BRASILIA.
— Una propuesta de plebiscito para consultar a la ciudadanía
brasileña sobre aspectos de la reforma política carece hoy de
respaldo en el Congreso, que aboga por realizar sus propios cambios
y un referéndum en 2014.
La mayoría de partidos representados en el Legislativo
calificaron de inviable la realización este año del plebiscito
sugerido por la presidenta Dilma Rousseff, como respuesta a los
reclamos de la población que en junio pasado participó en
multitudinarias protestas en más de 100 ciudades de Brasil.
El líder de la Cámara de los Diputados, Henrique Eduardo Alves,
destacó la víspera la imposibilidad de celebrar este año la
iniciativa de la mandataria para que los eventuales cambios entren
en vigor en los próximos comicios, tras una reunión con
representantes de las agrupaciones parlamentarias.
Sólo el Partido de los Trabajadores (PT), en el Gobierno, y otras
dos agrupaciones con mínima presencia en el Congreso -los comunistas
del PCdoB y los Demócratas Laboristas (PDT)- apostaron por la
consulta popular de la Jefa de Estado.
El resto de las organizaciones, encabezada por el Partido del
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de la
coalición del Ejecutivo, rechazó la medida de Rousseff al alegar
falta de tiempo.
Eduardo Alves dijo que no hubo consenso entre las principales
fuerzas políticas, que se pronunciaron en cambio por impulsar una
reforma política con calma y después en 2014 proponer un referéndum,
cuyos resultados serán tenidos en cuenta en las elecciones de 2016.
No hay forma de lograr los 171 votos necesarios para proponer un
proyecto de decreto legislativo que garantice la consulta popular,
aseveró.
El líder del PT en la Cámara de Diputados, José Guimaraes,
reconoció la falta de respaldo a esa iniciativa de parte de las
representaciones aliadas del Gobierno en ese órgano.
En su pedido al Congreso, realizada el 2 de julio pasado, la
presidenta brasileña solicitó que se convoque a un plebiscito sobre
cinco objetivos: formas de financiación de campañas (pública o
privada), el sistema electoral (voto proporcional, distrital o
mixto) continuidad o no de la suplencias parlamentaria, la
manutención de las coaliciones y el fin de voto secreto.
Sin embargo, por ley, la decisión de llamar a una consulta y
definir su contenido es una prerrogativa del poder Legislativo.