Las relaciones entre Cuba y África se remontan a la época de la
colonización española, cuando comenzaron a llegar las primeras
dotaciones de esclavos a América y a la Isla. Desde entonces su
cultura se hizo nuestra.
Con el auge de los movimientos independentistas y las luchas
contra el régimen del Apartheid, la sangre de ambos pueblos se
hermanó para siempre.
Cientos de cooperantes cubanos de la salud, la educación y el
deporte trabajan en estos momentos en tierras africanas, al tiempo
que jóvenes de aquel continente se forman como profesionales en
nuestras universidades.
En las tres últimas reuniones anuales de alto nivel de la Unión
africana (UA) se han aprobado resoluciones que exigen a Estados
Unidos el cese inmediato del bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto a Cuba desde 1962. Asimismo, muchos de los
países de la Unión se han pronunciado por que el gobierno
norteamericano libere de su injusto encierro a los luchadores
antiterroristas de la nación caribeña.
Y es que, como afirmó el líder histórico de la Revolución cubana,
Fidel Castro, en el acto de imposición de la Orden de Buena
Esperanza, efectuado en Sudáfrica el 4 de septiembre de 1998, "sin
África, sin sus hijos y sus hijas, sin su cultura y sus costumbres,
sin sus lenguas y sus dioses, Cuba no sería lo que es hoy".
Medio siglo buscando unidad y desarrollo