La
reforma propuesta por la presidenta Cristina Fernández para
democratizar y transparentar la justicia en Argentina está a un paso
de convertirse en ley luego de su aprobación por la Cámara de
Diputados.
La bancada del Frente para la Victoria (en el gobierno) y sus
aliados en esta contienda lograron la aprobación de los tres
proyectos en debate: el que transforma el Consejo de la
Magistratura, el que establece tres cámaras de casación y el que
regula los procesos cautelares.
Esas son las tres medidas más disputadas del paquete de seis
anteproyectos de la reforma impulsada por el Ejecutivo.
Las otras tres estipulan la publicación de las declaraciones
juradas de patrimonios de los funcionarios públicos y de los
veredictos judiciales, y que las plazas en las instancias de este
poder sean puestas a convocatoria pública.
En opinión de Carlos Marín, consejero en derecho sindical, los
cambios beneficiarán a los trabajadores porque democratizan el
ingreso al Poder Judicial.
La propuesta de reforma es una buena noticia ya que tiende a
democratizar el Poder Judicial, "ampliando y transparentando el
acceso de más trabajadores a una institución que, históricamente,
supo justificar y apoyar los desmanes sobre los derechos laborales
durante los gobiernos de facto", recalcó en su comentario.
La iniciativa que reforma el Consejo de la Magistratura establece
la elección popular de los jueces, académicos, y abogados, crea
procedimientos para poder nombrar magistrados subrogantes y realizar
concursos previos para cubrir eventuales vacantes.
Entre otros puntos, la iniciativa establece que se amplía de 13 a
19 los miembros el Consejo, y deberán ser elegidos por la ciudadanía
los tres jueces, tres abogados y seis representantes de los ámbitos
académicos o científicos, de reconocida trayectoria en algunas de
las disciplinas universitarias.
En el caso de los abogados y jueces corresponderán dos a la
mayoría y uno a la minoría, mientras que en el caso de los
científicos serán cuatro representantes para la lista ganadora y dos
para aquella que obtenga el segundo lugar.
Inicialmente el Ejecutivo propuso que la administración de los
recursos pasara al Consejo de la Magistratura, pero luego de
analizar una solicitud del presidente de la Corte Suprema, Ricardo
Lorenzetti, accedió a que sea ese organismo el que controle los
fondos.
Ya convertidos en ley resultaron los otros dos proyectos de la
reforma, menos polémicos.
Uno crea tres nuevas cámaras de casación en lo Contencioso
Administrativo, en Trabajo y la Seguridad Social, y en lo Civil y
Comercial, que se suman a la ya existente en el fuero penal.
El gobierno busca con la iniciativa disminuir la cantidad de
expedientes que llegan a la Corte Suprema para aliviar su trabajo.
Y el tercer anteproyecto sancionado, estipula regularizar las
medidas cautelares para evitar la prolongación innecesaria de esos
procesos.
Tienen ya el aval tanto de Diputados como del Senado otras
iniciativas de la reforma que buscan publicar las declaraciones
juradas patrimoniales de los funcionarios estatales, promover el
acceso al Poder Judicial por concursos públicos, difundir los fallos
de la Corte Suprema de Justicia y de tribunales de segunda
instancia.