WASHINGTON.—
Unos 30 mil reclusos iniciaron lo que podría ser la mayor huelga de
hambre en la historia de California, tras negarse a ingerir comidas
en los últimos dos días.
La protesta, que se ha extendido a dos tercios de las 33
prisiones californianas, tiene como objetivo denunciar la violación
sistemática de los derechos humanos de los internos, algunos de los
cuales llevan varios años en celdas de aislamiento.
Aunque las autoridades carcelarias dijeron que no declararán
válido el ayuno hasta que los participantes hayan perdido nueve
comidas consecutivas, ya admiten que los números son muy superiores
a una huelga de hambre anterior (2011), en la cual participaron más
de seis mil presos en 12 cárceles.
La huelga comenzó por un grupo de condenados en aislamiento
solitario de la Prisión Estatal Pelican Bay, una penitenciaría de
máxima seguridad cerca de la frontera con Oregon.
Según organizaciones de derechos humanos en California más de
cuatro mil personas son mantenidas en celdas de aislamiento durante
varios años seguidos.
Los confinados allí sobreviven en un espacio de 2,5 metros
cuadrados 22 horas y media al día durante períodos de seis años o
más, a veces durante décadas. Solo les permiten salir a un pequeño
patio con paredes de cemento de apenas unos minutos.
El Center for Investigative Reporting pasó casi un año recogiendo
cientos de fotos, cartas y otros objetos, trazando las vidas
solitarias de los hombres detenidos en Pelican Bay.
Durante casi un cuarto de siglo, no han permitido que miles de
estos presos en régimen de aislamiento puedan tomarse una foto para
compartir con la familia o amigos.