10 de mayo de 2004
Leonard Weinglass en Audiencia Pública: Esperamos
que la injusticia sea corregida
La defensa presentó documentos que demostraron
las acciones contra Cuba, la defensa pudo establecer ante el jurado
que en el sur de la Florida existían numerosas organizaciones con
años de experiencia de entrenamiento militar y armamentos,
que utilizaban explosivos e, incluso, habían sido entrenados en
campamentos militares y habían sido filmados en pleno
entrenamiento, con uniforme y dotados de las armas
Hace aproximadamente dos años, tuve el honor de
integrar el equipo de abogados de los Cinco, cuando se me pidió que
formara parte del equipo de defensa. Ahora el grupo legal está
completo y estamos esperando una decisión por parte del Tribunal
Federal de Apelaciones Federal y quisiera informarles a ustedes la
situación del caso y brevemente presentarles una descripción de lo
que ha ocurrido hasta ahora.
Este ha sido un caso prolongado, que ha generado 119 volúmenes de
testimonios de más de 70 testigos y 800 páginas ante el jurado,
especialistas de los niveles más altos del Ejército de EE. UU y
oficiales de Cuba.
Este caso ha tenido dimensiones históricas. En muy raras ocasiones
un tribunal de EE. UU realiza un examen de la política exterior de
los Estados Unidos hacia otro país y, eso fue lo que ocurrió en
este caso.
Ha sido el caso de los documentos presentados por el Pentágono, la
sala estaba llena de preguntas de política exterior, que
registraron la historia de la política de los EE. UU, en Viet Nam y
en Cuba, aunque desafortunadamente en este caso el tribunal del
juicio restringió a la defensa y esta no pudo presentar las
relaciones de EE.UU. con la Revolución cubana a lo largo de 40
años. Fue limitada solo a los años 1992 al 1998,
cuando, incluso durante esos años, hubo una enorme cantidad de
evidencia en esta historia lamentable de la política exterior de
los EE. UU hacia Cuba.
La defensa presentó documentos que demostraron las acciones contra
Cuba, la defensa pudo establecer ante el jurado que en el sur de la
Florida existían numerosas organizaciones con años de experiencia
de entrenamiento militar y armamentos, que utilizaban
explosivos e, incluso, habían sido entrenados en campamentos
militares y habían sido filmados en pleno entrenamiento, con
uniforme y dotados de las armas.
Se pudo conocer que fueron financiados en gran medida por elementos
de la emigración cubana, que dirigían sus ataques contra Cuba.
Todos los argumentos y pruebas fueron presentados ante el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1992, con Ricardo
Alarcón como embajador de Cuba, y este Consejo, una vez escuchado
los informes, no hizo absolutamente nada. Se debió justamente
por la influencia de las fuerzas militares de los emigrados cubanos
en Miami. En ese mismo año, publicaron una entrevista en la
que decían que "Cuba era un estado guerrerista" y que
cualquiera que visitara Cuba lo considerarían como un objetivo
militar. Estas declaraciones se hicieron en momentos que en Cuba
atravesaba una gran crisis económica, en la que se utilizó como
estrategia para recuperarse la estimulación de la industria
turística. En la Florida sabían que, a diferencia de la
población cubana, que no podía ser intimidada, los turistas sií
podían serlo y podría disuadírseles de venir a Cuba y de
satisfacer las necesidades de Cuba de recibir turistas.
El turista no puede ser amedrentado durante sus vacaciones. Necesita
un estado de paz. Entre 1995 y 1997, los ataques contra Cuba desde
la Florida aumentaron contra hoteles e incluso, contra una terminal
aérea. Todo esto fue mostrado en la documentación del juicio. En
1997 pusieron bombas en ocho hoteles en La Habana, y en uno de
ellos, el Copacabana, murió un turista italiano.
LOS CINCO
En esos años de desesperación, apareció
el problema de los Cinco. Puedo dar fe del valor de estos hombres,
que fueron a EE. UU. no con bombas, sino con inteligencia, coraje y
sabiduría para infiltrar estos grupos y para alertar a Cuba de
estos planes de estas organizaciones de ataques futuros. Yo puedo
corroborar el valor e inteligencia de estos hombres.
Cuando le escribí a mi cliente Antonio Guerrero 20 páginas, a
propósito de lo que me disponía a presentar ante el Tribunal para
su defensa, la respuesta de él fueron 25 páginas de análisis. Son
personas muy humanas y consideradas, se preocupan por mis
enfermedades, por enviarme una felicitación en Navidades, en el
cumpleaños, en cada fecha especial. Su interacción con los
guardias también demuestra esas virtudes. Tratan a esos hombres con
respeto, y reciben también respeto.
