huecos"
de su respectivas cárceles, repentinamente, a unas pocas
semanas de la presentación de sus apelaciones cuando, más
que nunca, tenían que consultar con sus abogados? "La
orden vino de Washington", reveló el abogado
norteamericano Leonard Weinglass, en conferencia de prensa en
La Habana.
"No
sabemos, desde afuera, cuáles son las discusiones internas
—contestó Weinglass—, pero cuando castigaron injustamente
a Los Cinco poniéndolos en el hueco, las autoridades
carcelarias vinieron a verme y me dijeron: ‘Nosotros no
queríamos esto… No han hecho nada malo… La orden vino de
Washington’. Esto es lo que sabemos."
El destacado
defensor de los derechos civiles, contestaba una pregunta de Granma
Internacional sobre quién se encontraba detrás de tal
medida, en flagrante violación de los derechos humanos
elementales de estos prisioneros: ¿Caroline Heck-Miller, la
fiscal miamense, el FBI de Héctor Pesquera o el propio John
Ashcroft, secretario federal de Justicia?
Añadió el
jurista: "¿Quién hizo que esta orden se diera, será
Heck-Miller o Ashcroft? No tengo idea. Pero sí sé que esta
decisión no fue tomada por las autoridades locales de la
prisión, que tienen gran respecto por Los Cinco y no querían
castigarlos".
TOTAL FALTA DE
ETICA DEL MIAMI HERALD
Interrogado
sobre la ética del Miami Herald y del FBI, que
constantemente calificaron a los cubanos detenidos de
"espías", ya desde su arresto y antes de que
aparecieran ante un tribunal, negando su derecho a la
presunción de inocencia, Weinglass indicó que la ley
norteamericana tolera tales procedimientos.
"En otros
países —en Inglaterra, por ejemplo— la prensa sólo puede
reportar el arresto y los cargos, pero no puede añadir
retórica y lenguaje inflamatorio para envenenar la atmósfera
para la defensa", comentó.
El Miami
Herald publicó un editorial pretendiendo que este juicio
era un primer paso para derrocar a la Revolución Cubana.
"Y hubo jurados que creyeron que eran agentes de este
proceso que haría de ellos unos héroes en la comunidad donde
viven. Y esto era lo que pedía el editorial".
"Cuando uno
lee las entrevistas a los miembros del jurado después del
juicio, está claro que el jurado creía que era parte de un
esfuerzo nacional para ejecutar objetivos de política
exterior de los EE.UU. Para ellos, éste era el juicio."
El editorial
aparece de manera muy prominente en la apelación. La
entrevista de los jurados también, precisó Weinglass.
"COMO SI
NADA HUBIESE OCURRIDO"
Por otro lado,
el abogado señaló hasta qué punto la prensa norteamericana
ignoró el caso a pesar de sus características. "Este
caso tenía que ser una gran, gran historia en la prensa
norteamericana —declaró Weinglass—. Más grande que el
caso de O.J. Simpson, que los escándalos de Clinton, pero no
fue reportado de manera amplia en el país".
El jurista
valora que "esto es un síntoma de las presentes
condiciones de los medios masivos y de las cortes; tenemos una
prensa callada que solamente reporta de forma extensiva los
escándalos de bajo nivel o las guerras".
En el año en
que Los Cinco fueron juzgados, "fue el caso más largo en
EE.UU. y, al mismo tiempo, fue el único juicio que involucró
cuestiones de relaciones exteriores de Estados Unidos dentro
de un contexto criminal".
Este caso tiene
todos los ingredientes de una noticia de interés nacional,
precisó Weinglass. "Hubo generales y almirantes
testificando, 72 testigos, notas diplomáticas, memorandums
de la Casa Blanca y un asesor de Clinton, Nuncio, y nada
de esto fue reportado".
"Como si
nada hubiese ocurrido…", reflexionó.
"SI SE
SIGUE LA LEY, GANAREMOS"
Weinglass
valoró de "fuertes" los principales casos
presentados ante la Corte de Apelaciones de Atlanta, en
particular la solicitud de nuevo juicio fuera de Miami.
"Somos optimistas. Si se sigue la ley, ganaremos",
concluyó después de analizar varios aspectos del dossier.
