Un atentado con coche bomba a la entrada de un barrio de mayoría
chiita en la ciudad paquistaní de Karachi dejó el domingo por lo
menos 45 personas muertas y más de 100 heridas, a menos de dos
semanas del anuncio de elecciones nacionales en el país.
Se trata del peor atentado de los últimos tres años en Karachi,
considerado el pulmón económico de Pakistán, aunque es una ciudad
afectada gravemente por la guerra entre bandas rivales y una oleada
de asesinatos provocados por rivalidades políticas, étnicas y
religiosas.
El atentado del domingo ocurrió a la entrada del barrio de Abbas
Town, poblado mayoritariamente por chiitas, de acuerdo con las
fuentes policiales.
Las primeras informaciones indican que numerosos sunitas también
murieron en el estallido del coche bomba, aunque por el momento el
objetivo preciso del atentado no está claro.
"Por lo menos 45 personas han muerto y hay unos 150 heridos. El
saldo aún podría aumentar ya que casi la mitad de los heridos están
en estado grave", dijo a la AFP Hashim Raza Zaidi, un alto
funcionario local en Karachi.
En tanto, un responsable del área de salud de la provincia de
Sind (cuya capital es Karachi) indicó que había mas de 40 muertos.
Alrededor de un centenar de pequeños comercios y apartamentos
resultaron afectados por la enorme explosión, y numerosos balcones
de edificios aledaños fueron arrancados, de acuerdo a un fotógrafo
de la AFP.
"Estaba en el balcón, ¿dónde está ahora?", gritaba desesperada
una mujer en busca de su hijo en el hospital de Patel, donde
numerosos heridos fueron trasladados.
Por su parte, Ijaz Ali, de 37 años, un chiita que resultó herido
en la cabeza y el pecho, dijo a la AFP que se encontraba en su
departamento junto a su esposa y dos hijos en el momento del
atentado".
"De repente escuché una fuerte explosión. Pensé que todo el
edificio se desplomaría. Parecía un terremoto", dijo.
"La ventana del cuarto donde estaba estalló frente a mí, alguna
cosa me golpeó en la cabeza y me dejó inconsciente. Cuando abrí los
ojos estaba en el hospital. Estoy aliviado de saber que mi familia
ha sobrevivido", apuntó.
De acuerdo a numerosos testigos, una segunda explosión ocurrió
instantes después de la primera, aunque la naturaleza de este
segundo estallido aún seguía siendo un enigma para los
investigadores, quienes ahora analizan si la bomba escondida en el
vehículo fue activada a distancia o por un suicida.
Pakistán ha vivido de duelo desde el inicio del año a raíz de dos
atentados contra chiitas en Quetta, en la capital de la provincia de
Baluchistan, que dejaron un total de casi 200 personas muertas.
Estos atentados habían sido reivindicados por Lashkar-e-Jhangvi (LeJ),
un grupo armado sunita próximo de la red Al Qaida y que ha
multiplicado sus ataques contra chiitas.
El estallido del coche bomba este domingo en Karachi ocurre a
menos de dos semanas de la disolución -prevista para el 16 de marzo-
de la Asamblea Nacional para que se realicen elecciones generales a
mediados de mayo.
Se trataría de la primera vez en la historia del Pakistán moderno
que se realizan elecciones después que un gobierno civil llega al
fin de su mandato de cinco años. Por ello, estas elecciones son
consideradas centrales para la consolidación de la democracia en el
país.