Pese a episodios violentos aislados durante las manifestaciones,
en las que se calcula participaron unas 250 mil personas, Rousseff
sostuvo que las protestas "demuestran el valor de la democracia",
reportó EFE.
En sus primeras declaraciones públicas sobre las revueltas que
desde hace casi diez días se expanden por el país, la Mandataria
celebró haber visto a "tantos jóvenes y adultos, nietos, padres y
abuelos, todos juntos con la bandera de Brasil, cantando el himno
nacional y exigiendo un país mejor". Pero condenó los episodios de
violencia.
Las demandas de la población "por ciudadanía, mejores escuelas,
hospitales, transporte público de calidad y a un precio justo, por
el derecho a influir en las decisiones de los Gobiernos, en repudio
de la corrupción y el desvío de dinero público, comprueba el valor
intrínseco de la democracia", afirmó.
Rousseff aseguró que el Gobierno "está empeñado en la
transformación social" que reclama "la voz de las calles" y dijo que
fruto de ese esfuerzo unos 40 millones de personas han salido de la
pobreza en la última década.
La Presidenta se mostró dispuesta a escuchar esos reclamos y
sostuvo que, así como la sociedad que se ha manifestado en las
calles, el Gobierno "también quiere más y va a conseguir más para el
país y para el pueblo".