ROMA.
— Cuba afirmó hoy aquí que hacer frente a la inseguridad alimentaria
requiere, además de una fuerte voluntad política, un enfoque
sistémico y multisectorial que conlleve cambios en los sistemas
alimentarios, de salud y educación mundiales.
La embajadora de Cuba ante Italia y los Organismos
Internacionales con sede en Roma, Milagros Carina Soto, abogó en la
Cumbre de la FAO por la aplicación de políticas de inclusión social
que garanticen, por igual, el acceso a los recursos, el mejoramiento
de las dietas y la nutrición.
Hasta hoy solo podemos hablar de modestos avances pues los que
padecen y mueren por hambre, los que sufren las consecuencias de la
malnutrición, representan aún cifras alarmantes y dolorosas para
quienes aspiramos a un mundo mejor y más justo, aseveró.
Soto manifestó que la nación caribeña se siente honrada al haber
recibido el reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por los resultados
alcanzados en materia de seguridad alimentaria.
Nuestros indicadores, remarcó, son el fruto del enfoque sistémico
que el gobierno cubano ha aplicado desde el triunfo revolucionario
de 1959, con políticas que garantizan igualdad de oportunidades y el
acceso gratuito y universal a la salud y la educación.
La diplomática señaló que esos resultados se han logrado a pesar
del obsoleto y criminal bloqueo económico, financiero y comercial
que Estados Unidos le impone a la isla desde hace más de cinco
décadas.
Durante estos años, la experiencia adquirida por la Mayor de las
Antillas la ha puesto modestamente a disposición de otros países,
potenciando la cooperación Sur-Sur, apuntó.
También subrayó que en su condición de presidente Pro-témpore de
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Cuba
hace patente el compromiso de esta comunidad en la lucha contra el
hambre y la malnutrición, así como el apoyo a la iniciativa América
Latina y Caribe Sin Hambre 2025.
La embajadora destacó la total vigencia de las palabras del líder
histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la Cumbre
Mundial de la Alimentación en 1996 cuando dijo: "Las campanas que
doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana
por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser
suficientemente sabia para salvarse a sí misma."
En declaraciones a Prensa Latina, Soto aseveró que para combatir
el hambre también es necesario el compromiso que debieran tener los
países desarrollados, aquellos que se enriquecieron muchas veces a
costa de las riquezas naturales de otros, para apoyar a las naciones
en vías de desarrollo.
Si el dinero que se gasta en armas y en publicidad banal, fuera
invertido en el desarrollo de nuestros países, de verdad estaríamos
a las puertas de un mundo mejor, sentenció.