A Antonio, mi cliente, se lo llevaron del aula en que daba clases de
Matemática e Inglés. Se lo llevaron encadenado para meterlo en el
hueco, por orden de Washington, y los demás presos de su clase se
levantaron e hicieron una huelga, algo inusual en las cárceles
norteamericanas.
Los Cinco tuvieron éxito en su misión, interceptaron planes de
ataques, salvaron vidas en Cuba, sus informes hacia la Isla formaron
parte de un expediente al que tuvieron acceso ocho representantes
del FBI, que fueron invitados a La Habana. Fueron 331 páginas, con
informes muy específicos donde se mencionaban a 64 terroristas que
residen en Miami, sus campos de entrenamiento ilegal. Sin embargo,
el FBI no hizo nada. Un famoso fiscal estadounidense dijo que
aquellas evidencias lo habían impresionado y no podía creer que el
Departamento de Justicia de EE.UUno hubiera iniciado una
investigación por esta conducta.
EE. UU no les hizo nada a los violadores de estas leyes. Todo lo
contrario. Poco tiempo después, en septiembre de 1998, arrestaron y
acusaron a los Cinco.
LAS ACUSACIONES
Ellos fueron acusados de 26 cargos. La mayoría de
estas violaciones eran menores: no se habían registrado con su
verdadera identidad, habían presentado documentos falsos… Pero
hubo dos acusaciones importantes que conducían a la pena de muerte.
Los medios de comunicación de los Estados Unidos dijeron que eran
espías y la mayoría de las personas creyeron que estaban haciendo
espionaje, pero el hecho es que nunca se les acusó de espionaje.
El gobierno, en repetidas ocasiones durante el juicio, dijo que no
tenía pruebas para demostrar lo dela acusación de espionaje. En
ninguna de los documentos ocupados a los Cinco había evidencias de
eso. Sencillamente, no se podía demostrar.
Los acusaron de un cargo amorfo -"conspiración para
cometer espionaje"-, una acusación que se basa en la
deducción por parte del jurado de que debió haber habido un
consentimiento al respecto, pero los cargos presentados por el
gobierno en este caso no pudieron probar eso.
Otra acusación importante fue la de "conspiración para
cometer asesinato", esto significa que uno de los Cinco
supuestamente se involucró en un delito en el que alguien resultó
muerto. Pero no fue así. Este cargo fue para Gerardo Hernández, a
quien se le acusó de involucrarse en un supuesto crimen que tuvo
lugar en el espacio aéreo cubano, cuando dos aviones MIGS cubanos
tumbaron dos avionetas del grupo terrorista Hermanos al Rescate,
procedente de la Florida, en la que murieron cuatro personas.
Ocurrió el 24 de febrero de 1996, pero antes, durante 20 meses, se
produjeron alrededor de 25 sobrevuelos del espacio aéreo cubano y,
sin embargo, el gobierno de la Isla no había tenido una respuesta
militar sobre esto. Las autoridades cubanas advirtieron al
gobierno norteamericano sobre estas violaciones del espacio aéreo
en todas las ocasiones, y también, que se vería obligado a tomar
una medida enérgica.
Cuba conoció por los Cinco que este grupo que sobrevolaba la Isla,
hacía también prácticas para dejar caer bombas sobre el
territorio nacional cubano. El 24 de febrero de 1996 estos aviones
fueron advertidos por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos para que
no sobrevolaran a Cuba. Ignoraron esta advertencia. Salieron
tres aviones de Hermanos al Rescate, y uno de ellos regresó a la
Florida al oír la advertencia, y los otros dos fueron derribados.
Hay múltiples pruebas de que Cuba hizo todo el esfuerzo posible por
impedir este derribo.
¿POR QUÉ FUERON ACUSADOS?
Entonces, ¿por qué estos Cinco prisioneros
fueron declarados culpables?
Defiendo el sistema de jurados de EE.UU., pero en este caso no
funcionó. Había que buscar 12 jurados y entre 166 que se
seleccionaron previamente, comprobaron que solo tres eran neutrales.
Existía un gran temor del jurado por los vecinos, por los elementos
más extremistas de la comunidad de Miami donde viven 650 000
cubanoamericanos, y donde el alcalde, el Jefe de la Policía, del
FBI y el dueño del principal periódico son de ese origen, y no
hubieran podido ser electos para esos cargos, sin demostrar su
profunda hostilidad hacia Cuba.
Un periodista tuvo la osadía de sugerir que cubanos de la Isla y
del Sur de la Florida podrían reconciliarse, y que el bloqueo no
tenía razón de ser. Le explotó una bomba y perdió ambas piernas.
El jurado sabía es perfectamente y también, que, cuando a Miami se
le confirió la sede de los Juegos Panamericanos, después de
invertir un cuarto de millón de dólares en la promoción, fueron
retirados de ahí porque los atletas cubanos no podían participar.
