14
de Abril del 2003
Mensajes de aliento y
esperanza
Aprecio por la vida y la verdad en
los hombres
No hay deleite mayor que el de ver a los hombres
batallar
con libertad y fe por lo que les parece verdadero.
Así como no hay espectáculo más doloroso que el de los
hombres sumisos, por la ignorancia
o la pasión, o el interés, a la voluntad ajena.
(José Martí, Obras Completas, t. XXI, p. 380)
LINO ORAMAS
Por
su ya larga vida profesional, podría pensarse que para el abogado
puertorriqueño Rafael Anglada-López, los motivos para el asombro
en los trajines de su profesión estarían descartados. Sin embargo,
el solo hecho de que tras recorrer 8 000 millas (más de
12 800 kilómetros) en avión y otras 1 226 por carretera
durante cinco días para hacerse presente en cinco puntos
diseminados en la geografía norteamericana haya encontrado
similares reacciones humanas, constituyó para él la primera de las
sorpresas entre muchas que tuvo recientemente.
El veterano jurista acaba de realizar una visita a La Habana para
trasmitir a los familiares de los Cinco Prisioneros Políticos
Cubanos en cárceles de Estados Unidos sus impresiones de los
encuentros que recientemente tuvo con ellos, el estado de salud en
que se hallan después de las vejaciones y torturas a que fueron
llevados en las condiciones más rigurosas de confinamiento, y los
mensajes que enviaron a sus seres queridos: los más allegados y
todo el pueblo.
Confiesa como en cada encuentro por separado con estos cinco
hermanos hallaba tal grado de verticalidad, heroísmo y patriotismo,
que sus mensajes dan la impresión de que fueron coordinados, y que
la distancia interpuesta entre ellos con el propósito de debilitar
su entereza no ha logrado desunirlos.
Cree que la fortaleza física, emocional y moral es lo que les
permitió resistir los aberrantes rigores del calabozo y el conjunto
de arbitrariedades que se cometen a diario con ellos en prisión, no
obstante el comportamiento modelo entre la población penal, que han
tenido que reconocerles en sus evaluaciones periódicas.
En los cinco casos, cuando entre el 28 de febrero y el 3 de marzo
pasados fueron llevados al "hueco" (un régimen donde se
le permite al Director de Buró de Prisiones no cumplir con ningún
reglamento) cada uno estaba haciendo su vida normal en la cárcel.
Los propios carceleros en algunos casos se vieron obligados a
reconocer que se trataba de una cuestión "de arriba".
Está probado —según comenta el letrado, vinculado a la
defensa de los Cinco desde hace cuatro años— que fue una orden
del Secretario de Justicia de EE.UU. John Aschroft, fechada el 24 de
febrero del 2003, y no podemos olvidar que el Jefe de Fiscalía de
Miami que genera estas acusaciones en el 98, es hoy la mano derecha
del General Attorney, en Washington.
Entre sus muchas anécdotas de este rápido andar por las cinco
prisiones, explica Anglada que un ayudante del alcaide trató de
crear una similitud con los terroristas encarcelados del primer
bombazo de las torres gemelas con el caso de René, y que al
comentárselo a este, de inmediato reaccionó y le dijo: "eso
es confundir a unos terroristas con nosotros que estamos
encarcelados por luchar contra el terrorismo". Nadie sabe toda
la verdad, pero se utilizó la excusa de que había una guerra, y
que los cinco conocían secretos de seguridad nacional.
Son, a juicio de los abogados, argumentos de muy poca solidez
puesto que se trata de gente que estaban enfrentando el terrorismo,
y llevan cuatro años de comportamiento ejemplar, no ha habido una
mirada, no ha habido una falta de respeto, en cárceles donde ya
cada uno de ellos (excepto René que en diciembre pasado fue
trasladado de Pensylvania a Carolina del Sur) lleva un año de
estadía, ello también echa por tierra los argumentos de evitar —a
estas alturas— un supuesto traspaso de secretos.
Lo que sí está más claro es que el Secretario de Justicia de
EE.UU. es el tercer o cuarto hombre más poderoso en la cúpula de
poder, y en este caso es un hombre de derecha extrema, vinculado con
la Fundación Nacional Cubano-Americana. La contrarrevolución de
Miami anda por esos niveles.
