ALIET ARZOLA LIMA

SANTA CLARA.— Matanzas y Villa Clara, protagonistas de la gran final de la 52 Serie Nacional, han aprovechado cada minuto en la puesta en forma de cara al tramo decisivo del evento.

Manduley ha sido la llave del cuadro naranja.

La tropa de Víctor Mesa siguió al pie de la letra las exigencias del explosivo mentor, a sabiendas de la enorme faena que ha tenido por delante frente a un rival en su mejor forma.

Manuel Benavides, amén de su experiencia en 16 postemporadas, aseguró que en ningún momento han bajado los brazos, criterio compartido con el estelar José Miguel Fernández, el más productivo de los Cocodrilos hasta ayer.

El santiaguero, el más veterano en todo el campeonato, añade que la presente fase la ha vivido diferente, sobre todo cuando se gana, "pero uno tiene la medida de cuán grande es un equipo si logra reaccionar".

Ariel Sánchez, uno de los puntales de la ofensiva yumurina.

Por su parte, Ariel Sánchez, uno de los baluartes ofensivos de la nave, confesó que su preparación estuvo enfocada en ayudar al conjunto durante toda la campaña. "Wilfredo Sánchez, mi tío, me dio consejos para batear en conteo y hacia el centro del terreno, además de enseñarme algunas habilidades para conectar con mayor efectividad frente a lanzadores zurdos. Por ejemplo, abrir más el pie y meter el hombro, lo cual me ha posibilitado aumentar mi promedio", señaló.

Mientras, los Naranjas, amparados en su ventaja, se veían relajados, interesados en borrar las decepciones acumuladas en los últimos 18 años. Jonder Martínez, uno de los refuerzos del plantel, afirmó sentirse cómodo. "Indiscutiblemente, este es un conjunto experimentado, de tremendo oficio, casi perfecto a la defensa y con unos receptores que conducen muy bien todas las acciones y situaciones de juego, detalle que facilita el trabajo de los lanzadores. Puedes ser el mejor del mundo, que si el conjunto no te apoya en el campo no tendrás resultados sobresalientes", argumentó.

Respecto a su desempeño como relevista recuerda que con el antiguo equipo Habana ocupaba ese rol en la postemporada con dividendos notables. "Con Lombillo, el año que salimos campeones, yo estaba en el bullpen y me gustaba salir en las postrimerías porque el juego se pone caliente y las exigencias aumentan".

Otro de los refuerzos naranjas, el holguinero Yordan Manduley, enfatizó en su preparación integral, trascendente en su rendimiento, tanto madero en ristre como con el guante, y también destacó la confianza y el apoyo de la dirección y el público.