Valdés Menéndez convocó a no usar eufemismos y "llamar las cosas
por su nombre". Por tal motivo, precisó, no se puede admitir el
pensamiento popular enraizado que explica el desvío o robo de
materiales reduciendo el dañino fenómeno a una peligrosa frase
justificativa: "por la izquierda".
"Es tarea de todos el cuidado de los materiales, pero la
principal responsabilidad recae sobre el cuadro. La solución para el
cierre a esta senda izquierda por donde se desvían los materiales de
la construcción se resume en tres palabras: producción, exigencia y
control", señaló.
Asimismo convidó a analizar, discutir y solucionar las
dificultades internas que persisten en ese sector. En tal sentido
pidió seguirle la ruta a la mala calidad de la producción de
hormigón en algunas provincias como Holguín y La Habana.
Sobre el tema, el delegado de la Construcción en la capital,
Norberto Pérez Morales, explicó que este fenómeno se debe, además de
la carencia de disciplina tecnológica, a esa falta de control y
exigencia.
Sergio Jiménez, director adjunto de la entidad productora TICONS,
identificó algunas causas por las cuales parte de sus producciones
salen sin calidad. "Entre los principales problemas resaltan los
relacionados con la disciplina de los trabajadores, que no cumplen
los requisitos técnicos normados por el laboratorio y utilizan menos
cemento del estipulado en la preparación del material. Esto sucede
por las brechas que abre el deficiente control".
Algunos momentos "en la cadena del hormigón" quedaron a oscuras,
como el de la transportación pues, a decir de Jiménez, la Empresa
Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA) verifica la calidad de
los materiales que llegan a las obras, pero no su transportación o
salida de la planta de TICONS.
La ENIA no cuenta con todo el personal y los equipos tecnológicos
necesarios para su trabajo —argumentó el viceministro técnico
Normando Herrera. Por ello, a pesar de que debe supervisar todo el
proceso, solo cubre sus contratos con los inversionistas y no con
los productores.