WASHINGTON,
18 de abril.— Las autoridades norteamericanas continuaban
investigando este jueves las causas de la explosión ocurrida la
víspera en una planta de fertilizantes en Texas. La Agencia federal
de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés)
se sumó a las averiguaciones del suceso, acontecido en una semana
que comenzó con el estallido de dos bombas en Boston, luego en
Atlanta y el envío a la Casa Blanca y al Senado de sobres
supuestamente contaminados con un compuesto venenoso.
La explosión ocurrió en la fertilizadora West, en el pequeño
municipio del mismo nombre. Según EFE, hasta el momento solo han
informado que pueden haber muerto entre cinco y 15 personas, y que
hay al menos 179 heridos.
"No tenemos indicio de que esto haya sido más que un accidente
industrial ni de que haya habido alguna actividad criminal, pero
estamos investigándolo", dijo el portavoz de la policía local,
Patrick Swanton. Por su parte, el alcalde de West Texas, Tommy Muska,
afirmó que de 50 a 60 casas quedaron demolidas, y que casi la mitad
de los 2 800 habitantes del pueblo fueron evacuados.
La detonación sacudió el suelo con la fuerza de un sismo de
magnitud 2,1 en la escala de Richter y sus efectos se sintieron en
un rango de hasta 45 kilómetros de distancia, reporta PL. La zona
donde se produjo la explosión fue declarada en alerta máxima, por
una posible fuga en la planta, que contiene 23 toneladas de
amoniaco.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien llegó este
jueves a Boston para participar en un servicio ecuménico en homenaje
a las víctimas del atentado del lunes, ofreció ayuda federal a los
texanos. Mientras, el Departamento de Justicia reveló que un
estadounidense de 45 años fue acusado por el envío de las cartas con
ricina al presidente y a un senador.