El
mayor filtrador de WikiLeaks, el soldado estadounidense Bradley
Manning, se declaró culpable de diez de los 22 cargos que se han
presentado en su contra.
Por tanto, si llegaran a condenarle, el castigo máximo que
afrontaría sería de 20 años de prisión y no la pena de muerte.
Manning insistió este jueves ante la corte marcial en que no es
culpable de cooperar con el enemigo, el cargo más grave.
En cambio, admitió oficialmente, entre otras cosas, la posesión
no autorizada y el envío voluntario a WikiLeaks de material
sensible, incluidos cables del Departamento de Estado de EE.UU. y
otros documentos confidenciales.