El abogado
defensor subrayó hasta qué punto el apoyo solidario a Los
Cinco es necesario: "No para intimidar a la Corte sino
para indicar que el mundo está vigilando y que la ley debe
ser seguida. La peor cosa que puede ocurrir a cualquiera que
está en el sistema americano de justicia, es estar solo. Ahí
ocurre la injusticia".
Weinglass citó
una serie de causas célebres. "En el caso de Angela
Davis, de los Documentos del Pentágono, de los Ocho de
Chicago, y muchos otros con amplio apoyo, la ley se siguió y
todos los acusados ganaron".
Analizando las
causas ahora presentadas ante la Corte del Onceno Circuito de
Atlanta, el abogado neoyorquino valoró que en el cargo
número 3, contra Gerardo Hernández, de conspiración para
cometer asesinato, por lo del derribo de las avionetas el 24
de febrero de 1996, "la Corte podría absolverlo de forma
que no hubiera nunca más otro juicio". Y en el caso del
cargo número 2 de conspiración para cometer espionaje,
"la corte podría poner fin a estos casos también para
siempre".
Para este
jurista de amplia trayectoria profesional, "está claro
que la jueza (Jane Lenard) cometió un error técnico en la
sentencia de espionaje y quizás también en la sentencia de
René y Fernando".
Aunque un juez
de la Corte rechazó el informe amicus de la
Asociación de Ciencias Penales, otro juez aceptó el informe amicus
del Gremio Nacional de Abogados.
La Corte del
Onceno Circuito también ha hecho algunos otros
pronunciamientos que están a nuestro favor.
"En primer
lugar, y esto es un asunto técnico importante, la Corte
acordó consolidar las dos apelaciones que estaban por
separado en una sola —subrayó Weinglass—. Una apelación
se relacionaba con el juicio y la sentencia y la otra se
relacionaba con la negación del cambio de sede. Al combinar
ambas, la corte entonces nos dio la oportunidad de poder
introducir nuevos elementos sobre el cambio de sede en la
apelación principal. Esto fortaleció el acta sobre el cambio
de sede a nuestro favor."
PARA LOS
EXPERTOS, EL CASO ES "MUY FUERTE"
Los abogados de
Los Cinco han presentado sus documentos de apelación a unos
expertos independientes, profesores de derecho, que los
examinaron: "Todos concluyeron que el caso es muy fuerte
y que debemos ganar".
En el caso de
los francotiradores de Washington, una corte de Virginia
otorgó el cambio de sede de 300 kilómetros más allá del
lugar de los sucesos para asegurar un juicio justo, recordó.
En el caso del acusado de las explosiones de Oklahoma City, la
corte otorgó el cambio de sede a dos mil kilómetros de
distancia.
"En este
caso la defensa solicitó un cambio de sede de 70 kilómetros,
a Fort Lauderdale, a 40 minutos, no hubiera habido ninguna
dificultad en trasladar el caso. Ni la Fiscalía señaló una
dificultad, al contrario de lo que ocurre en la mayor parte de
tales solicitudes."
"Así que
el caso del cambio de sede es fuerte", explicó Weinglass
y añadió que "la ley es clara: si un juicio justo no
puede hacerse en un lugar, el juez tiene que transferirlo a
otro lugar".
"La ley
está escrita con la palabra shall (tendrá), queriendo
decir que el juez debe cambiar el juicio de lugar. No hay
especulación."
"NI UNA
SOLA PAGINA…"
Según el
experto defensor, el caso sobre el cargo en contra de Gerardo,
de conspiración para cometer asesinato, es legalmente fuerte,
como lo es el caso de Antonio, Ramón y Gerardo, con el cargo
de conspiración para cometer espionaje.
"Antonio ni
tomó una sola página de un documento secreto y tiene la
misma sentencia de cadena perpetua que el más notorio espía
en nuestra historia, Aldrich Ames, quien tomó miles de
documentos secretos y los vendió a la Unión Soviética
durante muchos años.
Robert Hansen,
del FBI, tomó miles de documentos top secret y los
vendió a la Unión Soviética, poniendo en peligro las vidas
de agentes norteamericanos. Antonio recibió la misma
sentencia de cadena perpetua que Ames y Hansen… Aunque no
tomó un solo documento."
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