Así lo confirma el intercambio que realizan, cada fin de semana,
autoridades políticas del gobierno y la administración del
territorio, así como empresas e instituciones con habitantes en
comunidades o asentamientos, la mayor parte de ellos situados en
zonas intrincadas del entorno rural.
Conocida como proyectos comunitarios, esa experiencia permite
hacer una especie de "radiografía" en torno a las principales
preocupaciones, problemas y necesidades. Allí llaman cada asunto por
su verdadero nombre, definen responsables, organizan acciones
concretas, aunan esfuerzos y conceden un rol protagónico al
vecindario y a las estructuras sociales del lugar, sin exonerar o
restarles valor a las funciones y deberes que corresponden a otras
instancias.
"Este tipo de visita y sobre todo el intercambio que genera,
viene como anillo al dedo para nosotros, los delegados de base del
Poder Popular y también para impulsar más y mejor el trabajo del
grupo comunitario en general" —considera Eddy Luis Utra, hombre
sencillo y laborioso que representa a las familias campesinas que
pueblan la zona de Villanueva y sus alrededores.
"El mal estado de la carretera que conduce hasta aquí —agrega
Eddy, a modo de ejemplo— es un viejo planteamiento. Sabemos la
situación que atraviesa el país y la escasez de recursos en la
provincia. Sin embargo, esta nueva forma de atención y de
intercambio nos ha demostrado que mientras no sea posible una
solución definitiva podemos desarrollar acciones por nosotros
mismos, mediante alternativas de bacheo y de mejoramiento, con ayuda
de los vecinos, medios de la cooperativa, apoyo de campesinos... "
Bajo ese prisma favorablemente cambió el círculo social de la
comunidad, avanza el reacondicionamiento del consultorio como
garantía para una mayor permanencia del médico y la enfermera,
mientras se hará pan por vez primera en la historia del caserío,
gracias al área que cedió comercio para esa actividad, en una parte
de la bodega.
En zonas como la de Bejuquero, al norte de la provincia, empiezan
a ceder terreno las angustias e irregularidades del camino, pero
también se allana cada vez más el modo en que la gente percibe,
concibe y proyecta su vida, para entregar volúmenes superiores de
alimento, acentuar la labor de las patrullas montadas y mantener a
raya el delito (ya suman dos años sin hechos de esa índole),
fomentar por sí mismos opciones culturales, deportivas y
recreativas; unirse más y ayudar al nuevo delegado.
José Manuel Pérez, directivo de la rama comercial está seguro de
que "no solo quienes viven en esos lugares se benefician con esta
forma de contacto; también aprendemos mucho quienes tenemos
responsabilidades en empresas y organismos porque nos relacionamos
más con esas personas humildes, conocemos mejor sus problemas, sus
necesidades reales y todo eso nos ayuda a buscar soluciones como las
que ya hemos aplicado para reparar y mejorar el servicio en más de
100 tiendas de toda la provincia".
Similar "suerte" podría ir delineándose poco a poco, en torno al
deprimido transporte, a las ya insostenibles tendederas eléctricas,
al "milagro" de la telefonía y a la reanimación de otros servicios
en cuya materialización se puede avanzar mucho más cuando el ojo
sobre el informe o la referencia verbal a distancia les ceden justo
lugar a la posibilidad de "bajar a la montaña", tocarla con la mano
y ponerla en franca erupción social.