y Muñeca de Trapo
fue despedida en una sencilla ceremonia en la que se encontraban
varios de sus admiradores y compañeros de oficio como los trovadores
Augusto Blanca, Marta Campos y Rochy Ameneiro y el poeta Víctor
Casaus, así como la familia afectiva que la acompañó durante las
últimas etapas de su vida.
La ceremonia, que contó con la presencia de Rafael Bernal,
ministro de Cultura, Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, y Abel
Prieto, asesor del Presidente de los Consejo de Estado y de
Ministros, alcanzó un momento de gran simbolismo e intensidad
emocional cuando la cantautora Liuba María Hevia despidió el duelo
interpretando varias de las canciones imprescindibles de Teresita.
Al sepelio asistió además Orlando Vistel, presidente del Instituto
Cubano de la Música y una representación de los jóvenes artistas de
la Asociación Hermanos Saiz, encabezada por dos de sus
vicepresidentes Samuel Fonseca, y Yansert Fraga y por su anterior
presidente, Luis Morlote Rivas.
Entre las múltiples condecoraciones que recibió la trovadora y
pedagoga aparecen el Premio Nacional de Música 2009, la Orden Félix
Varela y la Medalla por la Cultura Nacional, entre otras
distinciones.
Adiós a Teresita Fernández, la voz que
dibujó nuestra infancia