Actualizado 6:30 p.m. hora local
Maracaná listo
El
estadio Maracaná de Río de Janeiro, la joya del Mundial de 2014, se
reinaugura el sábado tras una reforma integral salpicada de
retrasos, huelgas, protestas y otros problemas que hicieron temer
que no llegara a tiempo para la Copa Confederaciones del próximo
junio.
El templo del fútbol brasileño abrirá sus puertas con un partido
entre "amigos" de los astros retirados Ronaldo y Bebeto al que
asistirá la jefa de Estado, Dilma Rousseff, y unos 27.500 invitados,
los obreros que trabajaron en la reforma y sus familiares.
Las obras comenzaron en agosto de 2010 y, según las cifras más
recientes divulgadas este mes por el gobierno brasileño, han costado
808,4 millones de reales (unos 404 millones de dólares), una cifra
que ha experimentado numerosas revisiones debido a cambios sobre la
marcha en el proyecto, que implicaron retrasos.
El Maracaná es el quinto estadio mundialista concluido, con
cuatro meses de retraso en relación al calendario original de la
FIFA, que quería haber inaugurado el pasado diciembre las seis sedes
de la Copa Confederaciones.
Entre otros motivos, los aplazamientos se debieron a varias
huelgas por mejorías en las condiciones laborales y a problemas
dentro del consorcio, integrado por las constructoras Andrade
Gutiérrez y Odebrecht y una tercera socia, Delta, que abandonó las
obras en 2012 en medio de un escándalo de corrupción.
El proyecto ha vivido también protestas constantes de indígenas y
grupos sociales que se oponen a la demolición de varios edificios
aledaños para la construcción de un estacionamiento que debería de
estar terminado a tiempo para el Mundial.
La remodelación ha hecho del Maracaná uno de los estadios más
modernos del mundo pero disgustó a los nostálgicos, puesto que solo
se conservó intacta la fachada original del coliseo, que albergó a
200.000 espectadores en la final del Mundial de 1950.
Los dos antiguos pisos de gradas ovaladas cedieron su lugar a una
tribuna continua, más cercana al césped y sin puntos ciegos, pero
que ha obligado a reducir el aforo hasta 78.838 localidades, 76.935
en competiciones de la FIFA.
El Maracaná -cuyo nombre oficial es Jornalista Mario Filho- ha
recibido la certificación LEED, que distingue a proyectos
sostenibles.
Uno de los elementos "verdes" es la nueva cubierta de membrana de
fibra de vidrio y teflón, que mide 47.000 metros cuadrados y está
preparada para captar el agua de lluvia.
Después de ser filtrada en unos tanques ubicados en el sótano, la
lluvia se utilizará en los retretes y para regar el césped, lo que
conllevará un ahorro de agua del 30 por ciento.
En la cobertura también se han instalado placas solares
fotovoltaicas generarán 400 kilowatios hora, que alimentarán en
parte el sistema de iluminación de bajo consumo, compuesto por 396
reflectores de 2.000 vatios, con 23.500 bombillas de led en total.
Los espectadores tendrán a su disposición 60 bares, 231 aseos, 78
altavoces, 360 cámaras de seguridad, cuatro pantallas gigantes de 98
metros cuadrados y aire acondicionado en una zona de 36.000 metros
cuadrados, incluyendo los 110 palcos VIP.
El césped es nuevo, del tipo "bermuda celebration", resistente a
cambios de temperatura, que fue cultivado desde el pasado octubre en
un vivero de la ciudad de Saquarema y trasladado a Río en 360 piezas
de 18 metros de largo por 1,2 de ancho.
El sistema de drenaje también fue mejorado y ahora podrá aguantar
trombas de agua de 230 milímetros de lluvia por hora, una cifra que
dobla los volúmenes normales de precipitación de los meses más
lluviosos en Río, diciembre y enero.
Los responsables de la obra pusieron cuidado hasta en reforzar el
cemento, puesto que cien pilares estaban corroídos por la orina, ya
que durante décadas los aficionados tenían la costumbre de hacer pis
en los pasillos. (EFE) |