Cuba en la historia olímpica (4 y
final)
Sydney y Atenas, últimas alegrías.
Voli (f) magistral. Anier García y el canguro Iván Pedroso. En el 2004
los peloteros de nuevo a la vanguardia y hubo un memorable jabalinazo
récord de Osleidys Menéndez, con la segunda dorada para Mario Kindelán.
65 medallas de oro, 170 en total y el lugar 16 de todos los tiempos
ENRIQUE MONTESINOS
montesinos@granma.cip.cu
Al otro lado del planeta, en territorio de marsupiales
como los místicos canguros o los coalas, y de monotremas tan extraños
como los ornitorrincos, el deporte cubano acudió con motivo de los XXVII
Juegos Olímpicos de Sydney’00, últimos del siglo XX.
Las
voleibolistas, después de tres reinados consecutivos, volvieron al podio
para una merecida medalla de bronce en la capital griega.
El púgil Félix Savón y el equipo femenino de voleibol,
se convirtieron en majestades absolutas de sus respectivos entornos por
tercera vez consecutiva, el primero imitando al húngaro Papp y a su
compatriota Stevenson.
Lo de las chicas fue memorable, pues consiguieron
erguirse frente a las potentes rivales rusas tras perder nada menos que
los dos primeros parciales, lo que se dice fácil.
BOXEO Y JUDO, PRIMEROS
Sobre el ring, Savón recibió compañía en la gloria por
parte de Rigondeaux, Mario Kindelán y el mediano Jorge Gutiérrez, para
cuatro de oro que mantuvieron en la cima al boxeo, conquistador de
bronceadas a la cuenta de Maikro Romero y Diógenes Luna.
El
boxeador Mario Kindelán, en Atenas, se llevó al pecho su segundo metal
dorado en Juegos Olímpicos.
El judo femenino estuvo picante al conquistar el cetro
por naciones, liderado por las reinas Legna Verdecia y Sibelis Veranes,
más las plateadas Driulis González y Daima Beltrán, en tanto Manolo
Poulot no olvidó el casi tradicional aporte masculino de bronce.
La lucha se mantuvo firme y fue tercera tras potencias
del calibre de Rusia y Estados Unidos. Filiberto Azcuy (69 kg) consiguió
la hazaña de repetir en la greco, con subtítulos para Lázaro Rivas y un
Juan L. Marén que no pudo titularse pero quedó con el linaje de ser tres
veces medallista.
A estos tres deportes se sumó el taekwondo, para que los
deportes de combate mostrasen su tradicional contundencia, al cosechar 8
de las 11 de oro de la delegación.
El intempestivo campeón Ángel V. Matos y la subtitular
Urbia Meléndez, fueron pilares entre los debutantes taekwondocas y la
esgrima no dejó de aportar, con la bronceada de equipos en espada.
Y si las pesas y la natación esta vez se fueron en
blanco, Cuba mostró otras aristas de su desarrollo para mantener la
colecta de premios en nueve deportes.
Además del taekwondo, sacó la cara el canotaje, con
flamantes vice monarcas en Ledy F. Balceiro y la dupla de Leovaldo
Pereira-Ibrahím Rojas.
DOS COLOSOS EN PISTA Y CAMPO
El atletismo (2-2-2) se recobró de Atlanta y volvió a la
carga. Iván Pedroso fue "mucho más canguro" que el australiano Jay
Taurima y lo madrugó en el último salto de longitud, mientras Anier
García destronaba al legendario estadounidense Allen Johnson en los 110
metros con vallas. Importantes plateadas colgaron de los pechos de
Javier Sotomayor (altura), en su adiós olímpico, y Yoel García (triple),
junto a bronceadas de Osleidys Menéndez (jabalina) y el relevo corto
varonil.
En
la cita australiana el saltador largo Iván Pedroso ganó una medalla de
oro de manera espectacular.
Aunque el béisbol no pudo consagrarse como todos
quisimos, también aportó una de plata para la mejor faena cubana después
de Barcelona, con 29 medallas (11-11-7) y noveno lugar entre 199
naciones, en los que fueron "los mejores Juegos de la historia", según
opinión, por muchos compartida, del entonces presidente del Comité
Olímpico Internacional, el español Juan A. Samaranch.
