¿Considera,
pregunto a la doctora Nancy de la C. Milián Melero, que el problema
de los seres humanos ante la vejez sigue siendo el mismo que
definiera Cicerón, político, pensador y orador romano: "Cada día más
sufridos, más inhábiles, más enfermizos y más cercanos a la muerte"?
Medita unos instantes y dice: "¡No!, estos mitos y conceptos
erróneos acerca del envejecimiento han sido destruidos por los
propios ancianos al ocupar un espacio importante dentro de la
sociedad. Hoy sabemos que podemos vivir mucho más y con mejor
calidad".
La doctora Milián, especialista en Medicina General Integral y
directora del Centro de Rehabilitación Geriátrica Santiago Ramón y
Cajal, señala que en la actualidad los científicos han fijado "el
tope" de la vida humana entre los 118 y 120 años y consideran que
podría expandirse una década más, atendiendo a los avances
realizados en la biotecnología, el desarrollo de la terapia génica,
el trasplante de órganos y de células-madre, el uso de nuevos
medicamentos y vacunas para la prevención de enfermedades.
Indica que el envejecimiento es un proceso inevitable e
irreversible programado genéticamente, en el que influyen factores
externos o del ambiente como la nutrición, los estilos de vida de
las personas, el estrés y las enfermedades, que determinan que sea
un proceso variable en el que no solo influye la edad propiamente
dicha.
Como el envejecimiento comienza desde que nacemos y transcurre
como un proceso a lo largo de la vida, las medidas preventivas deben
ponerse en práctica desde el nacimiento, por lo que resulta esencial
mantener una alimentación y nutrición adecuadas, contar con un
programa de inmunización, estimular la práctica sistemática de
ejercicios físicos, ambientes de vida armónicos, condiciones
sociales favorables.
Está demostrado que, dice, es posible mantener la capacidad
intelectual, de aprendizaje y de memoria hasta en las etapas más
avanzadas de la vida, por lo que sugiere mantenerse activos
intelectualmente, ejercitar la memoria realizando crucigramas, sopas
de palabras, estimular la lectura, asistir a actividades sociales, y
reconoce que el proyecto cubano de las Cátedras Universitarias del
adulto mayor son un espacio favorecedor y preventivo en este tema
contribuyendo al envejecimiento activo.
Aunque todavía queda mucho camino por investigar, la especialista
refiere que las mujeres en general, incluso con una salud más
deteriorada que los hombres, viven como promedio más que ellos. Los
estudios apuntan a que pueden existir condiciones excepcionales en
la mujer, y las sobrecargas, el desgaste y las carencias a las que
se ven sometidas durante la vida se puedan convertir, con el
devenir, en factores protectores.
La doctora Milián, coordinadora del Programa de Atención al
Anciano en La Habana Vieja, participará en el encuentro de
Centenarios que, organizado por el Club de los 120 Años, tendrá
lugar la semana próxima en La Habana, como parte del Seminario
Internacional Longevidad Satisfactoria: Visión Integral.
Nuestros centenarios —dice— refieren sentirse muy satisfechos con
su vida, denotan actitudes positivas ante la vejez y tienen fuertes
sistemas de afrontamiento ante los problemas. Estos resultados,
encontrados en el estudio de centenarios realizado en Cuba, pudieran
ser la fórmula para un envejecimiento exitoso.