¿Qué es un mago? Aquel tipo que desaparece objetos e incluso personas, que saca los conejos de un sombrero o convierte las palomas en coloreados pañuelos. Un mago es también aquel que gambetea a todo el equipo rival, que hace asistencias espectaculares, convierte a los palos en sus aliados y marca goles con frialdad.

Francia tuvo su mago, un tipo creativo llamado Zinedine Zidane, líder de La Generación Dorada del fútbol galo, integrada entre otros, por Fabien Barthez, Robert Pirès, Thierry Henry, Laurent Blanc y Didier Deschamps, protagonistas en 1998 del primer título mundial de la selección, la cual ostenta, además, en sus vitrinas dos Eurocopas (1984 y 2000) y dos Copa FIFA Confederaciones (2001 y 2003).

Sudáfrica’10 será el estreno en mundiales del equipo francés luego de la era pos Zidane. Ahora escasos de un genio como Zizou, intentarán avanzar la fase de grupos, a pesar de las constantes interrogantes que circulan alrededor de su juego, el mundillo que envuelve a su técnico y las ausencias de Benzema, Trezeguet, Vieira y Nasri.

La última muestra del buen fútbol francés, al parecer, se remonta a la cita de bávara, puesto que en la Euro 2008, fueron sotaneros del Grupo C con apenas un punto y la eliminatoria mundialista fue toda una odisea. En el partido de repesca contra Irlanda un polémico pase del gol del capitán Henry, con la mano, les dio el boleto a Sudáfrica.