No se puede exhibir una película, una obra de arte, un libro que
provenga de la Isla. Todo esto se conoce en Miami, todo esto pasa en
Miami. Un informe del American Watch reconoció en 1992 que esta
ciudad es un lugar peligroso, donde no se puede tener, sin riesgo
personal, ninguna actitud a favor de Cuba.
Por todo esto, la defensa solicitó trasladar el juicio, algo que no
es nuevo. Se ha hecho en otras ocasiones. Por ejemplo, en el caso de
Angela Davis, miembro del Partido Comunista y acusada del asesinato
de un oficial de la policía, blanco, se aceptó el traslado del
juicio a unos 200 kilómetros, y fue absuelta. También se hizo en
el caso del que puso la bomba en Oklahoma, donde murieron 166
personas, y se trasladó a 2000 kilómetros.
¿Qué solicitó la defensa en el caso de los Cinco? Algo más
modesto. Solicitaron que a los Cinco lo trasladaran a unos 50
kilómetros, en Fort Lauderdale, una comunidad donde pudieran
tener un juicio justo. El Gobierno se negó, y el juez, lo apoyó,
aunque la defensa pudo presentar ante el tribunal un informe
de una encuesta que demostraba las actitudes de prejuicio con este
caso. La investigación confirmó que el 70 por ciento de las
personas ya tenían un prejuicio contra los Cinco, y entre estos, el
90 por ciento dijo que no cambiarían sus opiniones, aun cuando el
juicio se desarrollara en otra dirección.
Fueron condenados a las penas máximas en todos los cargos. Antonio,
Ramón y Gerardo obtuvieron cadena perpetua y por consiguiente,
estas sentencias fueron inusualmente llevadas al máximo. Antonio,
que no tenía material clasificado, recibió la misma cadena
perpetua que un espía que iba con cientos de documentos hacía la
Unión Soviética, donde había información clasificada y a razón
de lo cual otros agentes murieron.
En la Apelación. estamos atacando todas estas cuestiones y en estos
momentos estamos esperando por el fallo. Después de las sentencias
el gobierno también hizo algo inusual y fue la separación de los
Cinco por todo el territorio de los Estados Unidos. Los separó lo
más que pudo, cuando, normalmente, personas que son procesadas
juntas, son puestas juntas en prisión.
Fueron llevados a las celdas de castigo más severas imaginables
dentro del sistema estadounidense. Gerardo, a quien visité, lo
llevaron a una celda denominada "la caja", un cuarto de
concreto, sin ventana, desde no se puede ver el día ni la noche, y
nadie puede hablarle. Estaba totalmente incomunicado, se le despojó
de toda la ropa. Lo vi después de 25 días de encontrarse en ese
estado. Se le notaba muy fuerte, pero obviamente desorientado.
En Miami, estuvieron 17 meses en celdas de castigo antes del juicio.
Cuando a inicios del 2003 los Cinco fueron llevados a estas celdas,
las denominadas cajas, se produjo un clamor en todo el mundo. Hubo
manifestaciones en muchas ciudades. Hubo reclamaciones de Amnistía
Internacional y de algunos gobiernos. Esta solidaridad hizo que 30
días después fueran liberados de aquel castigo y volvieron a
condiciones habituales en las cárceles.
Todas las leyes son una cuestión de interpretación, y en este caso
se trata exactamente de eso, de interpretar qué es un proceso
justo. ¿Era Miami una sede justa? De eso hay que hablar,
tenemos que demostrar que ellos tienen derecho a un juicio justo, y
no a un manipulación política. En el caso de Angela Davis supimos
que era decisivo el apoyo internacional, y ahora, también.
Cuando nosotros presentamos la Apelación el 10 de marzo, los
abogados vinieron de Argentina, Alemania, Italia, Canadá y hablaron
con la prensa y un comité del Parlamento de Gran Bretaña atendió
un informe sobre el caso. Hace unos días hablé con la reunión de
abogados de Alemania, que también hicieron un informe sobre el
caso. El Comité Nacional de los Cinco en EE.UU. también ha
trabajado duramente, aunque en ese país el caso no ha sido
difundido por los medios, mientras la historia de Michael Jackson
está todos los días en la prensa, con todo lujo de detalles y
mucho sensasionalismo. Sin embargo, del caso nuestro no se dice
nada.
Hace una semanas hablé en una manifestación que había en Nueva
York, con más de 9 000 personas en contra de la guerra en Irak.
Hablé con estudiantes en una importante escuela de Derecho, y en
todos los espacios que nos den diremos que este es un caso político
y que esperamos que esta injusticia sea corregida y que los Cinco
sean liberados y puedan regresar a su casa y a sus familias acá en
Cuba.
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