¿Las causas? Diversas, desde la desmotivación por competir en
casa, la posibilidad de probarse ante rivales cualitativamente
superiores en otros escenarios, su ubicación en fecha no idónea
dentro del calendario de preparación... , hasta la pobre presencia
de público en el Estadio Panamericano.
Esa realidad cambiará por completo a partir de mañana, pues en un
año donde todos los objetivos de preparación enrumban hacia el
Campeonato Mundial de Moscú (del 10 al 18 de agosto), el brillo de
nuestros ases del campo y pista este fin de semana en la lid
doméstica, servirá de colofón al primer macrociclo de preparación.
Así irán al ruedo 230 atletas (87 mujeres y 143 hombres), como
parte de un certamen que incluirá todos los eventos oficiales del
deporte rey, a excepción de los 400 metros con vallas, la marcha
deportiva y los 3 000 con obstáculos para hembras y varones, según
explicó en conferencia de prensa Daniel Osorio, jefe técnico de la
Federación Cubana de la disciplina.
Lo cierto es que ese aire de renovación o revolución, esfuerzos y
fe depositados en rescatar el prestigio del campo y pista antillano
en la elite universal, está marcando la pauta en este comienzo de
ciclo.
Al menos esa —a pesar de las limitantes en el presupuesto
económico—, es la intención manifiesta del nuevo comisionado
nacional, Jorge Luis Sánchez y su mano derecha, Osorio, para quienes
el certamen de este fin de semana será termómetro certero en aras de
definir la matrícula de la preselección nacional, identificar el
talento creciente, en especial atletas que cuenten con
potencialidades para rendir una actuación decorosa en Río de Janeiro
2016, y continuar la profundización del trabajo con los exponentes
actualmente rankeados en la elite del orbe, perfilados esencialmente
hacia la lid moscovita.
Tras el periplo invernal donde la reducida comitiva de tres
exponentes, encabezados por la pertiguista Yarisley Silva, se
agenciaron un lugar en el podio en nueve de 11 participaciones, "la
Copa constituye otro escalón dentro de la estrategia competitiva,
como posteriormente serán medidores el Memorial Barrientos y el
desempeño de nuestros atletas en la Liga del Diamante, los
Challenges, y el circuito Grand Prix de Brasil, donde existe la
intención de insertar entre diez y 18 atletas", explicó Osorio.
"En este minuto contamos con más de 18 que ostentan las marcas
mínimas requeridas por la IAAF, con el disco femenino, las vallas
cortas masculinas y el triple salto en uno y otro sexos como las
pruebas de mayor rivalidad y potencialidades, a las que se suman la
pértiga —por las condiciones del viento y la proximidad de la costa
en la instalación sede se efectuarán las finales a las 9:00 a.m.—, y
el decatlón, en consonancia con los resultados y rendimientos de sus
principales figuras", argumentó el federativo.
A propósito del decatlón, se conoció que el doble medallista
olímpico y mundial, Leonel Suárez, solo incursionará en el
lanzamiento del disco, obedeciendo a la estrategia de mejorar esa
modalidad concebida por él y su mentor Gabino Arzola, y porque no es
prudente someterlo a realizar varios decatlones en el año.
Otra interrogante gira alrededor de la posta larga masculina,
finalista bajo los cinco aros en Londres, amén de no poder culminar
su carrera, y la cual necesita realizar el crono exigido en dos
oportunidades para asegurar su boleto a Rusia. El gigante
sudamericano bien pudiera ser el centro de su accionar, pero en su
caso la inclusión en la lista de salida se perfila más complicada.
En definitiva, la profundización del trabajo y obtención de
marcas y criterios de selección eficientes de cara al futuro
competitivo, son las premisas del atletismo antillano en la
actualidad. Moscú se avista en el horizonte, en la mente de atletas,
entrenadores y federativos está el retornar a planos estelares y
mejorar el escaño 18 de Daegu, con una plata y tres bronces. En pos
de conseguirlo será vital brillar en casa primero, y luego intentar
hacerlo en cada uno de los escenarios en los que se presenten.