El 
			Héroe de la República de Cuba, René González Sheweret inicia en la 
			Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, el trámite 
			de renuncia voluntaria de la ciudadanía norteamericana, tras lo cual 
			podrá permanecer definitivamente en su Patria, como señala la orden 
			de la jueza Joan Lenard emitida el pasado 3 de Mayo.
			En entrevista a la periodista Arleen Rodríguez Derivet, en el 
			programa radial La Luz en lo Oscuro de Radio Rebelde, René calificó 
			el hecho como un nuevo proceso, que comenzó el día del arresto y 
			ahora toma otras características. "Es un cúmulo de emociones que se 
			reencuentran ahora, enfatizó René, tuvo que morir mi padre para que 
			yo viniera a Cuba y obtuviera esto, y por otra parte, está mi 
			familia, mi esposa Olguita, las niñas y mi nieto, en el fondo prima 
			la alegría de por lo menos haberle arrancado un año y medio a esa 
			absurda libertad supervisada", acota.
			Según René González era esta una oportunidad única porque, el 
			pedido original para que aprobasen su moción de permanecer en otro 
			país y cumplir el período de tres años de libertad supervisada, 
			únicamente podría realizarse desde el punto de vista legal fuera de 
			los Estados Unidos. Hasta entonces esa moción había sido rechazada 
			por la jueza al considerar que quién garantizaría que, una vez en 
			otra nación, René cumpliría con lo que había prometido.
			"Con el viaje a Cuba reiteré ese pedido, y dije que sí, que lo 
			hago, y por lo tanto el argumento esgrimido por la propia fiscalía 
			quedaba sin fuerza, se disuelve, pues estaba en Cuba, la noticia era 
			esperada, porque era la única posibilidad que tenía de producirse, 
			solo aquí", consideró el héroe cubano.
			Fue otra oportunidad única la de compartir esa dicha junto a sus 
			seres queridos, René vive ahora un proceso de transición, porque lo 
			que ha hecho la jueza Joan Lenard es extender el plazo de mí visita 
			privada y familiar, para que hasta el 16 de Mayo se complete el 
			proceso de la pérdida de la ciudadanía, por lo que le daría la 
			oportunidad a René de ejercer sus derechos con más libertad.
			"A partir de ahora se levanta el elemento de la amenaza de 
			violencia que se cernía sobre mí por parte de los grupos terroristas 
			de Miami, que era una de las mayores limitaciones para cumplir la 
			absurda libertad supervisada en territorio de La Florida. Sería 
			permanecer en Cuba sin tener que reportar desde aquí a ninguna 
			autoridad y poder ejercer mis derechos que en La Florida estuvieron 
			siempre limitados por la presión de los grupos anticubanos".
			"Una vez que se realiza el pedido de la pérdida de la ciudadanía 
			norteamericana, debe extenderse un certificado del mismo, y 
			posteriormente corresponde hacer el reporte a la jueza Joan Lenard 
			que deberá modificar la libertad supervisada para permanecer en 
			Cuba", amplia René González.
			El pasado día 3 de Mayo, la jueza de La Florida Joan Lenard había 
			aceptado la solicitud presentada por René de modificar las 
			condiciones de su libertad supervisada y permanecer en Cuba, a 
			cambio de la renuncia voluntaria a su ciudadanía estadounidense. El 
			día anterior, el Gobierno de los Estados Unidos había comunicado a 
			la Corte que no se oponía a dicha solicitud.
			Según las conclusiones del documento oficial, queda establecido 
			por la propia jueza que "si el acusado, voluntariamente renuncia a 
			la ciudadanía estadounidense conforme a la 8 USC/1481 (a) (5), 
			mientras está autorizado a permanecer en Cuba por el Tribunal y si 
			se emite un Certificado de pérdida de nacionalidad por el 
			Departamento de Estado de EE.UU., entonces el acusado pasara el 
			resto de su periodo de libertad supervisada en Cuba, sobre la base 
			de no presentar informes periódicamente, y no regresará a EE.UU.".
			René González es uno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos 
			que, tras haber cumplido su injusta condena durante 13 años y 
			privado de la visita de su esposa durante todo ese tiempo, 
			permanecía en territorio norteamericano con una pena adicional de 
			tres años de libertad supervisada.