Todo ello refuerza la tesis de que con este procedimiento se
intentó entorpecer la apelación ante la Corte de Atlanta, aunque
los abogados se mantuvieron enfocados en dicho proceso y cuatro de
ellos pudieron presentar a su debido tiempo la documentación
correspondiente ante el Onceno Circuito, y Leonard Weinglass —abogado
de Gerardo— logró que le prorrogaran por un mes la entrega, de
modo que tiene de plazo hasta el próximo 7 de mayo.
No obstante, Joaquín Méndez, radicó una solicitud con el
argumento de que su defendido, Fernando González, había quedado
privado de su ayuda en el momento crítico del proceso de
apelación, y aunque el gobierno lo denegó, en opinión de Anglada,
generó un poco que la inexplicable situación empezara a
solucionarse por lo menos en términos del tribunal. Y hasta el
propio Weinglass declaró que se está manejando la posibilidad de
entablar una acción civil en contra del Gobierno de los EE.UU.
De cómo se reiteran e incrementan medidas terribles, las
torturas físicas y mentales a que fueron sometidos y por la
respuesta viril que encontró en quienes siendo profesionales de un
elevado nivel, intelectuales que aun en las más difíciles
condiciones continúan su labor creativa, y que cometieron el
"delito" de prevenir el terrorismo que desde Miami se
realiza contra Cuba, no parece Rafael Anglada salir de su asombro.
Y cuando hace el recuento de sus encuentros con René (el primero
que pudo visitar), Ramón (quien tuvo la suerte de poder conservar
en el calabozo la foto de su hija), Fernando (lleno de confianza
como todos en su pueblo), Gerardo (que habiendo estado16 días
semidesnudo vino aún sin recuperar sus ropas) y Antonio (que
escribió 29 poemas mientras duró el riguroso encierro), da la
impresión, sin embargo, de ser un mensajero de la esperanza.
René González. Edgefield, al sur de Carolina del Sur - 26 de
marzo:
Fue el primero que pudo ver, bajó de peso en el hueco. Tuvo que
dejar de correr y ponerse a hacer planchas, que era lo único que le
permitía el espacio de la celda de castigo, y este es su mensaje,
dirigido a la familia: "Que no se preocupen, que estoy bien, y
un beso bien grande. Que guapeen. Que no se dejen vencer..."
Por sus expresiones con relación a Ivette, la hija —acota
Anglada—, te das cuenta de que le duele todo aquello, que las
condiciones eran terribles, y que está preparado para cualquier
otra represalia porque las circunstancias no han cambiado demasiado
después de la salida del confinamiento. Ya casi cuando me iba me
pidió que le dijera a Olguita (la esposa): "Que no se deje
afectar por esto. Que esté lista para lo que sea, pero que no se
olvide de que esta gente no puede con nosotros. Mientras más nos
dan, más duros nos ponemos."
Es el primero que me habló de los carceleros: "Creo que
aquí hay gente honesta que le ha tocado hacer el trabajo sucio de
Estados Unidos. Trabajan para un gobierno que les está
mintiendo".
Es una constante en todos: sienten que muchos de los custodios
saben que ellos no son delincuentes, sino un tipo de preso muy
especial, y por tanto los tratan a veces con cierta deferencia, con
cierto respeto.
De las condiciones terribles de los días del confinamiento en
solitario me dijo: "El hueco no es lo peor. El problema es el
castigo". Ambos huecos son parecidos, "pero en Miami
teníamos más accesos que aquí, donde estamos totalmente aislados
y sin ninguna de nuestras propiedades."
Ramón Labañino. Beaumont, Noreste del estado de Texas - 27 de
marzo:
Le negaron hasta un lápiz. El encuentro transcurrió muy a tono
con su personalidad. Estaba también en régimen de calabozo.
Recalcó mucho que, cada vez que los Cinco tenían ante sí un
momento importante del proceso, el gobierno norteamericano siempre
ha hecho lo mismo: los meten en el hueco.
