El Teatro Heredia recobrará su esplendor

En la recuperación de las afectaciones causadas por Sandy sobresale el montaje de una nueva cubierta a dos aguas

Eduardo Palomares Calderón

Orgullo de los santiagueros, el Teatro Heredia es la primera instalación construida por la Revolución con características que la convierten en centro de convenciones. Durante el paso del huracán Sandy soportó ráfagas superiores a los 200 km/h propiciadas por la forma de cañón que le brindaron las avenidas de las América y de los Desfiles.

 Fotos del autorEl izaje de las tejas con grúas supone un máximo cuidado.

Aunque la mayor afectación se produjo en los 6 200 metros cuadrados de la cubierta a dos aguas y la carpintería metálica y de cristal, el arquitecto Javier de Moya Silva prefiere graficar la magnitud de los vientos con los severos daños ocasionados al telón corta fuegos, una especie de puerta gigante de 22 metros de ancho y 12 de alto que se acciona mediante winches.

"Este —explica—, es el único teatro en Cuba que cuenta con ese medio de seguridad contra incendios de estructura en forma de esqueleto metálico laminado en acero. El viento que logró penetrar a través de la puerta trasera del postescenario se coló por una rendija del enorme telón y lo deformó hasta inflarlo como un globo".

De Moya Silva fue hace más de 25 años el especialista principal de la construcción del teatro y la Plaza de la Revolución, obras sobre las cuales mantiene tras su jubilación un sentido de pertenencia tal que al enterarse de los daños se presentó de inmediato en el Heredia para brindar su ayuda.

Un total de 525 tejas sandwich, de más de cien kilogramos de peso cada una, requiere el nuevo techo del Heredia.

"Lo más difícil de todo —asegura—, es la reparación del techo que estaba conformado por tejas sandwich de tecnología mexicana, compuestas por una base de tejas grecadas sobre las cuales como aislamiento térmico y acústico se colocaba una panetela de poliuretano de diez centímetros de espesor, cubierta finalmente por láminas metálicas remachadas a los puzzles.

"Esa tecnología ya no existe —agrega—, pero contamos con una fábrica más moderna instalada en La Habana que ya nos entregó las tejas necesarias, también del tipo sandwich con todos los requerimientos, y cuya demora en el inicio de la colocación estuvo dada por la importación de los tornillos y el herramental especializado".

DESAFÍO AL MÁXIMO RIGOR

La reconstrucción de la obra, que constituye un verdadero desafío al rigor, fue confiada a una brigada compuesta por diez especialistas en montaje de la Empresa Constructora de Obras Industriales no.11, habituados a trabajar en la altura y que por demás cuentan con dos participantes en la colocación de la cubierta original.

"Realmente —señala Jesús Rubén Fernández Pozo—, constituye un orgullo haber sido el ejecutor tanto en la construcción del teatro como ahora en su reparación, porque me siento como si estuviera arreglando el techo de mi casa, satisfacción que comparto con José Moracén Isaac, quien en ambas ocasiones ha estado conmigo.

"Se trata de un trabajo muy complejo y a la vez delicado —refiere—, porque tenemos que colocar con el máximo de seguridad y bajo el intenso calor de los rayos del sol sobre la cubierta metálica, 525 tejas de más de 11 metros de largo y uno de ancho, cuyo peso supera los cien kilogramos.

"Hasta el momento tenemos montadas 152 tejas, que tras el izaje mediante grúas imponen la más cuidadosa manipulación a 24 metros de altura. Por medidas de seguridad debemos esperar primero que el sol seque el rocío de esta superficie resbaladiza, no podemos maniobrar bajo la lluvia ni sometidos a fuertes vientos.

"Por suerte el ciclón nos dejó las tejas mexicanas grecadas, de ahí que podamos decir que estamos colocando un techo nuevo sobre la base que tenía el arrancado por los vientos, lo cual da mucha seguridad pero exige precisión en la fijación pues se realiza con elementos ocultos bajo el falso techo".

Ascendente a unos 350 mil pesos en divisas y casi un millón y medio en moneda nacional, la inversión cuenta con todos los recursos asegurados, que incluyen 31 mil 500 tornillos de varias dimensiones destinados a la fijación de las tejas y a los remates de cubiertas y aleros, estos últimos a realizarse sobre cestas al vacío.

"Para este compromiso tenemos caladoras, roscadoras, taladros, herramientas eléctricas requeridas, y lo más importante: un alto espíritu de trabajo", destaca Carlos Rafael Colet, quien labora en lo alto de la cubierta junto a Ramón Díaz, Guelmi Rodríguez, Yudais Fuentes y Sergio Enrique Rollo.

Respecto al aislamiento térmico, la acústica e impermeabilización, tanto De Moya Silva como Jesús Rubén Fernández confían en la calidad con que se ejecutan los trabajos, a la vez que avalan la seguridad que contra fuertes vientos ofrecen el tipo de tornillo empleado y la distancia a que son colocados.

Para complementar la rehabilitación, los trabajadores de la instalación se encuentran inmersos en la recuperación de las áreas verdes, la reposición de más de cien metros cuadrados de falso techo, en la sustitución de las luminarias dañadas y en la pintura de las áreas que lo necesitan.

La vistosa marquetería de aluminio con su amplia cristalería está prácticamente a punto de concluir por especialistas de la empresa de equipos médicos RETOMED, mientras que artistas de la Asociación Caguayo reparan el vitral de acrílico que distingue al café cantante.

"Instalación emblemática del territorio —destaca David Muñiz Díaz, subdirector del Heredia—, esperamos que en la primera quincena de mayo el teatro reabra sus puertas para brindarle a lo santiagueros una programación artística de primer nivel y garantizar cualquier acontecimiento relacionado con el aniversario 60 de la gesta moncadista".

 

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