DAMASCO. — Siria monitorea hoy con especial énfasis sus pozos de
petróleo ante la reciente decisión de la Unión Europea (UE) de
autorizar la compra de crudo a los grupos opositores armados que se
han hecho del control de algunos de ellos.
En
este sentido, el Ministro de Petróleo y Recursos Minerales, Suleiman
al-Abbas, afirmó que su organismo es el único autorizado para
invertir en la cuenca petrolífera nacional.
Ejerceremos nuestro derecho natural y tomaremos las medidas
necesarias para preservar esta riqueza de los intentos de piratería
y saqueo, mediante la imposición de un control vigoroso y serio
sobre los campos y pozos.
Durante una reunión el jueves en esta capital con los directores
de las empresas y compañías petroleras y jefes de las juntas
directivas de entidades asociadas, el titular analizó las posibles
medidas ejecutivas para evitar el saqueo, robo y vandalismo planeado
por los irregulares con la ayuda de gobiernos internacionales.
El ministro al-Abbas insistió en la necesidad de establecer
contactos con los socios de las empresas extranjeras que operan en
el país, con el fin de presionar a los gobiernos que pretenden
aplicar la resolución que calificó de ilegal y contraria a las
disposiciones del derecho internacional y la Carta de las Naciones
Unidas.
La decisión de la UE constituye una flagrante violación de todos
los tratados internacionales concernientes a la soberanía de los
Estados y parte de una complicidad con el robo de la riqueza que
pertenece al pueblo sirio, aseveró el titular.
El 22 de abril los ministros de Exteriores de los 27, reunidos en
Luxemburgo, dieron luz verde a una flexibilización del embargo de
petróleo aplicado sobre Damasco desde los últimos meses de 2011,
dirigido a asfixiar económicamente a la administración del
presidente Bashar al-Assad y propiciar su caída.
De acuerdo con informes de la Agencia Internacional de la
Energía, Siria ha visto reducida a un tercio la capacidad de
producción de petróleo respecto a marzo de 2011, cuando se inició el
conflicto que ha provocado severos daños en la infraestructura
energética nacional debido a los continuos sabotajes y ataques de
las entidades irregulares.
La mayoría de los yacimientos sirios se ubica en la oriental
provincia de Deir Ezzor, cerca de la frontera iraquí, y algunos de
ellos están en manos de los opositores armados.
Además de la aplicación de sanciones económicas unilaterales
contra Damasco, miembros de la UE, como Reino Unido y Francia,
abogan por la entrega de armamento a los grupos mercenarios con el
fin de impulsar un cambio de régimen en esta nación levantina. (