El primer día de septiembre no acogerá a docentes, alumnos y
familias con modificaciones en la manera de impartir clases, tampoco
en las evaluaciones o en los programas de estudio; será una
consolidación de lo logrado lo que marcará la diferencia.
Sin embargo, no por faltar novedades deja de ser menos
trascendente la propuesta. Así lo ratificó a la prensa la ministra
de Educación Ena Elsa Velásquez:
"Mantenemos los mismos objetivos para el próximo curso, debemos
trabajar en función de consolidar las transformaciones que hemos
estado aplicando durante estos años. Consideramos que es importante
no estar cambiando sino consolidar lo hecho en cada nivel de
educacional.
"Porque al final, lo importante es que el alumno transite por
cada nivel venciendo los objetivos y esté en condiciones de
matricular en la Educación Superior o en la Enseñanza Técnica para
formarse como obrero calificado o técnico de nivel medio".
La ministra indicó que la misión de elevar la calidad implicaba
el gran reto de garantizar una mayor preparación de los cuadros de
dirección y maestros para que las escuelas estén función de que los
estudiantes aprendan cada vez más y su conducta se muestre acorde
con las necesidades actuales que el país requiere.
Calificó de crítico y aterrizado en las problemáticas concretas
de las escuelas al seminario nacional de preparación del próximo
curso, realizado el pasado fin de semana. En cuanto a la
trascendencia de desarrollar una cultura económica, abordada en la
reunión, comentó:
"Lo necesitamos porque nuestro sector recibe muchos recursos del
estado cada curso escolar y esa cultura es importante para hacer un
mejor uso del presupuesto y para que nuestros directivos puedan
mensualmente y con cada colectivo laboral, como se ha indicado,
hacer un análisis de cómo se ejecuta dicho presupuesto.
Pero no viéndolo, aclaró, como cifras frías, sino analizando la
manera en que nuestro actuar impacta en ese financiamiento y en los
cuantiosos recursos puestos en nuestras manos. En tal sentido,
detalló sobre las consecuencias de la indisciplina laboral, de no
cuidar la base material de estudio, incumplir con los planes de
ingreso a escuelas y universidades pedagógicas, no mantener la
adecuada eficiencia en el tránsito por el ciclo…
"Queremos, enfatizó, que esos análisis se hagan teniendo en
cuenta los resultados de los principales indicadores que miden
nuestra eficiencia en cada centro escolar".
Al respecto, el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y
de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, había subrayado en
la clausura del seminario educacional: "La necesidad de que el
nuevo curso se distinga por mejores resultados e impactos, debe
basarse en compartir una cultura de trabado basada en la
satisfacción por el cumplimiento eficaz de todo lo propuesto"
El también miembro del Buró Político exhortó a la constante
insatisfacción con lo conseguido, a que sea una cultura de trabajo
caracterizada por el compromiso, el detalle y la calidad en
todo que se haga con la participación y aporte de todos. Llamó a
atender los planteamientos de estudiantes y los hechos por los
trabajadores en las asambleas sindicales.
La trascendencia del trabajo político ideológico fue una de las
ideas centrales en que abundó el vicepresidente, a partir de la
labor de subversión dirigida por el enemigo a las nuevas
generaciones. El aula, dijo, es el espacio ideal para esclarecer y
dialogar sin formalidades.
Con relación a las preocupaciones por la educación formal de
niños y jóvenes, porque durante el horario docente se encuentre a
alumnos en la calle, que además no guardan el mejor comportamiento,
además de acotar que hay personas que critican, peor no actúan;
Díaz-Canel comentó que tales cosas no pueden ser vistas como
normales, no pueden ocurrir en nuestra sociedad y menos ser
protagonizadas por estudiantes. Por tanto, llamó a una lucha
incesante en ese sentido. "Tenemos, dijo, que ser ejemplo de una
educación integral, que debe distinguirse por el cultivo de los
valores."
Convocó a continuar enalteciendo el papel del profesor, contenido
en los Lineamientos del Partido. Es algo en lo que se ha avanzado,
pero nos corresponde, señaló, lograrlo de manera más concreta en el
próximo curso, donde han de consolidarse las transformaciones
implementadas durante los últimos años y cuyos resultados de impacto
deben ahora integrarse. El vínculo de la escuela con la familia fue
otro tópico en el que abundó el directivo, llamando a despojarlo de
cualquier formalidad, a que las reuniones de padres no se limiten a
informar y menos a pedir recursos para la escuela, sino a
comprometer y dar participación a las familias con el acontecer
escolar. En ese sentido, sugirió retomar los llamados Consejos de
Padres, que en otras etapas mostraron buenos resultados.