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Cuatro realidades inhumanas sobre la huelga de hambre en
Guantánamo

POR STEVEN HSIEH
El viernes se cumplieron 100 días desde el comienzo de la huelga
de hambre en la Bahía de Guantánamo que ha vuelto a capturar la
atención internacional respecto a la prisión en el extranjero que el
presidente Obama prometió cerrar hace cinco años cuando era
candidato.
Los funcionarios militares dicen que el jueves de los 166
detenidos 102 estaban participando en la huelga. Los abogados dicen
que la cantidad es más cercana a 130.
Desde que la huelga de hambre comenzó hace 100 días, grupos
internacionales que incluyen el Parlamento Europeo, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y varias naciones con
detenidos en Guantánamo, han aumentado la presión sobre el gobierno
de Obama para que libere a los detenidos o cierre por completo la
prisión.
1. La
tortura de la alimentación forzosa
Treinta de los 166 prisioneros recluidos en Guantánamo son
sometidos a la alimentación forzosa, una práctica que la Oficina de
Derechos Humanos de la ONU considera tortura y violación del derecho
internacional. Durante esta semana, la ACLU [Unión Estadounidense de
Libertades Civiles], así como varias organizaciones de derechos
humanos, enviaron una carta al Secretario de Defensa Chuck Hagel
urgiéndole a que se deje de alimentar a la fuerza a los presos de
Guantánamo.
Mientras los militares dicen que sería "inhumano" dejar que los
prisioneros se maten por inanición, varios grupos de derechos
humanos y médicos no están de acuerdo.
"Bajo esas circunstancias, seguir adelante y alimentar a la
fuerza a una persona no solo es una violación ética sino que puede
llegar al nivel de tortura o maltrato", dijo Peter Maurer, jefe del
Comité Internacional de la Cruz Roja.
El procedimiento de alimentación forzosa consiste en la
introducción de un tubo por la nariz del prisionero, pasando por las
fosas nasales, la garganta hasta llegar al estómago. El proceso
inflige severos dolores y malestar. Según un análisis de documentos
militares realizado por Al Jazeera [3], obligan a los prisioneros "a
llevar máscaras sobre sus bocas mientras están sentados encadenados
a una silla hasta dos horas" mientras bombean un suplemento
nutritivo a su estómago. "Al final del procedimiento levantan al
preso de la silla y le llevan a una ‘celda seca’, sin agua
corriente", explica Al Jazeera. "Entonces un guardia observa al
detenido durante 45-60 minutos ‘por si diera señales de vomitar o
intentase inducir el vómito’. Si el prisionero vomita le devuelven a
la silla de alimentación".
2.
Supuestos intentos de "quebrar" a los presos en huelga de hambre
Han aparecido varios informes de que los guardias de Guantánamo
están maltratando a presos en huelga de hambre en un esfuerzo por
"quebrarlos". Los abogados del prisionero yemenita Musaab al-Madhwani
dicen que los guardias presionan a los huelguistas negándoles el
agua potable, obligándolos a beber agua de la llave no potable y
manteniendo sus celdas a temperaturas "extremadamente frías",
informa AFP [4]. En una queja, los abogados dijeron: "Cuando Musaab
y sus compañeros presos solicitaron agua potable, los guardias les
dijeron que bebieran de los grifos… La falta de agua potable ya ha
causado a algunos prisioneros problemas renales, urinarios y
estomacales."
Otro abogado dijo a RT [5] que los guardias sacan a los detenidos
en huelga de hambre de los espacios comunes y los obligan a vivir en
celdas aisladas para quebrar su espíritu.
3. Más
de la mitad de los presos de Guantánamo han sido aprobados para su
liberación. Un noventa por ciento ni siquiera han sido acusados de
crímenes
Ochenta y seis de 166 prisioneros en Guantánamo ya han sido
aprobados para su liberación, pero las barreras legales y
burocráticas los mantienen en detención indefinida. Ante todo, el
Congreso impuso restricciones a las transferencias de detenidos,
exigiendo pruebas de que los posibles transferidos no plantearían
jamás una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU. en el futuro. En
una conferencia de prensa del pasado mes, el presidente Obama
reiteró este hecho, diciendo que "necesitará algo de ayuda del
Congreso". Sin embargo, como han señalado varios comentaristas, el
Congreso también ha otorgado a Obama el poder de utilizar dispensas
para transferir detenidos, un poder que no ha ejercido ni una sola
vez.
Las cosas son complicadas por los 56 nacionales yemenitas
detenidos en Guantánamo. Como explicó Alex Kane de AlterNet [6]
Yemen es "un fuerte aliado de EE.UU. que también tiene un problema
con Al Qaida en la Península Arábiga, un grupo que ha planeado
ataques contra EE.UU. Después de la suspensión de una conspiración
terrorista en 2009 que supuestamente se originó en Yemen, el
gobierno de Obama decidió suspender la repatriación de detenidos a
Yemen".
4.
Ninguna alternativa excepto un ataúd
Se informa de que la huelga de hambre comenzó como una reacción
por el maltrato de los guardias de la prisión a los ejemplares de El
Corán de los detenidos. Pero como han señalado diversos
comentaristas, organizaciones y los propios detenidos, eso fue solo
un momento clave. La huelga es el resultado de las grandes
frustraciones de los prisioneros por tenerlos alejados de sus
familias en condiciones inhumanas, algunos desde hace más de 11
años.
"Los funcionarios dicen que dos detenidos han intentado
suicidarse desde el comienzo de la huelga".
"Los presos no están pasando hambre para convertirse en mártires…
Lo hacen porque están desesperados", dijo Wells Dixon, un abogado
que representa a cinco detenidos de Guantánamo. "Están desesperados
por liberarse de Guantánamo. No ven ninguna alternativa aparte de
salir en un ataúd. Es el resultado final".
Samir Naji al Hasan Moqbel, mediante un llamado telefónico a su
abogado, explicó que la huelga de hambre está impulsada por una
mentalidad de último recurso en un artículo de opinión para el New
York Times [7] del pasado mes:
"Ahora la situación es desesperada. Todos los detenidos están
sufriendo profundamente… He vomitado sangre.
Y no hay fin a la vista de nuestro encarcelamiento. La decisión
que hemos tomado es negarnos a ingerir alimentos y arriesgar la
muerte cada día.
Solo espero que debido al dolor que estamos sufriendo, los ojos
del mundo vuelvan a dirigirse hacia Guantánamo antes de que sea
demasiado tarde". (Tomado de
Rebelión) |