A un suspiro del podio

Menos de una décima de segundo, exactamente 87 centésimas, fue la brecha que impidió a Lisandra Guerra retornar al podio de su prueba favorita, los 500 metros contrarreloj, en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista que acontece en Minsk, Bielorrusia. Casi un flash. Una diferencia mínima. Aunque al mismo tiempo, un abismo insalvable.

A todo tren, según consignó el sitio web del certamen, Lisandra salió disparada y en la primera vuelta al óvalo fue rapidísima, la más veloz de todas, cronometrando 19.117 segundos. Pero ese ritmo frenético —más de 120 pedaladas por minuto— o bien no se incrementó o no se mantuvo, de ahí que su segundo tramo (15.103) fue el séptimo entre las 12 competidoras para acabar con 34.220, tras la británica Rebecca James (34.133), que se agenció el bronce.

La presea de oro fue para la representante de Hong Kong, Lee Wai Sze (33.973), quien bajó de los 34 segundos a casi 53 km/h para volver realidad los pronósticos de los expertos, aventajando a la alemana Miriam Welte (33.996), quien se había coronado en la velocidad por equipos (f) junto a Kristina Vogel.

En los Juegos Olímpicos de Londres y en la pasada Copa del Mundo, Lisandra ya se las había topado, como mismo se las volverá a encontrar seguramente, a la china Shuang Guo y a las alemanas Vogel y Welte, cuando compita hoy en la velocidad individual y en el keirin el domingo.

Anteriormente, la otra cubana en liza, Yudelmis Domínguez, culminó octava en la persecución individual, dominada por la estadounidense Sarah Hammer y las australianas Amy Cure y Annette Edmondson, en ese orden. (Ariel B. Coya)

 

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