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Centro de Investigaciones del Níquel
Rastreadores de eficiencia
Germán
Veloz Placencia
MOA, Holguín.— La certeza de poder ahorrar anualmente medio
millón de pesos por la disminución del consumo de electricidad, fue
decisiva para que el Consejo Técnico Asesor de la fábrica de níquel
Comandante Ernesto Che Guevara aprobara la aplicación del proyecto
denominado Incremento del rendimiento energético del proceso de
molienda en la Planta de Preparación del Mineral.
Los
especialistas del Centro conocen las prioridades de la industria
cubana del níquel porque se encuentran en el corazón de esta.
El estudio liderado por el ingeniero metalúrgico Ángel Legrá
Legrá, integrante del Centro de Investigaciones del Níquel, arrojó
que es posible incrementar la productividad de los molinos hasta 15
toneladas de mineral por hora, al mismo tiempo que es mayor el
aprovechamiento de la energía eléctrica consumida por los equipos.
"Los resultados finales mucho tuvieron que ver con la
colaboración del Instituto Minero Metalúrgico de Moa, en especial de
los doctores Reynaldo Laborde Bron y Pedro Beirys Mazar, quienes
elaboraron los modelos matemáticos experimentales e introdujeron en
ellos los resultados de las pruebas", reconoce Ángel.
Para emprender el proyecto tomaron como base una investigación
anterior, la cual modificó la capacidad de diseño de la Planta de
Preparación del Mineral e hizo posible que esta redujera de 120
milímetros a 10 el tamaño de las partículas a moler, con el
consiguiente incremento de la extracción de níquel y cobalto.
"Las observaciones demostraban que las mejoras de la molienda
también disminuían el consumo de electricidad, pero había que
constatarlo científicamente. Por eso emprendimos a escala de
laboratorio una serie de pruebas validadas internacionalmente y
comprobamos que el consumo de energía había disminuido un 12 %".
De ahí pasaron a la Planta Piloto del centro, una instalación
capaz de modelar el complejo funcionamiento de la molienda de la Che
Guevara. Sorpresa y alegría fueron una misma cosa al verificar que
el gasto energético continuó en descenso (los datos registraron
entre un 15 y un 18 %).
En esta etapa diseñaron y fabricaron un sinfín dosificador para
alimentar con mineral el molino, al mismo tiempo que las bolas de
metal que este lleva en su interior variaron en tamaño y cantidad
con el propósito de mejorar la calidad de la trituración de las
partículas minerales.
A continuación, se trasladaron a la Planta de Preparación del
Mineral y durante dos meses realizaron en una de las unidades de
molienda los rigurosos ensayos que demostraron la posibilidad de
ahorrar hasta un 22 % de electricidad. Por el impacto, el proyecto
se aplica allí desde noviembre del pasado año.
"De acuerdo con la información que poseo, los resultados serán
aplicados por ahora en dos unidades de molienda, hasta tanto se
creen las condiciones para generalizarlos a todas", puntualiza
Ángel.
CIENCIA CONSOLIDADA
El Centro de Investigaciones del Níquel ha sido sistemáticamente
reconocido por la solidez científica de los aportes que hace a la
industria cubana de ese mineral, referencia de lo cual son los
proyectos desarrollados a lo largo del pasado año, enfatiza la
directora, ingeniera química Silvia Margarita Ariza Borges.
Tras insistir en el valioso aporte de la investigación ya
comentada en este material, otorga un lugar importante a la posible
rehabilitación de la mini-refinería del centro con el fin de
producir sales de níquel y cobalto.
"Un estudio de factibilidad realizado por los investigadores del
Centro de Proyectos del Níquel dice que es posible obtener esos
productos, regularmente importados por la Planta de Herrajes de
Guanabacoa, la INPUD de Villa Clara y otras empresas del país".
Una tonelada de las referidas sales tiene un alto precio en el
exterior porque se obtiene de níquel puro, al que hubo que llegar
por medio de un costoso proceso industrial, mientras que las de
producción nacional emplearán subproductos de las industrias, lo
cual las hace más baratas.
"Podríamos producir, dice, entre 20 y 30 toneladas al año, de
acuerdo con una demanda planificada", afirma.
La principal fortaleza del centro es la ubicación en el corazón
del polo minero-metalúrgico de Moa y su personal altamente
calificado. Asimismo, dispone de técnicas analíticas muy confiables,
como es el caso de un equipo de absorción atómica para el ensayo con
una gama de metales.
No tiene aquí descanso el talento, porque los investigadores
conocen que deben y pueden contribuir a resolver muchas tareas aún
pendientes en la industria cubana del níquel, como son el incremento
de la eficiencia energética y metalúrgica, el mejoramiento y
diversificación de la producción, la sustitución de importaciones y
el tratamiento y aprovechamiento de los residuales. |