"Acabo de entregar al secretario general (de la ONU) un análisis
de las muestras que expertos rusos tomaron en Khal al Asal, el lugar
donde cayó un proyectil", declaró Churkin citado por Ria Novosti. El
diplomático agregó que "según demuestran claramente los resultados
del análisis, era una ojiva de producción no industrial que contenía
sarín", un agente químico que afecta el sistema nervioso.
El Gobierno de Damasco acusa a los insurgentes de haber disparado
un proyectil con carga química contra el barrio de Khal al Asal, en
Alepo, el pasado 19 de marzo, lo cual dejó al menos 26 muertos y
varios heridos.
El embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jafari, dijo el lunes
que los rebeldes guardaban 281 barriles de sustancias químicas en un
escondite situado en la ciudad de Baniyas, en el noroeste del país.
Churkin, por su parte, aseguró que su país compartirá los
resultados de esas pruebas con Estados Unidos, Francia y Reino
Unido, tres países que han denunciado el uso de armas químicas por
parte del gobierno de Bachar al-Assad.
"Espero que los analicen y si tienen preguntas nuestros expertos
están preparados para responder", indicó el embajador, quien vino a
decir que los casos denunciados por Washington, Londres y París
carecen de credibilidad aunque apoyó que se investiguen todos.
Churkin dijo que confía en que la misión de expertos de Naciones
Unidas pueda llevar a cabo sus estudios de manera "imparcial" e
"independiente".