Crecer con el multioficio

Germán Veloz Placencia

La capacidad para ejercer el multioficio convierte a Arnoldo González Torres en un especialista imprescindible para la Empresa Constructora del Poder Popular (ECOPP) de la provincia de Holguín. Aunque es jefe de una brigada, en las obras se le puede ver indistintamente como carpintero (lo mismo coloca un marco de madera que uno de aluminio), cristalero, albañil, plomero, soldador, techador, decorador, escultor, y todo lo que conduzca a la restauración de obras de arquitectura.

Arnoldo es un ceramista empedernido porque encuentra apasionante convertir la arcilla en piezas de arte u objetos para otros fines.

La Casa de la Prensa de la ciudad de Holguín es uno de esos sitios en los que han quedado las huellas de su laboriosidad y talento. Allí, entre otras cosas, diseñó y construyó lámparas de estilo colonial que dan un toque especial a la instalación.

Le cuesta trabajo enumerar los oficios que domina. Pero no duda para afirmar que la pasión por el trabajo surgió en la etapa de alumno de la Escuela Profesional de Artes Plásticas de Santiago de Cuba.

"Luego ingresé en la Escuela de Cerámica de Las Tunas. Los profesores me impartieron diseño estético, fotografía, escultura, dibujo, cerámica, grabado, pintura y otras materias. Siempre escuché consejos que estimulaban a los alumnos a ser lo más integrales posibles", comenta.

A la ECOPP holguinera ingresó en el 2008, con el propósito de crear un taller de cerámica para aportar elementos decorativos a las obras contratadas. Lo venció la atracción por modelar el barro, la cual es permanente.

Pero tres años después, su creatividad y capacidad organizativa fueron recompensadas cuando los directivos de la entidad decidieron ponerlo al frente de una brigada de restauración de inmuebles.

"Inicialmente éramos tres. Desde entonces el principio para integrar el grupo es realizar cualquier tarea relacionada con la construcción en general y la disposición a superarse. Nuestro técnico, por ejemplo, responde por las certificaciones de las labores y los términos de los contratos, pero cuando no está en esas funciones, agarra la herramienta correspondiente y se suma a la misión del momento".

Por la cuenta sacada en la empresa, Arnoldo y sus cinco compañeros equivalen a una brigada de casi 30 hombres. Hace poco llegaron a producir 74 mil pesos en un mes, resultado atribuido a la productividad, disciplina laboral y planificación de cada acción.

"Poseemos habilidades para llevar varias obras a la vez. Por lo general nos dividimos en parejas, con metas específicas que no alteran la calidad, ni los plazos pactados en los contratos, que son leyes inviolables. Conozco lo que da cada uno de los hombres y les tengo confianza; sin embargo no descuido el control".

Asegura que no dejará de promover el multioficio, aunque tiene severas exigencias en el sector de la construcción, entre ellas trabajar largas jornadas para cumplir los compromisos.

"En el caso de un restaurador se debe dominar la mayor cantidad de herramientas y de procedimientos constructivos. Igualmente, hay que investigar. Meses atrás, al intervenir en la restauración del parque de la Loma de la cruz, en la ciudad de Holguín, estudié todo lo relacionado con ese sitio histórico. Consulté fotos y libros de texto, además de conversar con historiadores y conocedores del tema en general. Al final crecí intelectualmente".

 

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