A Elizabeth (su esposa) le envió este mensaje: "Dile a mi
mujer que Antonio Maceo, desnudo y a caballo, con un machete en la
mano, se enfrentó a las balas españolas, y así se hizo la
independencia de Cuba. Yo tengo todo lo que tuvo Maceo. Dile que
estoy bien, que las extraño mucho, y que los 25 días que
estuvieron de visita constituyó para mí una fuente de energía
extraordinaria... Dile que tengo en el calabozo las fotos del
cumpleaños de Lisbeth, que es lo único que he podido conservar.
Que estoy entero y más que nunca convencido de la victoria."
"Para nosotros —contestó a un reclamo del abogado— es
lo mismo estar en el hueco o en cualquier otra prisión, o en
cualquier otra circunstancias. Para nosotros lo importante es que el
proceso no se detenga y que las apelaciones de Atlanta se presenten
el 7 de abril del 2003. Por favor, que los abogados se concentren en
la apelación y en las mociones. No se puede perder de vista el
cuadro general, la idea central nuestra, encaminada a defender la
verdad de Cuba, de nuestra soberanía... Pienso, realmente, que
estamos ganando esta batalla porque ellos no pueden detener ni el
tiempo, ni el proceso que se está dando. Estamos presos, en el
hueco o con la población penal. Estamos presos, y no podemos perder
de vista que la pelea fundamental sigue estando en los tribunales,
en la campaña política y en la solidaridad. ¿Está claro eso?
Ellos están buscando sacar a los abogados de la apelación para que
gasten energías tratando de librarnos del hueco. En el proceso
penal estará la victoria nuestra. Si ganamos las apelaciones,
salimos libres, no solo del hueco, sino de la cárcel. Eso es lo
principal."
Y también le dirige un mensaje al pueblo: "Tenemos el mismo
espíritu de siempre; mucho más, lejos de debilitarnos y de
doblegarnos estamos mucho más convencidos, más fuertes y más
decididos para continuar esta batalla por la vida. Yo estoy bien,
uno está molesto porque esto es una injusticia total; en las
condiciones peores, en máxima seguridad, nadie puede decir que
somos peligrosos para nadie y que te envíen para el hueco es una
clase de injusticia enorme, pero como le dejo saber a mi esposa, me
pongo a pensar en Maceo y esto en comparación es tontería."
Fernando González. Oxford, Norte de Wisconsin - 28 de marzo:
En el calabozo, a Fernando le llegó a sus manos una novela
histórica de Gore Vidal, sobre la vida de Lincoln y, aunque le
faltaban páginas, otra de Dostoievski, Los hermanos Karamazov. Me
decía: mira, lo importante es tener qué leer. Pudo escribir, pero
le quitaron todas sus pertenencias, incluso los documentos legales.
Ni siquiera sabía si en algún momento podría recuperarlos.
Su mensaje revela muy bien su estado de ánimo y su fuerza:
"Yo estoy bien y voy a estar bien en cualquier circunstancia.
Este gobierno no ha inventado ni podrá inventar nunca unas
condiciones de confinamiento, ni podrá dictar nunca una medida que
destruya mi moral revolucionaria, mi amor por mi pueblo, por la
Revolución, y mi confianza en la victoria. La historia de Cuba
está llena de ejemplos de sacrificios por la libertad y por la
esperanza. Esta es una nueva hora de crecernos, y lo haremos,
ustedes y nosotros. Estoy seguro de que contamos con el todo el
apoyo de nuestro pueblo, que no se cansará de reclamar por
nosotros. Millones de hombres y mujeres en todo el mundo tienen los
ojos puestos en Cuba, como una esperanza en un mundo diferente de
justicia y de igualdad. Orgullosos de eso y con la dignidad del
pueblo, siempre acompañándonos, enfrentaremos con dignidad
cualquier situación en que nos ponga el gobierno de Estados Unidos,
por cruel e inhumana que sea. Estoy seguro de que venceremos. A
todos los quiero mucho, y pa'lante. Cuando salgamos, estaremos tan
fuertes o más fuertes que ahora."
Gerardo Hernández. Lompoc, 170 millas al Norte de Los Ángeles,
California - 30 de marzo:
(Ya habla en pasado, lleva 36 horas fuera del hueco) Fue quien
sufrió las condiciones más terribles. Fue a la entrevista con ropa
prestada porque aún no le habían entregado sus pertenencias, entre
ellas sus piezas de vestir, porque en el hueco permaneció
semidesnudo.