ALTIBAJOS EN LOS COMBATES
En un entorno cada vez más profesionalizado y
comercializado llegaron los Juegos atenienses del 2004, donde a los 32
años, Mario Kindelán festejó su segundo oro olímpico, aunque no resultó
privilegiado con la Copa Val Baker al mejor púgil, como muchos pensaron.
Su título en 60 kg fue el quinto y último de los puños cubanos,
actuación valorada como la tercera mejor después de Barcelona’92 y
Moscú’80, al sumarle dos medallas de plata y otra de bronce.
Yandro Quintana (60 kg), un luchador de clase extra, se
vistió de oro al vencer en la última jornada del estilo libre, en la
cual Iván Fundora también regaló una presea de bronce. Los gladiadores
obtuvieron antes en la greco la de plata de Roberto Monzón, también en
60 kg, para dar una connotación especial a esa división.
El taekwondo volvió a sumar y esta vez lo hizo por
intermedio de Yanelis Labrada, subcampeona.
Y para concluir con los deportes de combate mencionemos
al judo, el que paradójicamente no consiguió esta vez abrir el cofre
dorado ni una vez, lo que le costó un impensado noveno lugar, con una de
plata y cinco de bronce, una de estas últimas del masculino.
ATLETISMO (F) EN ALZA
En el atletismo dos medallas de oro (o más) solo las
conquistaron otras diez naciones, mientras que el total de cinco fue
accesible únicamente a siete. Y aunque la productividad pudo ser
superior (12 clasificados entre los ocho primeros, de 34), los cubanos
continuaron marcando hitos.
Por primera vez en la historia hubo una campeona en
bala, Yumileidi Cumbá. También dos martillistas en el podio, Yipsi
Moreno y Yunaika Crawford, además de repetir en la jabalina la doble
proeza (oro y récord olímpico de 71.53), con Osleidys Menéndez, tras la
huella de María Caridad Colón, también en la singularidad de ejecutar un
letal primer disparo.
El sector varonil aportó una medalla bronceada a la
cuenta de Anier García (13.20), titular anterior en vallas, en la que
sería una meritoria despedida.
SE RECUPERÓ EL BÉISBOL
De nuevo méritos especiales para los dos equipos más
destacados a lo largo de los años. El béisbol reconquistó la corona pese
a perder un cerrado choque con Japón, pues supo ganar los partidos
clave, el último frente al peligroso cuadro australiano, capaz de
eliminar a los nipones en semifinales. Y en el orden individual destaque
para el receptor Ariel Pestano, líder de los bateadores, para imitar la
hazaña de otro casualmente también villaclareño, Víctor Mesa, que lo
consiguió en Barcelona’92.
Las chicas del renovado equipo femenino de voleibol
aprovecharon para enviar una señal de fortaleza reverdecida, pues
conquistaron la valiosa medalla de bronce por ser a costa de la poderosa
selección de Brasil, 3-1, lideradas por la entonces juvenil Nancy
Carrillo (16 puntos) y las más experimentadas Zoila Barros (15) y
Yumilka Ruiz (14), manteniéndose en el podio luego de sus
extraordinarias tres medallas de oro seguidas.
Los canoístas Ledis Frank Balceiro e Ibrahim Rojas
cerraron la actuación del canotaje con un metal plateado en la prueba de
C2-500 metros, tras recuperarse del infortunado octavo lugar en 1 000
metros, de modo que ambos repitieron sus plateadas de Sydney, aunque
aquellas en actuaciones por separado.
Las 27 medallas en los XXVIII Juegos de Atenas (9-7-11)
codearon de nuevo a Cuba con lo mejor del planeta en la competencia
mayor, reportando el undécimo lugar.
Además, redondearon el total histórico de 170 premios
(65-53-52) y el lugar 16, bien privilegiado si se toman en cuenta las
muchas veces que dejó de participar y las enormes desventajas
demográficas y económicas frente a decenas de naciones.
Hasta cuánto podrá continuar ascendiendo se conocerá muy
pronto.
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1 de agosto |