MOSCU.
— El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó hoy la necesidad de un
mecanismo internacional como el Grupo de los ocho (G-8) en la
concertación de posiciones sobre la política mundial y el desarrollo
socio-económico global.
Al esbozar los momentos fundamentales de la cumbre celebrada en
la localidad norirlandesa de Enniskillen, Putin dijo que las
discusiones celebradas en formato informal propiciaron abordar las
más agudas problemáticas, impulsar ideas y convenir acciones
colectivas, reprodujo este miércoles el sitio de la presidencia del
Kremlin.
De la temática económica identificó los debates en torno a la
estimulación del crecimiento global, el empleo, la brecha en el
desarrollo entre los países y las turbulencias financieras.
El gobernante ruso refirió la coincidencia entre los integrantes
del club selecto de economías industrializadas (Alemania, Canadá,
Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, y Rusia) en
medidas concertadas para dinamizar el comercio mundial, reducir las
barreras proteccionistas y eliminar los obstáculos para el flujo de
inversiones.
Según Putin, dominó el interés por analizar la interacción dentro
del G-8 en problemas relativos a la evasión fiscal y los delitos
anexos, la transparencia de las operaciones "off shore" y la
oxigenación de las finanzas mundiales.
El plato fuerte del foro de dos días fue sin duda la situación
alrededor de Siria, tema central también en las pláticas celebradas
por Putin con su par estadounidense, Barack Obama. El propio Putin
reconoció las discrepancias en el tema sirio y sobre los planes
norteamericanos del escudo antimisiles.
Instamos a los socios a trabajar en un esfuerzo concentrado en la
celebración de la conferencia internacional en Ginebra (Ginebra II)
en procura del cese del derramamiento de sangre, apuntó el
gobernante ruso, quien criticó a los gobiernos occidentales que
apoyan a los terroristas en ese país.
Cualquier decisión, a nuestro juicio, sobre suministro de armas a
la oposición, basada en infundadas acusaciones a Damasco, por el
supuesto uso de armas químicas, es un detonante adicional a la
inestable situación, advirtió.
Recalcó que el baño de sangre y la violencia podrán frenarse por
la vía pacífica y los mecanismos políticos, e insistió en que Rusia
no posee evidencias sobre el empleo de armamentos de destrucción en
masa por el Gobierno sirio y aseguró que no todos los líderes
mundiales creen esa versión.
En las conclusiones, Putin recordó que la presidencia rotatoria
del G-8 pasará a Rusia en enero de 2014, para lo cual tomarán como
referencia las iniciativas británicas y los resultados del encuentro
de alto nivel del G-20, que tendrá lugar en septiembre venidero, en
San Petersburgo.
La cita cimera del foro de las naciones más industrializadas,
bajo la estafeta rusa, se celebrará el 4 y 5 de junio de 2014 en la
sureña ciudad balneario de Sochi, a orillas del mar Negro.