"A pesar de que las condiciones fueron peores que el
calabozo de Miami —dijo en su mensaje—, hay una ‘pequeña’
gran diferencia: es una estrella dorada que todas las mañanas me
daba la fuerza necesaria para lidiar con cualquier cosa que se
presentara en el día, y es que la condición de Héroe de la
República de Cuba nos hace inmunes a todo, incluyendo al odio y al
rencor de quienes no perdonan que en todo este tiempo hayamos
mantenido en alto nuestra dignidad, nuestros principios. Solo pensar
en nuestras compañeras y compañeros, hermanas y hermanos que con
certeza estarían apoyándonos y luchando contra esta nueva
injusticia nos daba la fuerza necesaria para resistir y seguir
adelante, y a pesar de que no tuvimos la oportunidad de expresarlo,
nuestro sentir ha estado con ellos en cada una de las
manifestaciones por la paz y en contra de la guerra."
Y para Adriana, su esposa: "Que estoy entero. Que me siento
mejor que cuando entré, tanto físicamente, como mentalmente, y que
he recibido mucho apoyo de la población penal y de algunos
oficiales que extraoficialmente reconocen que esta es una situación
injusta para una persona de mis características."
Antonio Guerrero. Florence, Oeste de la ciudad de Denver,
Colorado - 31 de marzo:
Su liberación del confinamiento en solitario de la cárcel
construida en una ciudad fantasma, sobre un basurero nuclear,
ocurrió en presencia de Anglada, a las 11:40 de la mañana. La
mayoría de los 29 poemas que escribió son sonetos. Se inspiró en
una antología de poesía romántica española. También, leyó
Papá Goriot, de Balzac. Le dijo que fue "algo del más
allá", algo extraordinario, que lo había conmovido
profundamente.
A través del cristal me leyó algo de su creación de esos
días, porque la mitad de estas reuniones —comenta el abogado y
periodista puertorriqueño— fueron lo que se llama en el derecho
norteamericano carcelario el "no contacto": uno se mete en
un cubículo con un vidrio a prueba de balas y habla por un
teléfono... Algunas estrofas las tengo, según él las recordaba
porque violando todas las condiciones casi todos ellos vinieron a la
reunión sin su documentación legal.
Leyó algunos de sus poemas, en particular uno que escribió el
29 de marzo, después que pudo hablar con Leonard Weinglass (su
abogado), quien le contó que saldría del hueco. Se llama Victoria,
y dice:
Por apreciar la vida y la verdad del hombre,
por los cientos de cartas con las voces alzadas.
Yo te miraba en todo y en todo te escuchaba.
Sabía que vendrías.
Tal vez juzgué cuán pronto eso sería posible,
subestimé la fuerza que la razón encarna.
Más yo seguí mirándote y escuchándote en todo.
Sabía que vendrías.
Ahora ya sé que vienes, solo es cuestión de horas.
Contemplaré de nuevo el cielo y las montañas.
No dejaré por ello de escucharte y mirarte.
Aún sigue la contienda.
La libertad nos falta.
Hay que ver el paisaje de Colorado, para darse cuenta a qué se
refiere cuando habla de las montañas y del cielo. A pesar de estar
encima de un reducto de basura nuclear, el cielo Florence es una
belleza, parece dibujado, y las montañas de las que habla son las
Rocallosas, un espectáculo. Evidentemente, desde la celda puede
verlos, pero no desde el hueco.
Me contó que acababa de terminar un poemario, La Hombradía de
Maceo, cuando cayó en el calabozo. En el hueco pudo seguir
escribiendo, y ya tiene suficiente material para otro libro de
poesía que piensa titular Sueños abruptos.
Su mensaje fue breve: "Nunca he estado más optimista ni
más seguro de que esta batalla la vamos a ganar. Mi optimismo se
sostiene en que cada vez que la verdad triunfa, y cada vez que se
une alguien más a nuestra causa, es una victoria. La verdad se abre
camino todos los días. Más de lo que yo te pueda decir lo dirán
los poemas y el diario que le escribí a la ‘Vieja’. Me he
regido por la verdad, y solo la verdad. La confianza en la victoria
es total, porque sé a qué pueblo pertenezco. Jamás fallaremos,
sean cuales sean las condiciones.
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