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Industria Alimentaria de Artemisa
Cambio y progreso de la mano
ROBERTO TORRES BARBÁN, GABRIELA RODRÍGUEZ-LOECHES y
ROBERTO M. LÓPEZ DE VIVIGO
Desde su surgimiento, en Artemisa se puso en marcha la
experiencia de una nueva estructura de gobierno que optimiza la
gestión empresarial en el territorio. Uno de los reflejos de esa
manera de actuar es la Empresa Provincial de la Industria
Alimentaria y Artículos Varios "Artemisa" (EPIAAV), compuesta ahora
por Unidades Empresariales de Base (UEB) y no por Unidades Básicas (UBIA),
lo cual ofrece mayores posibilidades de gestión y obliga a ser
eficientes para concretar ganancias, explicó a Granma Yamila
Quiñones Hernández, directora técnica de desarrollo de la Empresa.
La
producción de conservas se ha convertido en una de las principales
prioridades de Artemisa, una de las provincias de mayor producción
agrícola en el país.
"La institución no solo se encarga del sector alimentario, sino
que asume producciones de las industrias locales, debilitadas antes
por la falta de recursos y ahora con una carpeta de productos
multiplicada a partir de la integración a la nueva entidad.
"Con materias primas excedentes de las grandes fábricas de la
zona, las industrias locales diversifican su producciones hasta la
carpintería de aluminio y madera, talabartería, artesanías,
colchones", refiere.
POR LA NUEVA SENDA
Actualmente la empresa provincial está compuesta por 13 UEB, diez
de ellas vinculadas directamente a la producción y el resto
dedicadas al aseguramiento, mantenimiento y comercialización. Esa
estructura hace más ágil y factible el funcionamiento, así como
menos costosos y burocráticos todos los trámites, señala Quiñones
Hernández.
Añadió que antes de la división existían cuadros y mecanismos de
dirección en 114 fábricas, y que ahora se elaboran mejores productos
en solo 76, signo evidente de una mejor gestión empresarial y mayor
integración industrial entre las instituciones del sector.
La nueva entidad también ha incursionado en la ejecución de dos
Proyectos de Desarrollo Local (PDL), los cuales no se sustentan en
el apoyo vertical o donación de presupuesto sino en un préstamo para
inversiones que, a mediano o corto plazo, debe ser devuelto al
Estado a partir de los propios ingresos que genere esa inversión. El
primero de ellos está dirigido al desarrollo y diversificación de la
repostería, y el segundo a elevar las capacidades productivas de
conservas.
Lo que antes era la fábrica de barquillos ahora se ha convertido
en un Complejo Productor de Pan y Repostería. El propio proyecto
propició el financiamiento para la importación de un módulo que
consta de tres batidoras, un horno eléctrico de plataforma, 180
tártaras, diez portacarros, una báscula, una pesa de torno, una
cámara de frío y cuatro selladoras, señaló Gerardo Alayón,
administrador de la entidad.
"Estos equipos permitirán elevar desde 4,5 hasta 16,5 toneladas
la producción mensual de la instalación y diversificar productos".
Pedro Palenzuela, panadero del complejo, agradece las inversiones
tecnológicas, las cuales no solo humanizan el trabajo sino que
favorecen la calidad y cantidad de las producciones. Además, la
instalación, con punto de venta incluido, ofrecerá mercancías
frescas a la población. Esto evitará que los alimentos sufran daños
en el traslado.
CATALIZAR LA NECESARIA PRODUCCIÓN DE CONSERVAS
Artemisa, al igual que algunos de sus municipios, se distingue
por sus fértiles tierras que contribuyen a garantizar producciones
agropecuarias. Con ese objetivo se trazaron estrategias para
impulsar el procesamiento industrial de muchas de las frutas y
vegetales que se cosechan en el territorio. En tal sentido, se
promovió la creación de mini y micro industrias de conservas, así
como el financiamiento a las principales fábricas procesadoras.
El segundo Proyecto de Desarrollo Local dirigido a elevar las
capacidades productivas de conservas se concreta en la UEB de más
reciente creación: el Centro de Elaboración para la producción de
Conservas.
"Con el nacimiento de Artemisa como provincia nuestra instalación
se remodeló, también mejoró notablemente el equipamiento tecnológico
y pusimos en funcionamiento una caldera de vapor", afirmó Ramiro
Oviedo, administrador de la fábrica.
Precisó que el centro es reflejo de las transformaciones en el
territorio y que gracias a las inversiones se ha diversificado la
producción.
Por su parte, Luis González, administrador de la otra Unidad
Empresarial de Base de Conservas artemiseña, la cual garantiza el
procesamiento de la mayor parte de las frutas y vegetales en el
territorio, explicó que la nueva estructura de la provincia y sus
métodos permitieron la reparación de la caldera y los tachos, con lo
cual la Fábrica Villé de Güira de Melena, ha aumentado
considerablemente su producción, unas 40 toneladas por encima de la
procesadas el año pasado.
En Artemisa el camino a recorrer aún es largo, pero las nuevas
ideas y métodos hacen marchar mejor las cosas. |