Vísperas de un encuentro de Centenarios

Puede expandirse más la vida humana

José A. de la Osa
delaosa@granma.cip.cu

¿Considera, pregunto a la doctora Nancy de la C. Milián Melero, que el problema de los seres humanos ante la vejez sigue siendo el mismo que definiera Cicerón, político, pensador y orador romano: "Cada día más sufridos, más inhábiles, más enfermizos y más cercanos a la muerte"?

Medita unos instantes y dice: "¡No!, estos mitos y conceptos erróneos acerca del envejecimiento han sido destruidos por los propios ancianos al ocupar un espacio importante dentro de la sociedad. Hoy sabemos que podemos vivir mucho más y con mejor calidad".

La doctora Milián, especialista en Medicina General Integral y directora del Centro de Rehabilitación Geriátrica Santiago Ramón y Cajal, señala que en la actualidad los científicos han fijado "el tope" de la vida humana entre los 118 y 120 años y consideran que podría expandirse una década más, atendiendo a los avances realizados en la biotecnología, el desarrollo de la terapia génica, el trasplante de órganos y de células-madre, el uso de nuevos medicamentos y vacunas para la prevención de enfermedades.

Indica que el envejecimiento es un proceso inevitable e irreversible programado genéticamente, en el que influyen factores externos o del ambiente como la nutrición, los estilos de vida de las personas, el estrés y las enfermedades, que determinan que sea un proceso variable en el que no solo influye la edad propiamente dicha.

Como el envejecimiento comienza desde que nacemos y transcurre como un proceso a lo largo de la vida, las medidas preventivas deben ponerse en práctica desde el nacimiento, por lo que resulta esencial mantener una alimentación y nutrición adecuadas, contar con un programa de inmunización, estimular la práctica sistemática de ejercicios físicos, ambientes de vida armónicos, condiciones sociales favorables.

Está demostrado que, dice, es posible mantener la capacidad intelectual, de aprendizaje y de memoria hasta en las etapas más avanzadas de la vida, por lo que sugiere mantenerse activos intelectualmente, ejercitar la memoria realizando crucigramas, sopas de palabras, estimular la lectura, asistir a actividades sociales, y reconoce que el proyecto cubano de las Cátedras Universitarias del adulto mayor son un espacio favorecedor y preventivo en este tema contribuyendo al envejecimiento activo.

Aunque todavía queda mucho camino por investigar, la especialista refiere que las mujeres en general, incluso con una salud más deteriorada que los hombres, viven como promedio más que ellos. Los estudios apuntan a que pueden existir condiciones excepcionales en la mujer, y las sobrecargas, el desgaste y las carencias a las que se ven sometidas durante la vida se puedan convertir, con el devenir, en factores protectores.

La doctora Milián, coordinadora del Programa de Atención al Anciano en La Habana Vieja, participará en el encuentro de Centenarios que, organizado por el Club de los 120 Años, tendrá lugar la semana próxima en La Habana, como parte del Seminario Internacional Longevidad Satisfactoria: Visión Integral.

Nuestros centenarios —dice— refieren sentirse muy satisfechos con su vida, denotan actitudes positivas ante la vejez y tienen fuertes sistemas de afrontamiento ante los problemas. Estos resultados, encontrados en el estudio de centenarios realizado en Cuba, pudieran ser la fórmula para un envejecimiento exitoso.

 

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