La cifra de
personas muertas tras el derrumbe el miércoles de un edificio de
ocho plantas que albergaba talleres de confección en las afueras de
Dacca, capital de Bangladesh, ascendió a 243, según un nuevo balance
que también señala a otras 1000 heridas.
El hecho relanza la polémica sobre las condiciones de trabajo en
las industrias textiles que abastecen a Occidente, pues los
trabajadores habían denunciado el mal estado del inmueble y aún así
fueron obligados a ir a trabajar.
Unas 40 personas fueron rescatadas entre los escombros del
edificio, donde se estima que unas 5000 personas laboraban.