"No queremos al mundo de la finanza en el poder, no queremos la
política de austeridad que hace sufrir a los pueblos de Europa y
conduce a todo el continente al desastre", dijo el líder
ultraizquierdista en el inicio de la marcha que reunió cerca de cien
mil personas.
Mélenchon pidió un cambio profundo en las instituciones francesas
y la convocatoria de una Asamblea Constituyente para elaborar una
nueva Constitución que abra la VI República.
Formada por personas que nunca antes han sido electas y que
renuncian a serlo, la Constituyente debe "devolver el poder al
pueblo" e introducir la posibilidad de que, por vía de referéndum,
pueda desposeerse de su cargo a todo electo, incluido el presidente.
El dirigente aseguró que su protesta va "contra el golpe de
Estado financiero" y acusó a la "maldita troika" y a la "vacía
Comisión" de imponer al pueblo "un sufrimiento innecesario que se
asemeja al sadismo para pagar una deuda que nunca será pagada",
precisa EFE.