27
de Abril del 2003
"Miami estaba organizado para culpar a los Cinco"
Denunció en Ginebra
la abogada norteamericana Linda Backiel, integrante del equipo de
defensa de los luchadores antiterroristas
Juan
Diego Nusa Peñalver
Servicio Especial de la AIN
La
conversación transcurre, una fría mañana de Ginebra, en una de
las salas del Palacio de las Naciones, donde se desarrollan los
trabajos del período 59 de sesiones de la Comisión de Derechos
Humanos de Naciones Unidas.
Precisamente hasta este
Foro intergubernamental, creado en 1946 para la promoción y
protección de los derechos humanos, llegó la denuncia sobre
flagrantes violaciones al proceso cometidas en el juicio celebrado
en Miami contra los jóvenes cubanos luchadores contra el
terrorismo, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar,
René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando
González Llort.
Linda Backiel —abogada
norteamericana que apoya a su colega Leonard Weinglass en el proceso
de apelación de Antonio Guerrero ante la Corte de Atlanta—,
asistió a un panel promovido por organizaciones no gubernamentales
para llamar la atención de la comunidad internacional acerca del
ensañamiento del sistema judicial estadounidense sobre los Cinco
Prisioneros Políticos e impulsar la campaña mundial para reclamar
un nuevo juicio, justo e imparcial.
Para Backiel, Miami
estaba organizada para culpar a los Cinco Cubanos y es,
probablemente, el proceso más viciado que haya visto en su carrera
profesional, pese a que la prestigiosa abogada puertorriqueña tiene
una experiencia en juicios políticos rayana en los 30 años.
"El
Gobierno de los Estados Unidos —agrega— ha actuado en este caso
como en el pasado, pero aún de una forma más cruel. He participado
en juicio a independentistas puertorriqueños y he visto el mismo
libreto para casos como este, en el que emplean el aislamiento, una
manera de tortura blanca, que no deja señales, para quebrantar el
espíritu del encarcelado."
Al abundar sobre el
tema, recuerda cómo posibles jurados entrevistados por la jueza
durante el proceso de selección, expresaron temor por su vida, de
ser elegidos, si tendrían que emitir un veredicto diferente al
esperado por la extrema derecha de origen cubano.
"O
sea, los juzgaron en una atmósfera de evidente terror", sentencia.
"Realmente
—añade— no puedo pensar en precedentes judiciales, porque Miami
estaba organizado para culparlos, primer paso hacia el verdadero
objetivo de sentar en el banquillo de los acusados a Cuba y a su
Presidente Fidel Castro."
Explica Backiel que otra
de las manipulaciones evidentes fueron la propia naturaleza de los
cargos imputados a los acusados, entre ellos el de conspirar para
espiar a los Estados Unidos o el de conspirar para cometer el delito
de asesinato, destinados a predisponer a la opinión pública
norteamericana.
Todas esas fallas son
una violación del procedimiento adecuado, serio, afirma y alerta
que continúan las violaciones contra los Cinco.
Añade que el castigo al
que fueron sometidos recientemente, de modo injustificado ocurrió
con el único fin de obstaculizar e impedir cualquier posibilidad de
articular debidamente el recurso de apelación ante la Corte de
Atlanta.
"Ello
obliga —asegura— a estar vigilantes por la seguridad e
integridad física de estos dignos hombres, que cuando han sido
confinados en esas mazmorras, se les priva de ropa, comunicación
familiar, y hasta de la posibilidad de leer.
"Nada
que hacer, solos en esas celdas estrechas 23 horas al día, donde lo
único que oyen son gritos de presidiarios locos, que están al
lado. Es un castigo muy desesperante dirigido a intentar quebrantar
su espíritu de lucha, resistencia y tratar de evitar que se
conviertan en símbolos y modelos para todo el mundo", concluyó
Backiel.
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